CRISIS EN PALACIO
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El hijo mayor de la princesa Mette-Marit, Marius Borg, podría enfrentarse a una condena de hasta diez años de prisión si finalmente es declarado culpable de los 32 delitos que se le imputan, entre ellos violación a cuatro mujeres, alteración del orden público, violación de una orden de alejamiento, además de grabaciones íntimas ilegales y amenazas de muerte.
El juicio, rodeado sin duda de una gran expectación, está previsto que se celebre a mediados del mes de enero de 2026. Y lo probable es que se prolongue durante aproximadamente seis semanas. Este acontecimiento centrará de nuevo la atención en Marius Borg y en su entorno: en su padre, Morten Borg, cuyo pasado está marcado por diversas polémicas, adicción a las drogas y cárcel durante unos meses, y en su madre, la princesa heredera de la corona de Noruega, Mette-Marit Tjessen. La familia real, que apenas ha hecho declaraciones, afronta una crisis sin precedentes.
El hermano mayor de la princesa Ingrid y el príncipe Sverre Magnus de Noruega siguió un tratamiento de rehabilitación de su adicción a las drogas en Londres. En octubre del año pasado, la prensa noruega informó de que Marius había perdido su acceso a la residencia real en Skaugum, donde viven su madre, Mette-Marit, y su padrastro, Haakon. Él reside, de momento, en una casa a las orillas del bosque en Asker, no muy lejos de la residencia real.
Mientras, Haakon y Mette-Marit solo han declarado a la prensa que la situación supone «un gran desafío». Pero el interés que ha suscitado este caso se ha centrado en los últimos tiempos en Morten Borg, el progenitor de Marius y expareja de la princesa, con un historial delictivo también a sus espaldas, aunque se trata de hechos que ocurrieron hace más de tres décadas, y por los que Borg cumplió varias penas, entre ellas por posesión de drogas, en 1991. Hay muchos que piensan que su hijo está repitiendo ciertos patrones de comportamiento de su padre, aunque ello no le excusa de los presuntos delitos que ha cometido.
Antes de conocer a Haakon, Mette-Marit estuvo a punto de casarse con el empresario John Ongby, 14 años mayor que ella, al que también se le atribuyeron en su día delitos relacionados con las drogas. Mette-Marit empezó su relación con Morten poco después de este noviazgo, que finalmente no acabó en boda. Pero Borg mantiene un perfil muy discreto y siempre ha tratado de pasar desapercibido.
Conoció a Mette-Marit cuando ella tenía 25 años, en los años noventa, y él trabajaba como DJ de música electrónica y vivía con desenfreno la noche de Oslo. Se conocieron en una sesión de música celebrada en una de las discotecas más exclusivas de la capital. Pero Borg no era la única persona del entorno de Mette-Marit con una vida desestructurada. El padre de la princesa, Sven Høiby, tenía también un pasado de violencia y alcoholismo.
El romance entre Mette-Marit y Borg fue breve, y finalizó poco después de que se quedara embarazada de Marius, que nació en 1997 cuando la pareja ya estaba separada. La ahora princesa decidió ser madre soltera, pero Borg no se desentendió de su hijo. Pasaba cada dos fines de semana con el niño, en un pequeño apartamento en Oslo. Cuando Marius cumplió dos años, Mette-Marit conoció a Haakon, el heredero al trono escandinavo, e inició un noviazgo con él. Cuando Mette-Marit y Hakoon contrajeron matrimonio, Marius se trasladó con su madre al palacio de Skaugum, al tiempo que frecuentaba el apartamento de su padre, hasta que cumplió 18 años.
La relación del matrimonio real con Morten Borg ha sido siempre bastante cordial, hasta el punto de que Borg acudió a la boda de los príncipes, celebrada en Oslo, en agosto de 2001. También fueron fotografiados varias veces acudiendo los tres juntos al colegio de Marius el primer día de clase. Borg había sido detenido 10 años antes, en 1991, por posesión y tenencia de cocaína, un episodio por el que cumplió dos condenas de prisión. Su historial está también jalonado con incidentes relacionados con violencia y conducción bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, parece que Borg dejó esa mala existencia atrás cuando abandonó la noche. Se reinventó como empresario y analista financiero, y lleva una vida tranquila y discreta lejos de los excesos de su juventud. Nunca ha hablado con la prensa de su expareja, la princesa Mette-Marit, ni ha buscado ser protagonista. Una de las últimas veces que se le vio junto a los príncipes fue en el funeral del padre de Mette-Marit en Kristiansand, en 2007. En las imágenes, se ve a Morten Borg acompañando a su expareja y a Haakon. También aparecen Marius e Ingrid Alexandra, entonces dos niños.
Morten Borg vivió varios años junto a la modelo Celine Maktabi, hija de un conocido comerciante libanés de alfombras persas de Oslo. Se casaron en septiembre de 2004 en la iglesia de Bygdøy, una ceremonia en la que Marius tuvo un papel destacado: repartió a los 100 invitados presentes el programa del enlace y abrió paso a los novios en el interior de la iglesia. Sin embargo, el matrimonio -del que nació Lucas, hermanastro de Marius- terminó tras 15 años de relación. Borg siempre ha mantenido el contacto con su hijo Marius y, hoy por hoy, mantiene una muy buena relación con él, aunque nunca se les ha visto en público juntos. Sin duda, Marius habrá hablado con él sobre las acusaciones a las que se enfrenta.
HORÓSCOPO
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