Así se ha convertido Letizia en la mujer más poderosa de la Casa Real en 2021: el ascenso de la reina en cuatro fotos clave que marcan un antes y un después

La reina Letizia ha demostrado en 2021 que se ha hecho con las riendas de los escándalos, las críticas y hasta de la moda.

Pincha en la foto para ver los 7 años de Letizia Ortiz como Reina de España en 10 looks. /gtres

Pincha en la foto para ver los 7 años de Letizia Ortiz como Reina de España en 10 looks. / gtres

Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

Sabíamos que nada sería igual en el día después de la pandemia, una crisis sanitaria y social aún sacude el mundo pese a que todo parece, de nuevo, en marcha. Para la Familia Real española, aquellos meses de encierro y mascarillas supusieron un golpe de realidad que, sumado al exilio del rey emérito Juan Carlos, ha puesto en el foco el papel de los monarcas, sobre todo de la reina, en la vida de la ciudadanía. A final de 2021 podemos decir que Letizia, más que nunca una profesional, ha sabido sobreponerse a la crisis. Como si lo extraordinario de estos últimos meses le hubieran permitido, al fin, desmarcarse de las inamovibles reglas de la normalidad. El empoderamiento de la reina en estos últimos doce meses es innegable y tenemos pruebas. Bastan cuatro fotos para demostrar que Letizia, por fin, ha conquistado su trono. Justo en la frontera de los 50 años.

Letizia domina, por fin, el lenguaje de la moda

Las reinas de otros siglos tenían fácil hacerse con el control de su propia imagen: con variar de color su uniforme royal era suficiente. Para las reinas de la era de Instagram, la cuestión del vestir es mucho más complicada, pues se juegan hasta el afecto de la ciudadanía en cada uno de sus looks, que deben ser excitantes pero elegantes, sofisticados pero no excesivos, personales pero sin caer en la tendencia. Es la cuadratura del círculo, una tarea ímproba que no puede realizarse si queda únicamente en manos de las profesionales del estilismo.

Este año hemos notado más que nunca la mano de Letizia en decisiones que trascienden la estética para aterrizar en el terreno de la política, justo el lugar en el que la hemos visto brillar como nunca. La reina acertó al elegir, semana tras semana, discretos trajes de chaqueta que honraban las recientes pérdidas de la pandemia. Quiso repetir prendas que ya había lucido para solidarizarse con las estrecheces económicas de los subsidios y los ERTES. Y cuando decidió volver a estrenar looks, no dejó de apoyar a pequeñas marcas de la industria española, también comprometidas en el terreno de la sostenibilidad, como su gesto de reciclar algunos estilismos de doña Sofía. Esta manera de poner la moda a su servicio, de imponer su propia agenda, no solo ha sido inédito, sino que ha desvelado el empoderamiento de la reina.

Hablamos de los discursos de la reina

Más allá de sus canas o de su musculados brazos, este 2021 nos hemos lanzado por fin a hablar de los discursos de la reina, en parte porque ella misma se ha atrevido a salir de lo previsible. La demanda de las nuevas generaciones se hace notar: cada vez se entiende menos que Letizia sea noticia únicamente por lo que lleva puesto y mucho menos por lo que dice, pues ya no se admite que el papel de las mujeres en el siglo XXI sea poco más que decorativo. A lo largo de 2021, la reina ha ganado un protagonismo inédito en este terreno. Dos discursos la llevaron a la viralidad y las portadas.

El primero, dictado en la clausura del congreso Santander WomenNOW sobre liderazgo femenino, dejó traslucir su dolor por los asesinatos de las niñas tinerfeñas Olivia y Anna y de la adolescente sevillana Rocío Caíz. Y dejó mensajes contundentes: «Las mujeres no podemos boicotearnos ni autocensurarnos a nosotras mismas». En el segundo, su agradecimiento por la concesión del diploma de alumna de honor de la Universidad Complutense, se atrevió con una nota de humor (recordó cómo un profesor le decía: «Ortiz, a pesada no tiene rival») y dejo caer toda una declaración de intenciones: «50 años es una bonita cifra para intentar hacer las cosas bien en el lugar al que cada una nos corresponda».

Polémica por la despedida en el aeropuerto de Leonor

Por primera vez, la Familia Real española ensayó una de esas escenificaciones que tanto gustan a los Windsor, capaces de lucir impecables en alfombras rojas, desfiles militares o posados supuestamente informales en la campiña. En un rarísimo caso de apertura comunicativa, pudimos asistir a la despedida de Leonor en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, desde donde partió al colegio UWC Atlantic College de Gales, donde inició los estudios de Secundaria. Fueron unos minutos raros: evidentemente, la despedida íntima había sucedido mucho antes, pero fue inevitable que los abrazos ante la puerta de embarque sucedieran de una manera muy real.

La posibilidad de contemplar un momento tan significativo en la vida de los reyes y sus hijas suscitó polémica: hubo quien la consideró innecesaria e insincera. Sin embargo, en estos tiempos de emociones a flor de piel no conviene despreciar el poder de lo sentimental. Si Letizia impulsó la decisión de dar visibilidad de esta despedida, acertó. Imposible no empatizar con una familia que se enfrentaba a su primera gran separación.

El chaleco de cooperante que no se entendió

Uno de los momentos más recordados de la pandemia fue la visita de la reina Letizia a un centro de la Cruz Roja, en su primera salida en solitario desde la declaración del estado de alarma. Como presidenta de honor de la organización, Letizia quiso participar en algunas actividades para conocer de primera mano el operativo de la organización y, para ello, se vistió con el inconfundible chaleco rojo que identifica a los voluntarios. Año y medio después, la reina quiso volver a lucir el chaleco rojo, esta vez en representación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), en su visita a Paraguay.

El mensaje está claro: Letizia pone en el centro la misión de solidaridad. Sin embargo, alguna diputada paraguaya quiso leer en este gesto «cierto desprecio hacia el país anfitrión», pues cuando la reina viaja a otros países «luce ropa mucho más cara». Con un excelente criterio, Letizia continuó luciendo el chaleco rojo a lo largo de todo el viaje, convirtiéndolo en protagonista de una controversia nacional. La mujer del presidente paraguayo, Silvana López Moreira, también le hizo un guiño en una de sus apariciones al lucir su chaleco de voluntariado para ir «a juego» con su invitada.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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