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El amor maduro de Isabel Cobo y el marqués de Benamejí: boda en la Maestranza, novia a la carrera y un discreto divorcio

Las hermanas Cobo fueron una institución en Sevilla. Íntimas de la duquesa de Alba, sus veladas eran las más concurridas de la ciudad. Isabel, fallecida hace cuatro años, protagonizó un matrimonio tardío y apasionado con el marqués de Benamejí, pero se separaron 14 años después.

Isabel Cobo y Manuel de la Lastra, marqués de Benamejí, el día de su boda en 2006. GTRES

Las hermanas Cobo Romero, Isabel y Carmen, han sido dos de las mujeres más importantes de la alta sociedad sevillana e íntimas amigas de la duquesa de Alba. Su proverbial discreción nunca las llevó a decir una palabra fuera de lugar, aunque acudían a todos los grandes eventos de Sevilla. Tampoco fueron protagonistas de la prensa del corazón, salvo en ocasiones contadas.

Isabel falleció en 2021 tras una repentina leucemia, detectada pocos meses antes, con 68 años. En su sepelio se reunieron decenas de amigos y de personalidades de Sevilla muy afectados por la pérdida. Por su parte, su hermana Carmen casó a su hijo menor, el empresario Moisés Sánchez-Barbudo, con Carol Handal de Zummar, en la Basílica de la Macarena, en 2024, una boda a la que acudieron Plácido Domingo, Borja Prado, Anna Gamazo o Carmen Tello. Carmen ejerció de madrina con un elegante vestido en color fucsia.

Isabel y Carmen y su hermano Pepe, un conocido y prestigioso galerista, nacieron del matrimonio del empresario santanderino Moisés Cobo Abascal, que se instaló en Sevilla en 1940, y fue el creador de una de las empresas más emblemáticas de Sevilla, Café Moka, y de la sevillana Carmen Romero de Lara, una mujer de fuerte personalidad, pionera en acudir a la Universidad, donde estudió Farmacia. Medalla de oro de la Cruz Roja, Carmen Romero Rodríguez de Lara ejerció de enfermera durante la Guerra Civil.

El matrimonio sentía pasión por la música y el arte, que transmitieron a sus tres hijos. La familia pasaba los veranos en Santander. Carmen Romero Rodríguez de Lara, que atendió durante años su establecimiento de farmacia en Sevilla, falleció en el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, rodeada de sus hijos y nietos. Tenía 98 años. Las hermanas Carmen e Isabel construyeron un próspero negocio inmobiliario, además de gestionar la fabricación de café fundada por su padre. Todos en Sevilla conocían también a las hermanas Cobo por sus labores filantrópicas.

La madre de Isabel Cobo, una mujer pionera

«Desde pequeños nos llevaba a los museos», contaba Isabel poco después de la muerte de su madre. «A Carmen y a mí nos transmitió el amor por la música y a Pepe por la pintura, pero lo más importante es que era una mujer de espíritu contemporáneo, de mentalidad muy abierta, a la que le gustaba escuchar, más que hablar, y sobre todo relacionarse con gente joven. También nos enseñó el valor de la familia, estar siempre unidos, como lo hemos estado en el momento de su adiós».

Isabel y Carmen eran las grandes anfitrionas de Sevilla, y en sus casas del centro de la ciudad, decoradas con piezas de arte barroco sevillano, recibían a empresarios, aristócratas y políticos. Compartieron junto a Cayetana Alba grandes momentos de baile, ya que las tres tenían gran afición por el flamenco. Durante la Feria de Abril, disfrutaban cuando sonaban las sevillanas. Isabel y Carmen eran invitadas constantes a los almuerzos de Dueñas y de Liria.

Sin embargo, hubo una noticia de la que Isabel sí fue la total protagonista: su boda, el 25 de mayo de 2006, a las ocho de la tarde, con Manuel de la Lastra Marcos, XIV marqués de Benamejí, grande de España, perteneciente a una de las casas nobles más vinculadas con Sevilla. El marquesado de Benamejí fue creado por Carlos II en 1675 a favor de José Diego de Bernuy y Mendoza. La grandeza de España le fue otorgada en 1815.

La fallecida duquesa de Alba era muy amiga de Isabel Cobo y el marqués de Benamejí. GTRES

Para él, de 61 años, era la segunda boda —tenía un hijo de su primer matrimonio con María de la Salud Cortines—, para ella, con 54 años, era la primera. El enlace tuvo una gran repercusión, entre otros motivos, por los invitados que acudieron a él, entre los que se encontraban la duquesa de Alba, Carmen Martínez Bordiú, Curro Romero y Carmen Tello, Tomás Terry, Ana Abascal, la duquesa de Osuna, el duque de Segorbe o el periodista José María García, así como los modistos Victorio & Lucchino, que diseñaron el traje de novia.

Una boda en la Maestranza

El novio vistió el traje de gala maestrante. El padrino fue el hermano de la novia, el galerista José Cobo; y la madrina, la marquesa de Benamejí, María Luisa Marcos Mauri, madre del novio. La ceremonia tuvo lugar en la capilla de La Maestranza. «Tomamos el aperitivo en el ruedo, la primera vez que se hacía», explicaba, poco después, Pilar González de Gregorio, íntima amiga de Isabel.

«Fue una boda preciosa. Plácido Domingo cantó El Brindis de «La Traviata» y luego fuimos a su casa que estaba adornada de forma preciosa también, con todo el patio lleno mantones de Manila, que a ambas hermanas les gustaba coleccionar. Son una institución en Sevilla, a la que le han dado mucha alegría. Mujeres de grandes tradiciones andaluzas».

Isabel Cobo y Manuel de la Lastra, el día de su boda en 2006. GTRES

La anécdota del día la protagonizó la novia, que llegó una hora tarde, porque se durmió tras recibir un masaje relajante. «La verdad es que estoy muy nerviosa, mucho, como si tuviera dieciocho años. Me caso muy feliz y muy enamorada», explicaba a la entrada de la ceremonia. La pareja también fue asidua de la vida social y cultural sevillana, muy aficionados ambos a la música. Vivían en una casa palacio rehabilitada en el centro de Sevilla en la que celebraron todo tipo de veladas y fiestas a las que no faltaba su íntima amiga, la duquesa de Alba con su marido, Alfonso Diez, o Ainhoa Arteta, muy amiga de la novia.

La ruptura de Isabel Cobo y el marqués de Benamejí

Sin embargo, el amor entre ambos no duró. En 2020, en plena pandemia, pusieron fin a su matrimonio. Isabel, siempre discreta, no habló de ello con la prensa. Pero se supo que el divorcio se había firmado el 30 de septiembre. No hubo conflictos, puesto que no tenían hijos en común ni ningún asunto económico que resolver, así que el divorcio se firmó de mutuo acuerdo.

La relación entre ambos siguió siendo cordial. Una íntima amiga de la pareja contó que Isabel le había comunicado la decisión cinco meses antes, aunque la vio tranquila y serena. Parece que la causa fue el desgaste de la convivencia y que la decisión fue conjunta. No hubo dramas.

Las hermanas Cobo, Carmen e Isabel, junto a Manuel de la Lastra, marqués de Benamejí. GTRES

«Isabel era una persona muy inteligente y constante en el trabajo», recordaba en ¡Hola! Carmen Tello. «Por la noche, era la que más bailaba y más animada estaba. ¡Era la última en irse! Pero no faltaba a su trabajo en la fábrica de café. Siempre estaba dispuesta a ayudar a todo el mundo. Nunca pensé que iba a pasarle esto», aseguraba refiriéndose a la cruel enfermedad que se la llevó.

Su hermana Carmen era la más afectada en su funeral, celebrado en la Iglesia de la Macarena de Sevilla. Su íntima amiga Ainhoa Arteta, cuya carrera impulsaron ambas hermanas, cantó en una despedida muy especial. Y uno de los sobrinos de Isabel leyó una carta que ella había escrito días antes de morir en la que daba gracias a la vida por haber tenido una existencia tan maravillosa.

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