LA SOMBRA DE LETIZIA ES ALARGADA
LA SOMBRA DE LETIZIA ES ALARGADA
Puede que ahora mismo alguien respire con alivio en Zarzuela, al comprobar que las nuevas fotos de la infanta Sofía que celebran su 18 cumpleaños, la mayoría de edad, pasan inadvertidas de tanta zozobra, incógnita y miedo por el apagón. No hace falta leer entre líneas de dichas fotografías para percibir el temor con el que el equipo comandado por Letizia trata la imagen de sus hijas, en este caso la menor. De tanto empeño en no decir nada en las imágenes, se dice todo.
No estamos exagerando: las fotos de la infanta Sofía que la ciudadanía recordará como celebración de su 18 cumpleaños no pueden ser más asépticas. Tanto, que subraya la evidencia del borrado de la personalidad de la joven, constatado en muchas de sus apariciones previas. Allí donde ha tenido libertad, hemos visto a Sofía de Borbón luciendo looks propios de su edad, como cualquier joven de su tiempo. ¿Por qué nos la presentan aquí vestida como si fuera una oficinista?
Evidentemente, la imagen que Zarzuela ha querido trasladar de la infanta Sofía subraya una vertiente profesional, laboral, que aún no existe. De hecho, la hija pequeña de los reyes Felipe y Letizia aún no ha terminado el Bachillerato y ha de iniciar la última fase de formación, la universitaria. Aún así, estas podrían ser las fotos que se enviaran con una candidatura a trabajar en un bufete o en una institución. Digamos que es el uniforme femenino del alto funcionariado global.
Camisa azul celeste y pantalón azul marino: no hay más a lo que agarrarse en estas fotos, tomadas en el jardín del Palacio de la Zarzuela probablemente esta misma Semana Santa. Evidentemente, la imagen que se traslada de la infanta Sofía no tiene nada que ver con la del resto de princesas europeas, donde la teatralidad y el exceso en sus posados es notable. ¿Podemos tomarnos estas fotos por su mayoría de edad como una reacción de la reina Letizia a la exagerada presentación de las royals europeas?
Hagámoslo, pues no cabe duda de que la Reina decide cómo y cuánto podemos saber de sus hijas, aún prácticamente desconocidas para la ciudadanía. Letizia prefiere no mostrar a sus hijas como las princesas que son, abundando en el universo simbólico de feminidad, belleza y lujo, sino como jóvenes profesionales al servicio de la Corona. En cierto sentido, como funcionarias de la Casa Real. La pregunta es: ¿pueden enamorarse las nuevas generaciones de unas funcionarias?
La misma Letizia podría contestar esta cuestión, pues ella misma ha tenido que recurrir a un uso intensivo de la moda, la estética y la ilusión de realeza para ganar gran parte de la buena reputación de reina profesional que hoy la sustenta. El desempeño simbólico también forma parte del trabajo de una royal, pues su labor la obliga a un silencio prácticamente permanente, solo salpicado de algunos discursos que no pueden salirse de lo muy institucional.
Puede aducirse que la infanta Sofía, segunda en la línea de sucesión al trono, no está obligada a cultivar el favor popular, pues su destino es abandonar la familia real y sostenerse por sus propios medios, como han hecho las infantas Elena y Cristina. Sin embargo, comienzan a escucharse voces que cuestionan esta política y avanzan la posibilidad de que la hija menor de Letizia tengan un papel permanente dentro del organigrama de la Casa Real. Quizá al estilo de la princesa Ana de Inglaterra, en Reino Unido.
Lo cierto es que el encaje de la infanta Sofía en la vida institucional y/o profesional no es fácil. Dentro de la institución habrá de cumplir una papel que está por inventar, aunque en un futuro cabe la posibilidad de que asuma la intensa agenda solidaria de la reina Letizia que, quizá, no sea tan del agrado de un hipotético rey consorte. ¿Querría el hombre elegido para reinar junto a Leonor cumplir el mismo papel que tiene hoy la Reina? Si nos fijamos en los ejemplos de los consortes europeos, la respuesta ha de ser negativa.
Así las cosas, la infanta Sofía podría convertirse en nuestra particular Ana de Inglaterra, desde hace años el miembro de la familia real británica que más compromisos de agenda oficial lleva adelante. Y, de esta manera, la royal que más se encarga de que la Corona británica esté presente en la vida de los ciudadanos. ¿Será ese el futuro que Letizia desea para su hija menor? ¿Es lo que explica que la celebremos ya encarnando el espíritu de una dedicada funcionaria al servicio de la Corona?