una dura dosis de realidad
una dura dosis de realidad
Cuando la princesa Diana murió en un trágico accidente de tráfico en París en 1997, su hijo Harry tenía tan solo doce años. Desde entonces, el duque de Sussex ha hablado abiertamente sobre el dolor que sufrió al perder a su madre a una edad tan temprana y acerca de su pesar por no haberle podido presentar nunca a su esposa: Meghan Markle.
Para compensar el hecho de que Diana de Gales nunca llegara a conocer a la estadounidense, el príncipe Harry trató de que sus tías, las hermanas de la fallecida princesa, vieran similitudes entre Meghan Markle y su madre. Pero la estrategia no le funcionó en absoluto.
Diana tenía tres hermanos, Lady Sarah McCorquodale, Lady Jane Fellowes y Charles Spencer. Fue a ellos a los que el joven royal acudió para pedirles su aprobación al presentarles a su novia a finales de 2017, antes de que la pareja se casara al año siguiente. Pese a que Harry aseguró en una entrevista con la BBC que en su opinión «Diana estaría encantada» de su relación con la protagonista de la serie Suits, sus tías y su tío no estaban de acuerdo.
Así lo revela el escritor especializado en la familia real británica Tom Bower en su libro Venganza: Meghan, Harry y la guerra entre los Windsor. Según él, el duque de Sussex «asumió que la familia y los amigos de Diana verían una similitud entre ella y su prometida, ya que ambas compartían los mismos problemas. Pero nadie estaba de acuerdo en que su vulnerable madre tuviera nada en común con su novia».
Pero lo que más chocó al príncipe Harry es que sus tías le dijeran que, en su opinión, la norteamericana «no encajaría en la familia real». Tampoco ayudó, según se añade en el libro, la intervención de Charles Spencer al aconsejarle que no se casara precipitadamente. «Su consejo provocó una reacción amarga», escribió Bower en su obra.
A pesar de las patentes dudas de su familia, el royal no dejó de establecer paralelismos entre su difunta madre y su esposa. En su docuserie Harry & Meghan, escuchamos decir al duque: «Muchas cosas de Meghan y de su forma de ser se parecen mucho a mi madre. Tiene la misma compasión, la misma empatía, la misma confianza. Tiene esa calidez que la caracteriza«.
Más allá de este encontronazo, lo cierto es que desde la muerte de Diana de Gales, sus hermanos han seguido participando en la vida de los príncipes Guillermo y Harry, y los tres asistieron a sus respectivas bodas. Y tanto Lady Sarah McCorquodale como Lady Jane Fellowes y Charles, conde de Spencer, formaban parte de la reducida lista de invitados al bautizo de Archie, el primer hijo de los Sussex, en 2019.
Charles Spencer ha defendido públicamente a su sobrino Harry durante sus batallas legales y sus constantes desencuentros con los Windsor. Y en lo que habría sido el 60º cumpleaños de Diana de Gales, los tíos de Guillermo y Harry se unieron a ellos en 2021 para la inauguración de la estatua de la princesa en el Palacio de Kensington.
Por su parte, en la entrevista de compromiso de los Sussex en noviembre de 2017, Meghan dijo sobre las tías de Harry que «creo que al poder conocerlas, puedo acceder a una parte de ella [de Diana] a través de ellas y, por supuesto, a través de él. Y es... es increíblemente especial».