El plan secreto de la infanta Cristina en Madrid: con la reina Sofía y haciendo lo que más le gusta a su madre

La estampa no podía ser más feliz: la infanta Elena disfrutó de lo lindo contemplando otra victoria del Granollers, el equipo de balonmano en el que juega Pablo Urdangarin. Le acompañaron Miguel y su novia, Olympia Beracasa, pero no la infanta Cristina, asistente habitual a los partidos en casa de su hijo más deportista. Nos hemos acostumbrado a verla en la grada del pabellón, pero lo cierto es que no todo su tiempo en España lo dedica a sus hijos.

No conocemos el dispositivo que los Borbón han diseñado para acompañar a la reina Sofía e Irene de Grecia, pero todo indica que la familia se las arregla para que no se sientan solas en Zarzuela. De hecho, aunque no existe confirmación oficial ni prueba gráfica, se sigue publicando (por ejemplo, en Lecturas) que Miguel Urdangarin vive con su abuela en el palacio madrileño, a pocos metros de la residencia de los reyes Felipe y Letizia y de sus hijas, Leonor y Sofía.

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Otra de las asiduas al palacio de la Zarzuela, parece que también para utilizar las instalaciones hípicas, es la infanta Elena. No es de extrañar que la hija mayor de los reyes eméritos esté muy pendiente de la reina Sofía, ya que también lo está del rey Juan Carlos. Quien lo tiene más complicado es la infanta Cristina, pues su residencia en Suiza y sus obligaciones profesionales complican bastante sus desplazamientos.

Pese a todo, podemos confirmar que el apoyo de Cristina de Borbón a la reina Sofía está. Y que además no toma ninguna forma extraordinaria, sino que forma parte de manera natural de la rutina de su madre. Con anterioridad, hemos visto cómo la infanta y su hijo Miguel salían a comer con la abuela a un céntrico restaurante madrileño. Ahora, sabemos que además madre e hija salen de compras juntas.

Fueron muchos los clientes que volvieron la cabeza al darse cuenta de que estaban comprando junto a la reina Sofía y la infanta Cristina, nada menos. Sucedió en una de las populares secciones gourmet de El Corte Inglés, el paraíso de las amantes de la gastronomía entre las que, aparentemente, también se cuentan madre e hija. Según Loc, fue precisamente en el Día de la Hispanidad, sábado, cuando ambas decidieron irse de compras.

Mientras la infanta Elena y Victoria Federica acudían a los toros y la familia real asistía al desfile del Día de la Hispanidad y posterior recepción en el Palacio Real, la infanta Cristina y la reina Sofía se lo pasaban pipa en El Corte Inglés, lugar favorito del mundo de la emérita según las crónicas. Dicen que la madre del rey Felipe cuenta entre sus aficiones favoritas ir de compras. A ser posible, en Selfridge's o Harrods, sus grandes almacenes de cabecera.

El avistamiento real se produjo en el centro comercial de Pozuelo de Alarcón, situado a unos diez minutos en coche del Palacio de la Zarzuela. Ahora que tenemos constancia de esta visita de la reina Sofía y la infanta Cristina, podemos suponer que la emérita es clienta habitual. También del Club del Gourmet, aunque por lo que sabemos la verdadera tentación de la madre del rey Felipe son los complementos, sobre todo joyas, bisutería y cosméticos.

Dado que tanto la reina Sofía como la infanta Cristina son prácticamente vegetarianas, podemos asumir que ninguna de las dos cayó en la tentación de comprar ninguna delicatessen ibérica. Como contrapartida, pudieron llevarse aceites, algas, quesos, chocolates y todo tipo de caprichos vegetales, además de alguna que otra conserva artesanal, como las icónicas anchoas del Cantábrico.

Evidentemente, ninguna de las dos es una 'foodie' de nuevo cuño, sino que llevan la sofisticación gastronómica de serie. Recordemos que, casi cada verano, la visita de la reina Sofía a la zona comercial de Palma era obligada, tanto como sus escapadas a Londres para comprar grandes marcas. «Es muy gastona», dijo una vez su cuñada la infanta Pilar. Puede ser el único vicio, confesable o no, que le conocemos a la emérita. A la infanta Cristina solo le conocemos compras inmobiliarias, a ser posible en Pedralbes.

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