JOYERO WINDSOR
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La princesa Ana de Inglaterra, que acaba de cumplir 75 años, siempre se ha distinguido por ser el miembro de la familia real británica más trabajador y entusiasta. Su estilo, incluso en la veintena, fue siempre austero y sencillo, aunque también atravesó su etapa de colores brillantes y grandes estampados. Hubo un tiempo, antes de casarse y recién casada con el capitán Mark Phillips, en que protagonizó la agenda de la familia real y marcó estilo.
Su joyero personal guarda un pequeño número de piezas históricas y contemporáneas, regalo de sus padres, de su abuela, la reina madre, y de su hermano, el rey Carlos III, pero todas ellas de diseño sobrio, muy distintas de las grandes joyas de la Corona, que hoy lucen Camilla y Kate Middleton. Repasamos las tiaras de la princesa Ana y algunas de las joyas que recibió como regalo.
Esta es, sin duda, la tiara más espectacular de las que componen el joyero de la princesa Ana, tanto por su diseño clásico como por las bellas piedras con las que está adornada. Fue un regalo de la reina Madre a Ana con motivo de su matrimonio con el capitán Mark Phillips, en 1973. La princesa la estrenó varias semanas después de la boda en la clausura de los Juegos de la Commonwealth, celebrados en Nueva Zelanda.
La tiara está compuesta por varios racimos de flores de aguamarinas entremezcladas con varias aguamarinas rectangulares de gran tamaño. Fue un regalo del rey Jorge VI a su esposa, la reina Isabel, en 1938. La reina Isabel fue fotografiada con la tiara en público en muy pocas ocasiones, en los primeros años cincuenta. Ana la lució numerosas veces.
Sin embargo, la princesa Ana la modificó en la década de los noventa, consiguiendo que fuera más sobria. Le quitó la flor central, que convirtió en un broche, y dos de las aguamarinas, convirtiendo una de ellas en un nuevo centro y la otra en un colgante que la princesa lleva habitualmente con un collar de perlas, junto con un par de pendientes de aguamarinas contemporáneos.
La tiara la lució en el banquete de Estado español, con motivo de la visita de los reyes, en 2017 y en algunos retratos oficiales tomados en 2010. La última vez que la princesa Ana ha lucido la tiara de aguamarinas de Cartier, el collar y los pendientes fue en el banquete de Estado ofrecido al primer ministro de Catar en el palacio de Buckingham, el año pasado.
Entre las tiaras, de Ana destaca la de guirnaldas de diamantes. Fue un regalo que le ofeció el World Wide Shipping Group, con motivo de la botadura del petrolero «World Unicorn», en mayo de 1973, pocas semanas antes de que anunciara su compromiso matrimonial con Mark Phillips. Se sabe poco de su origen, pero por su diseño de flores dispuestas en guirnaldas y la talla de las piedras se cree que fue creada probablemente a principios del siglo XX.
La princesa Ana la estrenó para posar para una serie de retratos de Lord Lichfield que se publicaron con motivo de su vigésimo tercer cumpleaños. La princesa Ana también la escogió para unos retratos de Norman Parkinson junto con Mark Phillips en el Castillo de Windsor, publicados semanas antes de su boda en noviembre de 1973. Su última aparición ha sido en el banquete de Estado francés en el mes de junio.
La tiara meandro, que perteneció a Alicia de Battenberg, madre de su padre, Felipe, duque de Edimburgo, es una de las más antiguas y con la historia más interesante. Alicia contrajo matrimonio con el príncipe Andrés de Grecia, el séptimo de los ocho hijos del rey Jorge I de Grecia y de la gran duquesa Olga de Rusia.
Tras una vida llena de avatares –exilio, desamor, una enfermedad mental y el ingreso en un hospital donde fue sometida a terribles tratamientos–, la tiara meandro fue la última joya que le quedaba a Alicia que, en sus últimos años, fundó una orden religiosa ortodoxa. Tras el golpe de Estado que destronó a Constantino II, el duque de Edimburgo y su esposa, Isabel, la invitaron a vivir en el palacio de Buckingham, donde murió en 1969.
La tiara meandro pertenece a la princesa Ana y es uno de sus diseños favoritos. Es una diadema de diamantes, decorada con una greca y con una corona de laurel, un gran diamante en el centro y dos madreselvas también de diamantes. Se cree que fue obra de Cartier, pero se desconoce cómo fue adquirida, quizá transformando una tiara de diamantes anterior.
La princesa Alicia la lució, por primera vez, en una serie de retratos, en 1914 –en los que aparece con sus cinco hijos, entre ellos Felipe–, un año después de la muerte de su suegro, el rey Jorge I de Grecia, cuando el príncipe Andrés habría recibido la herencia de su padre y quizá, con ella, la tiara.
La tiara meandro siempre viajó con Alicia, en los numerosos exilios, y permaneció en un banco en Londres durante su internamiento en un hospital mental de Suiza. Después de desmantelar su tiara de aguamarinas para confeccionar el anillo de compromiso y la pulsera de pedida que Felipe entregó a Isabel, Alicia le entregó la tiara meandro a su nuera, aunque Isabel nunca la lució en público. A finales de los sesenta, La reina se la regaló a Ana, que la lució en numerosas apariciones. En 2011, la Princesa Ana prestó la tiara meandro a su única hija, Zara Phillips, para su boda con Mike Tindall en Edimburgo.
La tiara Halo fue la escogida por Kate Middleton para el día de su boda. No pertenece a Ana, pero la princesa la utilizó a menudo en los años sesenta y setenta. Es idónea para una joven princesa. Está formada por una banda de 16 círculos con un brillante grande en el centro, que van disminuyendo su tamaño en los laterales. Lleva engastados 739 brillantes y 149 diamantes tipo bastón.
Fue fabricada por Cartier, y adquirida por el entonces Duque de York, padre de Isabel II, en noviembre de 1936 para su esposa, la reina madre. Que la lució por primera vez en una gala en noviembre de 1936, pocos días antes de la abdicación del rey Eduardo VIII, que convirtió a la pareja en el rey Jorge VI y la reina Isabel. La reina Isabel se la regaló a la futura Isabel II por su mayoría de edad, en 1944.
Isabel nunca fue fotografiada con la tiara Halo, sí se la prestó con frecuencia a su hermana, la princesa Margarita, que la llevó en la ceremonia coronación en 1953. Unos años más tarde, la reina prestó la tiara Halo de Cartier a su única hija, la princesa Ana, quien la lució en su primera aparición con tiara, a los 17 años, en la Inauguración del Parlamento en 1967, la primera vez que ella y el príncipe Carlos acompañaron a la reina y al duque de Edimburgo en esa ceremonia anual.
El joyero de la princesa Ana guarda algunas piezas de excepcional valor y de original diseño. Por ejemplo, el broche de lazo de diamantes, que fue un regalo de su hermano Carlos por su boda con Mark Phillips. Otro de sus broches favoritos es el de estalactita de oro y diamantes, que le regaló su madre, la reina Isabel. Y al cumplir la mayoría de edad, Isabel y Felipe le regalaron a su hija la gargantilla de guirnaldas de diamantes, con unos pendientes a juego.
El choker de zafiros de la emperatriz María Feodorovna fue otro regalo de boda de sus padres. La tiara de guirnaldas, la gargantilla de guirnaldas, los pendientes a juego y el lazo de diamantes son los que ha llevado en la foto oficial de su 75 cumpleaños.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.