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La historia apasionante de las esmeraldas de Saboya-Aosta que heredó Astrid de Bélgica: fabulosas, envidiadas y polémicas

Es uno de los collares de esmeraldas más espectaculares de la realeza europea y la última vez que pudo verse en público fue en el baile de gala previo a la boda de la princesa Victoria de Suecia, en 2010. Lo llevaba la princesa Astrid de Bélgica. Pero su historia es larga y apasionante.

La princesa Astrid de Bélgica, en una imagen reciente. GTRES

La princesa Astrid, hija mayor de Alberto y Paola de Bélgica y hermana del rey Felipe, también lo había llevado en la celebración del 70 cumpleaños del rey Harald de Noruega, en 2007. Y en ninguna de estas ocasiones pasó desapercibido. Este collar de esmeraldas, conocido como el collar Saboya-Aosta, está compuesto por cinco espectaculares esmeraldas cuadradas y cinco esmeraldas cabujón rodeadas de diamantes.

No se sabe el origen exacto de la joya, pero sí que fue un regalo de bodas para la princesa Elena de Orleans de su familia cuando contrajo matrimonio con el príncipe Manuel Filiberto de Saboya, segundo duque de Aosta, en 1895. La duquesa de Aosta lució el fabuloso collar de esmeraldas en varios retratos en los años posteriores a su matrimonio, junto con la tiara de «nudo y estrella», una de las espléndidas joyas familiares de los Saboya-Aosta. Las esmeraldas cabujón también se podían ajustar a la tiara.

El collar pasó al joyero de la tercera duquesa de Aosta, sobrina y nuera de Elena de Orleans y, finalmente, al de la hija mayor de ésta, la princesa Margarita de Saboya-Aosta, que se casó con el segundo hijo del último emperador de Austria, Roberto, y se convirtió en archiduquesa de Austria-Este. Margarita lo llevó en la gala previa a su boda con el archiduque Roberto en 1953.

Margarita es hoy la suegra de la princesa Astrid de Bélgica, que contrajo matrimonio en 1984 en Bruselas con el archiduque Lorenzo de Austria-Este, el hijo mayor de Margarita y Roberto. Margarita le ha prestado en varias ocasiones el collar a Astrid, conocida por su acertado sentido del estilo, elegante y colorido a un tiempo.

Una historia de amor

La Princesa Elena de Orleans, segunda Duquesa de Aosta era bisnieta del rey Luis Felipe I de Francia, e hija del conde de París y de la infanta María Isabel de España y tiene una curiosa historia detrás. Además de ser una amante de los viajes, una diestra cazadora de caza mayor y presidenta de la Cruz Roja italiana, poseía un espléndido joyero, en el que destacaban sus esmeraldas. Pero Elena de Orleans fue conocida en su época por la romántica historia de amor de la que fue protagonista antes de convertirse en duquesa de Aosta.

La princesa Astrid de Bélgica con el collar de esmeraldas de Saboya-Aosta. GETTY IMAGES

Elena nació en Inglaterra, tras el exilio de la familia real francesa, aunque se educó en París, cuando los Orleans fueron autorizados a regresar. Sus padres aspiraban a casarla con un Romanov. Pero Elena ya se había enamorado. Ocupaba su corazón el príncipe Alberto Victor de Inglaterra, duque de Clarence y Avondale, príncipe de Gales y heredero de la reina Victoria. Las familias se niegan en redondo a la relación, entre otras cosas por las diferencias religiosas: una católica no podía acceder al trono de Inglaterra.

Los jóvenes deciden separarse y el príncipe se compromete con la princesa María de Teck. Sin embargo, el heredero muere pocos días después de anunciar su compromiso. Su muerte sería un mazazo para la princesa Elena que pasó varios años sumida en un profundo duelo, antes de aceptar casarse con Manuel Filiberto de Saboya, un matrimonio que no fue feliz.

Un segundo collar de esmeraldas

La princesa Elena poseía otro collar de esmeraldas, también regalo de boda: un diseño con flecos de diamantes y varias esmeraldas también cuadradas de diferentes tamaños, y una gran esmeralda colgante en el centro, todas ellas engastadas en diamantes. Data de comienzos del siglo XIX. Este segundo collar perteneció a la Princesa María Carolina de Borbón-Dos Sicilias, Duquesa de Aumale, quien dejó la pieza a su esposo, el Príncipe Enrique de Orleans, Duque de Aumale, al morir en 1869.

En 1895, el Duque de Aumale regaló el collar de esmeraldas a su ahijada, la princesa Elena de Orleans, cuando se casó con el Duque de Aosta. A principios de la década de 1930, la princesa Elena, vendió el collar y éste llegó a manos de la marquesa de Cholmondeley que posó en varios retratos con él.

Después de la muerte de Lady Cholmondeley, en 1989, el collar se subastó en Christie's. Tras otra posterior subasta, parece que el collar de la duquesa de Aosta formó parte de la colección Al Thani, la familia real de Catar. Hoy pertenece a otra colección privada. Según cuenta The Royal Watcher, la princesa Elena de Orleans, descendiente de la segunda duquesa de Aosta y con su mismo nombre, se fotografió con este espectacular collar de esmeraldas antes del Baile de Debutantes de París, en 2022.

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