Las joyas mágicas que ha recibido la princesa Leonor en Galicia para atraer la buena suerte

De blanco inmaculado con su uniforme de guardiamarina recibía la princesa Leonor de manos del presidente gallego, Alfonso Rueda, la máxima distinción de honor que otorga la Xunta: la medalla de oro de Galicia. «A escasas fechas de finalizar su paso por la Academia de la Armada, como lo hicieron antes su abuelo y su padre, la medalla que acabamos de entregarle representa el cariño, la adhesión y la lealtad sincera de la gente de Galicia a su persona y a la Corona», aseguró Rueda durante su intervención.

Por su parte, la heredera al trono, además de atreverse a pronunciar sus primeras palabras en gallego, destacó en su discurso que «hoy Galicia es tierra de acogida y puedo dar fe porque me sentí como una gallega más». Tras dedicar unas emotivas palabras a los compañeros de su promoción, elogió su «intensa y exigente» estancia en la ría de Pontevedra, donde ha disfrutado de su «buen ambiente y comida, sobre todo en los furanchos».

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Finalmente, la primogénita de los reyes Felipe y Letizia se dirigió al despacho de la Presidencia de la Xunta situada en el Pazo de Raxoi, donde firmó en el Libro de Oro. Allí recibió varios regalos institucionales como un ejemplar del álbum Nós, de Castelao, y la obra completa de Rosalía de Castro. Pero el obsequio que más nos ha llamado la atención son unas joyas con mucha historia realizadas por una orfebre compostelana.

La princesa se llevaba como bonito recuerdo de su visita a Santiago de Compostela, poco antes de regresar a Marín para recibir el título de hija predilecta del municipio, unos pendientes y un colgante de filigrana de plata y azabache. Su autora es la artesana Susi Gesto, que utiliza la técnica de la orfebrería tradicional compostelana y entre otros detalles, se aprecia en ellos un ancla, como recuerdo de su paso por la Escuela Naval.

Se trata de «una reinterpretación de una pieza tradicional gallega que se llama sapo. Para mí es la pieza reina de nuestra orfebrería», relata Susi Gesto a la revista ¡Hola! sobre este tipo de joyas que tuvieron gran popularidad entre los siglos XVIII y XIX. El uso de amuletos y talismanes de origen animal era muy popular en la región, y tanto al azabache como al coral, además de a los propios batracios, se les atribuían propiedades mágicas y protectoras contra las enfermedades.

Normalmente, esta joya está compuesta por tres cuerpos independientes, articulados entre sí, que forman en su conjunto una especie de triángulo invertido. Íntimamente ligadas a la indumentaria popular, estas alhajas no estaban destinadas para usarse a diario, sino que las lucían las mujeres con sus trajes de gala en ocasiones especiales, antes de pasar por herencia a la siguiente generación.

«En mi taller se sigue trabajando de forma puramente artesanal, desde el esbozo, la preparación de los materiales hasta el final de la pieza», añade la orfebre, cuyo padre y su abuelo se dedicaban a la misma profesión. Sobre este encargo para un personaje tan relevante como es la princesa Leonor, Susi Gesto asegura que «supone sobre todo una responsabilidad», pero insiste en que «cada pieza intento hacerla mía tratándola sobre todo con mucho cariño».

«Nos queda muy poco para separarnos, pero no voy a tener morriña alguna porque a Galicia quiero volver siempre. O como escuché al entrar en la ría de Ferrol, aquí está mi hogar, donde se acaba el mar», aseguraba en Santiago la guardiamarina Borbón, cuando está a punto de concluir su etapa de formación militar en la Armada.

Ahora será en Marín, un lugar que según ella le ha servido para «afianzar los valores del honor, el valor, la disciplina y la lealtad», donde ponga punto y final a su estancia en Galicia. Al convertirse en hija predilecta del municipio, el mismo honor que recibiera su padre en 1986, la princesa Leonor dejó escrito en el libro de honor del ayuntamiento que «para todos los que pasamos por la Escuela Naval Militar, Marín se convierte en nuestra casa. Nos acoge a todos como vecinos y cuando nos vamos sabemos que nos espera siempre».

Será el 16, festividad del Carmen, cuando la guardiamarina Borbón reciba de manos del rey Felipe VI el despacho que la acreditará como alférez de fragata. Tras esta ceremonia, el buque escuela Juan Sebastián Elcano, que ha sido hogar de la princesa durante más de medio año, volverá a su puerto base en el Arsenal de La Carraca, en San Fernando (Cádiz).

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