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La guía de turista de la princesa Leonor en Cartagena de Indias: arepas, playa caribeña y los consejos de la reina Letizia

La próxima escala de la guardamarina Borbón en Colombia a bordo del Juan Sebastián Elcano es la reina indiscutible de la costa caribeña.

La princesa Leonor junto a la reina Letizia en Panamá. limited pictures
Leonor llega a Cartagena de Indias: ceviche, playas y discotecas, la guía de la princesa
Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

Después de su emotivo reencuentro con la reina Letizia en Ciudad de Panamá, la princesa Leonor y sus compañeros de tripulación continúan sumando millas náuticas en su crucero de instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Tras atravesar el Canal de Panamá, el navío continúa su trayecto con una nueva escala en la ciudad colombiana de Cartagena de Indias. Una ciudad sobre la que le habrá contado sin dudas cosas su madre, que la visitó en su viaje de cooperación de 2023.

Ya en la recta final de su singladura, el Elcano atracará posteriormente en Santa Marta (Colombia), Santo Domingo (República Dominicana) y Nueva York (Estados Unidos), desde donde volverá a cruzar el Atlántico para regresar a España en julio.

Situada a orillas del mar Caribe, en el noroeste del país, Cartagena de Indias es la bulliciosa y colorida capital de la región de Bolívar. La ciudad cuenta con varios archipiélagos e islas a su alrededor que son paraísos para el turista. Entre ellos se encuentran la isla de Tierra Bomba o la de Barú.

También es muy conocida por el encanto de su arquitectura colonial, una animada vida nocturna, una excelente gastronomía, sus fascinantes festivales culturales y unas playas que invitan a relajarse y disfrutar de la refrescante brisa y las cálidas aguas del mar. Este intrigante destino guarda para la princesa Leonor y sus compañeros los secretos de la historia en su ciudad amurallada, en sus balcones y en las estrechas calles de piedra que inspiraron al premio Nobel Gabriel García Márquez.

Las visitas imprescindibles en Cartagena de Indias

Enmarcada por su impresionante bahía, Cartagena de Indias es una de las ciudades más bellas y mejor conservadas de América del Sur y un tesoro cultural y arquitectónico que actualmente es uno de los destinos turísticos más frecuentados de Colombia. Su casco antiguo, sobre todo la ciudad amurallada interior, formada por los barrios históricos de El Centro y San Diego, es una visita imperdible. Se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura colonial del continente, repleto de iglesias, monasterios, plazas, palacios y mansiones con sus famosos balcones y patios.

Otro punto a destacar es el Castillo de San Felipe de Barajas, la mayor fortaleza construida por los españoles en cualquiera de sus colonias, y que sigue dominando gran parte del paisaje urbano de Cartagena. El edificio original se mandó construir en 1630 sobre el cerro de San Lázaro, de 40 metros de altura. En 1762 se acometió una gran ampliación que hizo que toda la zona quedara cubierta por este poderoso baluarte.

Una colorida calle de Cartagena de Indias. gtres

El Palacio de la Inquisición es otro de los edificios más bellos de la ciudad, que en el pasado albergó el tristemente célebre Santo Oficio, cuya sangrienta tarea consistía en erradicar la herejía en la Cartagena colonial. El palacio es ahora un museo que exhibe los instrumentos de tortura de los inquisidores, algunos de ellos no aptos para los visitantes más sensibles. Buen ejemplo de arquitectura tardo colonial, destaca sobre todo por su puerta barroca de piedra, coronada por el escudo español, y los largos balcones de la fachada.

El acceso de la ciudad al mar Caribe y las hermosas playas cercanas a Cartagena ofrecen el lugar perfecto para el relax en un clima perpetuamente agradable. Estas playas de arena blanca son ideales para disfrutar de un cóctel o un plato local, tomar el sol, relajarse o practicar deportes acuáticos. Además, la ciudad cuenta con numerosos complejos insulares a su alrededor que a su vez proporcionan más de veinte playas extra para visitar y disfrutar.

Gastronomía y vida nocturna en la ciudad colombiana

En Cartagena de Indias, la gastronomía local es rica y variada, con platos que reflejan la influencia caribeña y la tradición colombiana. Algunos de los platos que la princesa Leonor puede degustar en una de sus escapadas foodie a las que nos tiene acostumbrados estos meses incluyen el arroz con coco, el ceviche de mariscos frescos, el sancocho y la arepa de huevo.

Aunque hay muchos restaurantes que sirven ceviche, el más recomendado por los locales es La Cevichería. Famoso desde que lo recomendara el célebre chef Anthony Bourdain, te recomendamos probar el sándwich de marisco. La Mulata es un restaurante caribeño informal y acogedor con un menú donde destaca el pescado fresco, las gambas al ajillo y la posta negra, que es ternera cocinada en una salsa oscura y dulce. Otro de los locales clásicos en Cartagena es el San Valentín, convenientemente situado en la ciudad amurallada, justo enfrente de la Cervecería Bogotá.

Cuando cae la noche sobre la ciudad, el encanto de la zona colonial de Cartagena es perfecto para dar un paseo en coche de caballos, pero los que busquen mover el esqueleto tienen dos icónicos lugares a los que acudir. La discoteca La Movida está considerada como una de las más exclusivas y elegantes del país. Ubicada en el barrio de moda de El Centro, ofrece una amplia gama de música, desde reguetón a hip-hop y música tradicional.

Los que busquen música electrónica moderna y frenéticos ritmos latinos deben visitar La Fragma, en el centro histórico. El club ofrece tres ambientes diferentes repartidos en varios niveles: tecno house en la planta baja con DJs internacionales, pop y reguetón en la primera planta y un espacio dedicado a la salsa en la azotea con impresionantes vistas de la ciudad.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.