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El príncipe George de Inglaterra cumplió 12 años el pasado 22 de julio y este septiembre encara su último curso de primaria junto a sus hermanos Charlotte, de 10, y Louis, de siete, en Lambrooke School, en Windsor, muy cercana a la casa en la que han vivido los príncipes de Gales con sus hijos, Adelaide Cottage, en los últimos cuatro años, y que van a abandonar, en unos meses, por Forest Lodge, una mansión mucho más grande y solemne, enclavada en Windsor Great Park, aunque también cercana a Lambrooke y a varios centros escolares en los que podría estudiar George el bachillerato.
Desde que sus padres lo presentaron a la salida del Lindo del Hospital St Mary de Londres, el mundo ha podido ver cómo George se ha ido convirtiendo en un chico de aire sensato y confiado, pero también sensible. Sus padres, Guillermo y Kate Middleton, que se acaba de hacer un sorprendente cambio de look, se han esforzado en criarlo «de la forma más normal posible». Han luchado para preservar la intimidad de sus hijos y para que disfrutaran del colegio, los campamentos y las fiestas escolares como otros niños.
Aunque, la vida de George no puede ser normal, puesto que es el futuro rey de Reino Unido. Sin embargo, Kate, sobre todo, ha establecido con sus hijos, y especialmente con George, un estilo educativo más cercano al de la clase media que al de la realeza. Tanto ella como Guillermo quieren que sus hijos sean personas equilibradas y con un propósito bien definido en la vida, en un futuro que se anuncia cada vez más complicado para las familias reales.
George ha crecido en una casa de solo cinco habitaciones, eso sí, con un maravilloso jardín con piscina y canchas de tenis y rodeada de un frondoso bosque, pero donde el servicio se marcha por la noche, la familia se reúne en la cocina y papa y mama van a llevarle y a recogerle del colegio con sus hermanos, siempre que pueden. Y, sobre todo, los Gales han conseguido que sus hijos pasen una infancia en gran medida alejada de las cámaras
Sin embargo, George está al borde de un cambio radical en su vida. El próximo año comenzará su educación secundaria y, tratándose del futuro rey, todos están pendientes de la elección de los príncipes de Gales para esta nueva etapa vital y educativa. La veterana comentarista real Jennie Bond cree que este cambio de aires podría ser motivo de inquietud para el joven príncipe, algo perfectamente normal.
«El primer hijo de Guillermo y Kate se está convirtiendo rápidamente en un hombre joven, y este último año en la Escuela Lambrook con sus hermanos será otro hito en su vida, ya que cierra una etapa. Estoy segura de que estará nervioso por el gran cambio que se avecina, pero esperemos que algunos de sus amigos del colegio se muden con él, dondequiera que vaya».
Además del nuevo entorno y la separación de Charlotte y Louis, Bond también señala que George tendrá que adaptarse a una mayor distancia de sus padres y hermanos. «George está acostumbrado a que sus padres participen activamente en su vida escolar», sostiene la comentarista real. «Siempre que es posible, son mamá o papá quienes lo llevan a la escuela, y estoy segura de que están totalmente comprometidos con cada aspecto de su educación». El momento es, sin duda, crucial.
La pregunta de a qué escuela asistirá George, en septiembre de 2026, aún no tiene respuesta oficial y es uno de los temas que sacude a la prensa británica estos días. Se ha especulado con que Kate ha visitado varias escuelas en Hampstead y en Highgate, al norte de Londres. Lo habitual sería que fuera al internado de Eton, donde se educa la aristocracia británica. Allí estudiaron Guillermo y Harry. Pero se ha rumoreado que Kate no lo tiene claro y que el asunto ha perturbado la paz de los Gales en los últimos meses.
También se ha afirmado que tanto George como sus hermanos podrían asistir a Marlborough College, donde se educó Kate, y al que acude la clase alta británica. Varios medios, según la revista People, que dedica a George y su futuro una de sus últimas portadas, aseguran que tanto Guillermo como Kate preferirían un centro mixto y menos elitista que los tradicionales colegios privados, como Eton.
La decisión puede causar controversia y mostrar hasta que punto ambos quieren poner en marcha «una nueva realeza». A diferencia de los herederos anteriores, el príncipe George siempre ha asistido a escuelas mixtas diurnas. «Guillermo tiene el deseo de modernizar las cosas, y una de ellas ha sido llevar a sus tres hijos a la misma escuela», afirma la experta en realeza Sally Bedell Smith. A ella no le cabe duda de que está en marcha «una nueva dirección, revolucionaria para la familia real».
Mientras tanto, George ha ido dando pasos este último año. El 5 de mayo, el príncipe se unió a sus padres y al rey Carlos, en el Palacio de Buckingham, para un té en honor a los veteranos de la Segunda Guerra Mundial. El muchacho pasó la prueba con sobresaliente. Elegante, con traje oscuro y corbata azul, hizo preguntas meditadas, dejando entrever que un día se convertirá en el dirigente seguro y sereno que todos esperan.
«Aunque es muy joven, parece haber ganado confianza en sí mismo en los últimos dos años» explica Russell Myers, del diario The Mirror, a la revista People. También le vimos en Wimbledon, acompañando a su madre, y charlando sosegadamente con los tenistas a la entrada.
Los observadores destacan, sobre todo, que Guillermo y Kate están preparando cuidadosamente a su hijo mayor para el trono. No es tan vivaz como sus hermanos pequeños, aunque actúa con total naturalidad. Sus padres empezaron a explicarle quién era y cuál iba ser su futuro cuando cumplió siete años. Guillermo y Kate han tratado de no presionarle con la noción de «deber». «Da la impresión de ser un tipo serio», añade una fuente de Palacio.
«Tener el ojo del mundo puesto en ti, sobre todo siendo tan joven, es exigente». Sin embargo, quienes lo conocen bien, dicen que también tiene un lado juguetón. Lejos de los focos, se pone de pie en los partidos de fútbol, animando a su equipo con su padre. «Hace lo correcto en el momento oportuno, como cualquier niño bien educado de 12 años, y, de momento, eso es lo que importa», señala esta fuente palaciega.
William y Kate siguen decididos a brindarles a sus hijos una vida lo más normal posible. En su nueva casa, en la que se instalarán a finales de año, planean mantener las rutinas más importantes: dejar y recoger a los niños del colegio, asistir a las competiciones deportivas y celebrar los momentos familiares cotidianos. Seguirán sin servicio interno.
Los tres príncipes han disfrutado de una feliz infancia campestre, como la que Kate disfrutó. Los Middleton viven a 30 minutos de distancia y desempeñan un papel muy importante en la vida del futuro rey. Guillermo adora esta vida familiar –de la que él no pudo disfrutar–. Los padres de Kate han influido en muchas de las decisiones familiares importantes de los Gales.
«Guillermo se toma su papel de padre del futuro rey tan en serio como se toma su papel de futuro rey», afirma el biógrafo real Robert Hardman. «Su máxima prioridad es asegurarse de que disfruten de su compañía, y no que le teman». Se ha comentado que, si Carlos fallece antes de que George termine sus estudios escolares, Guillermo, como nuevo rey, podría retrasar la concesión a Jorge del título de Príncipe de Gales, para preservar su libertad, antes de cualquier deber real.
Y es evidente que los tiempos han cambiado. Al rey Carlos lo llamaban «Señor» en la escuela, mientras que a Guillermo lo llamaban por su nombre de pila, y George seguirá este ejemplo. Guillermo y Kate quieren un futuro seguro para George. «Es el futuro monarca de 12 años más normal que hemos tenido», afirma a People una fuente cercana a Palacio. «Y eso es muy positivo».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.