LA REINA RECUPERA FOCO
LA REINA RECUPERA FOCO
Tras escuchar a las personas que la precedieron en el uso de la palabra (entre ellas la presidenta de Cruz Roja, María del Mar Pageo), Letizia quiso comenzar con un miedo comprensible. «Cerrar este acto es difícil: es un poco abrumador», confesó. «Alguien podría pensar que determinadas palabras puede estar un poco gastadas», se lamentó, mencionando entre otras educación, respeto, humanidad, dignidad, cooperación, principios, valores o empatía. Temía, como toda buena periodista, que de tanto usarlas terminara hablando para una pared, como reza la expresión coloquial.
«Pero resulta que Almudena, Ousman, Lassag, César y Emilia dan sentido cada día a estas palabras», celebró la reina Letizia, mencionando a cada uno de los premiados con las Medallas de Oro 2025 que entrega Cruz Roja y Media Luna Roja, en su Día Mundial. A una de ellas la conocía muy bien: se trata de la periodista de Televisión Española Almudena Ariza, a quien la Reina abrazó cariñosamente, saltándose el protocolo marcado. Fue reconocida por su cobertura de crisis humanitarias y conflictos armados.
También recibieron su Medalla de Oro de manos de la reina Letizia Ousman Umar, responsable de la ONG Nasco Feeding Minds, una de las primeras creadas por jóvenes africanos para que sean ellos mismos los que ayuden a sus compatriotas; el maestro César Bona, por su defensa de la educación y la convivencia; la activista septuagenaria Emilia Lozano, a la que Letizia ayudó a bajar del escenario, y que fue reconocida por su labor al frente de Somos Acogida, una organización que apoya a jóvenes migrantes ex tutelados; y, por último, Lassag, miembro de Cruz Roja Burkina Faso.
La presencia de Letizia, sobre todo cuando se anuncia que va a dar uno de sus discursos, levanta siempre expectación. En Murcia, la ciudadanía que caminaba por los alrededores del Teatro Romea pudo comprobarlo: el despliegue de seguridad era sobresaliente.
En Murcia, Letizia continuó abanderando misiones que tienen que ver lo humanitario y lo solidario, causas que hace una década dábamos por supuestas y que hoy vuelven a necesitar ser defendidas. Ni siquiera la labor más básica de Cruz Roja, la ayuda médica en territorios en conflicto, resulta ya incuestionable.
María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja España, recordó concretamente a «los ocho compañeros de la Media Luna Palestina» que «no volvieron». «En lo que va de año, 10 compañeros han muerto mientras ejercían su labor humanitaria; 38 en 2024», detalló. Pageo incidió en que su organización no toma partido, lo cual le da «autonomía» para decidir. «En tiempos de turbulencias, los principios son nuestra brújula: gracias a ellos, conseguimos ver, y no solo mirar. Son lo que nos constituye y define nuestra esencia, lo que nos hace ser», afirmó.
Pero volvamos al discurso con el que la reina Letizia, presidenta de honor de Cruz Roja España, quiso cerrar la gala anual que celebra el Día Mundial de Cruz Roja y Media Luna Roja. Conocemos ya de sobra la fórmula que sigue para solventar estos compromisos: agradecimientos, mención por su nombre de pila a premiados e intervinientes (que se infiera familiaridad) y un resumen de sus méritos. Conviene, sin embargo, seguir prestándole atención a sus discursos, por reconocibles que nos resulten. A veces, Letizia no puede evitar deslizar algún mensaje.
«En tiempos de duda, en tiempos de incertidumbre, en tiempos de de ciertos cuestionamientos y de una enorme complejidad que a veces es inabarcable conviene recordar lo que somos. Tenemos que aferrarnos al principio de humanidad», exhortó la reina Letizia. La referencia a una situación mundial marcada por la guerra encuentra en la misión de Cruz Roja respaldada por la Reina una respuesta de humana empatía.
Las palabras de la reina Letizia no son novedad: las hemos escuchado infinidad de veces en la última década. Lo que ha cambiado, y radicalmente, es el contexto. La Reina temía que sus palabras, las palabras de Cruz Roja, se volvieran vacías de tanto repetirlas. Al contrario. Urge escucharlas más y desde las tribunas más altas. Empezando por la de una reina.