La princesa Leonor ya está en Tenerife: así fue la accidentada llegada de Felipe VI hace 38 años (y el día que casi le arrestan)

Jorge C. Parcero Actualizado · 17 de enero de 2025, 07:34 h

Después de protagonizar unas emotivas escenas junto a sus padres, la princesa Leonor embarcaba definitivamente en Cádiz el pasado 11 de enero en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. A bordo del emblemático navío de la Armada y acompañada de otros 75 guardiamarinas, la heredera al trono español daba comienzo al crucero de instrucción que ya realizaran antes que ella el rey Felipe VI y el emérito Juan Carlos. Este ambicioso y exigente viaje la llevará a recorrer ocho países durante casi medio año de travesía.

Pero antes de poner rumbo a Sudamérica, con Salvador de Bahía (Brasil) como primer destino el 14 de febrero, el bergantín-goleta hará una doble escala en las Islas Canarias. El buque atracará primero en el puerto de Santa Cruz de Tenerife el viernes 17 a las nueve de la mañana, para después zarpar el lunes hacia Las Palmas, donde permanecerá atracado tres días más.

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Durante la estancia de Leonor y sus compañeros en las Canarias, tendrán lugar varios actos y el buque escuela estará abierto para las visitas del público. Según ha declarado en la cadena COPE el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Suárez, «probablemente podremos ver a la princesa paseando por Santa Cruz, ya que la Casa Real ha manifestado que no viene la princesa, sino la guardamarina Borbón Ortiz, y quieren darle la mayor normalidad posible».

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Exactamente 38 años y dos días antes de la llegada de la princesa Leonor a las Canarias, un joven príncipe Felipe hacía lo propio a bordo también del Juan Sebastián Elcano. Al igual que su hija mayor, el ahora rey de España lo hizo sin privilegios y como un guardiamarina más. Si en 1958 fue Juan Carlos I el que formó parte del XXX crucero de instrucción, en 1987 su hijo Felipe se embarcaba en «un viaje que está entre mis mejores recuerdos de formación militar», según confesaba el monarca durante su discurso durante la Pascua Militar.

Era el 15 de enero de ese año cuando el navío alcanzaba el arsenal de la zona marítima de Las Palmas. La suya fue una llegada algo accidentada porque previamente debió repararse una avería en el barco. Cuentan las crónicas de la época que el Juan Sebastián Elcano fue recibido al son del pasodoble 'Islas Canarias'.

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Ya en tierra, el príncipe Felipe fue recibido por el presidente canario, Jerónimo Saavedra, antes de aprovechar unas horas de permiso para recorrer la ciudad junto a sus compañeros. El punto culminante de su estancia en la isla fue su participación en un baile de gala celebrado en el club náutico de Las Palmas, al que asistieron unas 1.500 personas.

«La mar es un aprendizaje y desafío permanente, en ocasiones intransigente y crudo, sin margen para excusas; y el continente americano –sus países, sus costas y culturas, que empezarás a conocer, con tanta huella española– te enseñará mucho de lo que fuimos y también somos», decía también Felipe VI durante ese discurso, dirigiéndose a su primogénita.

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Para el entonces príncipe, ese periplo oceánico supuso importantes experiencias como cumplir los 19 años en alta mar o reunirse con Ronald Reagan en la Casa Blanca. Pero también una falta de disciplina que pudo terminar con su arresto. Así lo relata en su libro 'Felipe VI' el teniente coronel José Antonio Alcina, que supervisó la formación académica y castrense del monarca hasta 1993.

La anécdota ocurrió en la ciudad estadounidense de Baltimore, donde se decidió que la entrada en puerto la hiciera el príncipe en el puente de mando. «Pasó algún tiempo y don Felipe no aparecía por ningún lado. Próximos ya a rebasar el puente miramos hacia la cofa del palo trinquete y allí se encontraba don Felipe, con su cámara de fotos para inmortalizar sus últimos momentos a bordo», leemos en las páginas del libro. «Aunque era un motivo para el arresto, el comandante y yo dejamos que la pequeña transgresión pasara inadvertida».

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