joyero royal
joyero royal
En estos años, desde su matrimonio con el príncipe Felipe de Suecia, el 13 de junio de 2015, hemos podido ver a Sofia Hellqvist lucir algunas de las tiaras del extenso y espectacular joyero sueco, uno de los más ricos de Europa, desde la tiara de diamantes de seis botones a la «bandeau» de acero o la de amatistas, estas dos últimas de la colección de Napoleón. Pero, la princesa y duquesa de Värmland posee una tiara propia, regalo de boda de sus suegros, que ha captado la atención por su versatilidad.
Se trata de una pieza formada por varias palmas pequeñas de diamantes coronadas con esmeraldas en forma de pera. Se dice que la joya fue, en realidad, un regalo para la reina Silvia de un príncipe tailandés, que convirtió un collar en una diadema, según la prensa sueca, y que la joya permaneció guardada varios años. La experta Sarah Williams, de la web UFO No More, descubrió que la diadema fue fabricada por la firma Beauty Gems, una casa de joyería tailandesa que ha trabajado con la familia real en numerosas ocasiones.
Tras lucirla el día de su boda, la Princesa Sofía llevó la tiara en la ceremonia de los premios Nobel y en la cena ofrecida por el Rey Gustavo al día siguiente. Pero esta primera versión de la tiara con esmeraldas no fue la definitiva. La tiara desapareció durante unos meses para hacerle algunos ajustes. En ese periodo, la princesa utilizó algunas de las tiaras de la colección Bernadotte. Pero, en 2017, la princesa volvió a lucir su tiara, estrenando una nueva versión, sin las esmeraldas y sin ninguna otra piedra preciosa. El marco original, en principio rígido, se abrió dando más flexibilidad a la joya para poder lucirla como una diadema.
Pero no acabó todo ahí: un mes después, Sofía lució una nueva versión de la tiara coronada con perlas en la ceremonia del premio Nobel. En la cena de ese año, volvió a lucir la tiara con esmeraldas. Desde entonces, la princesa Sofía fue combinando las apariciones de la Palmette en distintas versiones: diamantes, perlas, esmeraldas o sin piedras. Pero en 2019 llegó una nueva sorpresa: la princesa lució la tiara con turquesas, en la entrega de los Nobel de 2019, una versión que también lució en la visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia a Suecia, en 2021.
Sofía utilizó también una versión con diamantes para varios retratos oficiales. No hay duda de que se trata de una joya muy especial, que permite cambiar según las piedras que se ajustan, y ofrece numerosas posibilidades a la princesa Sofía, que podrá utilizarla de distintas maneras durante toda su vida.
En la ceremonia de los premios Nobel de 2022, Sofía volvió a captar la atención con su tiara, que, en esta ocasión, había sido adornada con topacios talla «briolette», dándole un aire más majestuoso si cabe. En 2023, en el banquete del Jubileo del Rey Carlos Gustavo, celebrado en el Palacio Real de Estocolmo, Sofía volvió a sorprender con una versión, esta vez, con citrinos.
Salvo durante el corto periodo de tiempo en que la tiara estuvo desaparecida mientras le realizaban algunas modificaciones, Sofía parece que sólo utiliza su tiara nupcial. Es cierto que, en alguna ocasión, la prensa sueca se ha preguntado por qué Sofía sólo utiliza su joya. ¿Acaso no tiene acceso al joyero real sueco, uno de los más espectaculares y variados de Europa?
No parece que se trate de un veto, puesto que, tras unos primeros años complicados por sus orígenes de modelo y concursante de un «reality», Sofía se ha consolidado como uno de los activos de los Bernadotte. Parece, más bien que ella ha querido marcar una cierta diferencia, embelleciendo, al mismo tiempo, de mil maneras distintas su tiara nupcial, símbolo de uno de los momentos más especiales de su vida.