novias de ensueño

Los vestidos de novia más bonitos de las últimas bodas de la aristocracia española: de Victoria López-Quesada a Belén Corsini

En las bodas de la aristocracia española de los últimos años, hemos visto diseños impecables, pero con un estilo imaginativo e innovador, además de elegante y refinado. El clasicismo ha dado paso a la sobriedad, pero también a la naturalidad y al «glamour». Repasamos a algunas de las novias más atractivas de la nobleza.

Victoria López-Quesada, el día de su boda con Enrique Moreno de la Cova. GTRES
Los vestidos de novia más bonitos de las últimas bodas de la aristocracia española: de Victoria López-Quesada a Belén Corsini
Elena Castelló

El diseño nupcial ha evolucionado. Hoy es elegante y refinado, pero también más fresco y rompedor. Los tejidos y los diseños han evolucionado hacia un estilo romántico y atractivo, con más libertad de movimiento. Muchas de las novias de la aristocracia dejaron, incluso, a un lado las tiaras y se adornaron con discretas joyas y ramos de aspecto campestre. Puedes tomar ejemplo de todas estas novias, con estos «looks» que nos hicieron soñar.

Algunos de esos vestidos, han sido lucidos por las últimas novias de la aristocracia española que han desfilado en los últimos años y que han apostado por estilos diferentes: desde el romántico look nupcial de la duquesa de Medinaceli (cuidadosamente bordado y sin velo), al sencillo vestido de Victoria López-Quesada, que lució un velo familiar. Puedes tomar ejemplo de todas estas novias, con estos «looks» que nos hicieron soñar.

Victoria Hohenlohe-Langeburg, duquesa de Medinaceli

El 18 de octubre de 2023, una de las nobles españolas más relevantes y, a sus 28 años, con la mayor cantidad de títulos de Europa, eligió Jerez de la Frontera, en Cádiz, para darse el «sí quiero» con su prometido, el asesor financiero franco argentino Maxime Corneille, ante la alta aristocracia nacional e internacional.

Victoria de Hohenlohe-Lagenburg, XX duquesa de Medinaceli, y su pareja organizaron con mimo todos los detalles de un fin de semana que comenzó con una celebración la víspera del enlace, para dar la bienvenida a sus invitados, en el palacio histórico de Campo Real. Entre los asistentes figuraban Guillermo y Máxima de los Países Bajos y la princesa heredera Catalina Amalia. A la reina holandesa le une una gran amistad con la madre del novio, Alexia Iribarren.

Victoria Hohenlohe, duquesa de Medinaceli. GTRES

El padrino de Victoria fue su hermano menor Alexander, marqués de Navahermosa y duque de Ciudad Real. Ambos llegaron en coche de caballos. La novia sorprendió con un sencillo y romántico diseño, cuidadosamente bordado, realizado por su gran amiga la diseñadora Sol Prado López de Carrizosa, fundadora de la firma T.ba. La aristócrata no llevaba tiara ni velo. Al no poder utilizar la corona de la Casa de Medinaceli, como habían hecho otras mujeres de la familia, y especialmente, su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, XVIII duquesa de Medinaceli, por los conflictos familiares sobre la herencia del patrimonio ducal, Victoria no quiso llevar ninguna otra.

El vestido, de corte princesa, estaba confeccionado en crepé, organza de seda y tul bordado, con mangas de gasa. El bordado estaba inspirado en los mantos de corte de finales del siglo XVIII e iba rematado a mano con pedrería de cristales crudos que semejan nácar. El corpiño se basaba en un 'dirndl', el traje tradicional alemán. La cola, de cuatro metros de largo, era desmontable. Victoria llevó un peinado trenzado rematado con un broche y unos pendientes en forma de lágrima de los años 20 del siglo pasado. Eligió un calzado «nude», de escote cuadrado y tacón bajo y llevó un ramo de rosas.

Victoria López-Quesada

La boda de Victoria López-Quesada, ahijada del rey Felipe VI, y Enrique Moreno de la Cova tuvo lugar el 31 de agosto de 2024, en la finca de Soto de Mozanaque, perteneciente al duque de Alburquerque y cercana a Madrid. La novia escogió al diseñador Lorenzo Caprile para la confección de su vestido, al igual que hizo su madre, Cristina de Borbón-Dos Sicilias, en 1994, cuando se casó con el financiero Pedro López-Quesada. El diseño era muy sencillo, con silueta «evasé», mangas largas de gasa, un elegante escote barco y una banda de flores bordadas que simulaba un fajín, y marcaba el pecho.

La novia siguió la tradición familiar y utilizó el velo que usó su abuela, la princesa Ana de Orleans, en su boda con don Carlos de Borbón. Este velo es de estilo mantilla y lleva puntilla y flores bordadas. La novia utilizó también la misma tiara que su madre, la reliquia familiar de botones de diamantes.

Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, el día de su boda junto a sus familiares y el rey Felipe. GTRES

Victoria hizo una pequeña modificación y añadió en lo alto una flor de lis, un regalo de su prometido. Según explicó la revista ¡HOLA!, parece que la tiara perteneció originalmente a la archiduquesa María Cristina de Austria, duquesa de Teschen, que luego recibió como regalo de bodas Alicia de Borbón-Parma, bisabuela de Victoria, por parte de su familia.

Sofía Palazuelo

El 6 de octubre de 2018 los jardines del Palacio de Liria acogieron una de los pocos enlaces ducales de los últimos años. Se casaban Fernando Fitz-James Stuart, duque de Huéscar, heredero del duque de Alba, y Sofía Palazuelo, ante más de 400 invitados. A pesar de la gran solemnidad del acto, la novia escogió la sencillez y un toque de modernidad: un diseño minimalista e innovador, con manga corta y escote en uve, rematado en la parte alta de la espalda con una capa de tul de más de dos metros y que se ajustaba a Sofía como un guante. Era una creación de su tía, la diseñadora Teresa Palazuelo, que supo aunar a la perfección, majestuosidad y sobriedad con sus líneas depuradas.

Sofía Palazuelo, el día de su boda con Fernando Fitz-James Stuart. GTRES

La hoy duquesa de Huéscar, desmintiendo todas las predicciones, no llevó tiara, ni velo. En su lugar, optó por un original tocado de plumas blancas de Teresa Briz, discípula del sombrerero británico Philip Treacy, que lució sobre un moño bajo. Completó su «look» nupcial con unos modernos pendientes de brillantes en forma de rombo, regalo del novio. Para completar su estilismo nupcial, Sofía Palazuelo eligió unos «stilettos» en color crema y un ramo de flores silvestres en el que predominaba el color verde.

Teresa de Urquijo

Teresa de Urquijo es quizás la novia más clásica de los últimos años. El 6 de abril de 2024, contrajo matrimonio con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida en la conocida iglesia jesuita de San Francisco de Borja, en el barrio de Salamanca. La novia tuvo claro, desde el principio, que quería rediseñar el vestido, obra de Pedro Rodríguez, que su abuela, Teresa de Borbón-Dos Sicilias, llevó en 1961, en su boda con Íñigo Moreno de Arteaga, y contó para ello con el taller de Navascués y la colaboración de Cristina Martínez-Pardo Cobián.

El rediseño transformó por completo el traje, que originalmente tenía un escote barco y falda de gran volumen, y creó un modelo nupcial de cuello alto redondo, mangas largas abullonadas acabadas en puño y caída recta, con abertura posterior, talle alto y sobrefalda en gazar de seda natural bordada en jacquard de plata.

Teresa de Urquijo junto a su marido, José Luis Martínez-Almeida. GTRES

La forma era distinta, pero el tejido de lamé bordado con hilos de plata conservaba su majestuosidad. Su madre, Beatriz Moreno de Borbón Dos-Sicilias, también lo llevó en su boda de 1995 con Lucas Urquijo y Fernández de Araoz, con algunos ajustes realizados por Eduardo Ladrón de Guevara, aunque no se tocó el diseño original.

Teresa siguió la tradición en el uso del velo, pues llevó, al igual que su madre y su abuela, uno de tul ilusión en seda natural que cubría su rostro. Recogió su melena castaña en un moño estilo bailarina y decidió llevar unos pendientes de estilo «art decó». Sus zapatos eran de la firma española Mascaró, con tacón ancho y tejido brillante. En la mano, un «bouquet» de estilo silvestre de Aquilea, que también se encargó de la decoración floral del enlace.

Sol de Medina y Orleans-Braganza

Sol de Medina, la hija mayor de los duques de Segorbe y duquesa de Ampurias, llevó un vestido muy especial, lleno de referencias a su linaje, diseñado por Victorio & Luchino. Sol es hija de Ignacio de Medina y de Gloria Orléans-Braganza, prima del rey Juan Carlos. Su enlace con el ingeniero Pedro Domínguez-Majón, el 3 de junio de 2023, tuvo lugar en Sevilla, en la iglesia de San Esteban. La novia escogió un original diseño en amarillo oro con mangas cortas en forma de tulipán y cuerpo drapeado, realizado en raso de seda duquesa, organza de seda natural y gasa cristal de seda natural, y rematado con encaje de Bruselas. A la altura de la cintura, llevaba un sol bordado en oro, alusión a su nombre, que creó ella misma.

Sol de Medina y Orleans-Braganza junto a su marido, Pedro Domínguez-Majón. GTRES

Sobre el velo, que perteneció a la Reina Amelia de Portugal, tía de la abuela materna de la novia, Esperanza de Borbón, resaltaba la impresionante corona de perlas y diamantes de la Casa Medinaceli, que perteneció a su abuela la XVIII duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, en 1938. Completaba el «look» con unos guantes largos de cabritilla y zapatos forrados decorados con encaje de Bruselas y soles bordados en oro. Sol de Medina se casó ante más de 400 invitados.

El duque de Segorbe, su padre, es el único de los cuatro hijos que queda con vida de la XVIII duquesa de Medinaceli, once veces Grande de España y una de las aristócratas más fascinantes. Una vez finalizada la ceremonia, los recién casados y sus invitados se trasladaron a Casa de Pilatos, residencia de los Medinaceli, para disfrutar de un almuerzo.

Belén Corsini

Navascúes fue el taller encargado del diseño nupcial de Belén Corsini, en su boda con el conde de Osorno, Carlos Fitz-James Stuart, segundo hijo del duque de Alba, el 22 de mayo de 2021. Su vestido fue uno de los más originales y delicados que se recuerdan y la prueba de la maestría de Cristina Martínez Pardo-Cobián, la cabeza detrás de la firma, a la hora de aunar preciosismo y naturalidad, lo clásico y lo artesanal y combinar los tejidos más exclusivos con bordados, encajes y distintas texturas.

El resultado fue un vestido de corte imperio y escote en pico, mangas abullonadas de largo francés, y falda recta, confeccionado en georgette de seda natural y coronado por una espectacular cola desmontable de varios metros de tul de plumetti bordado con pequeñas flores sobre gazar, en tono rosado, y una enagua en satín con remate bordado. El velo también era de tul plumetti.

Belén Corsini y Carlos Fitz-James Stuart. GTRES

Al igual que la duquesa de Huéscar, Belén no lució tiara, pero sorprendió con una elección mucho más personal: lució una coleta estructurada a media altura, con raya al medio y decorada con un tocado joya creado a medida por Suma Cruz. Además escogió unos pendientes de brillantes cargados de valor sentimental, cedidos por su tía y madrina, Cristina Corsini. Con una lista de invitados bastante reducida debido a las restricciones aún impuestas por la pandemia, la ceremonia se celebró al aire libre en los jardines del Palacio de Liria, con un banquete de Ciboulette..

Victoria Matossian

Victoria Matossian protagonizó el 23 de marzo de 2025 una de las bodas más elegantes de la temporada, con el príncipe Cecil von Croy, de origen alemán y un reconocido empresario. Nieta de la princesa Tessa de Baviera -que es prima del rey Juan Carlos-, es la pequeña de los tres hijos de Miguel Matossian Osorio y Sonia Márquez de Baviera. La novia sorprendió con un sofisticado diseño nupcial creado por Jorge Vázquez, compuesto por un vestido terminado por una romántica falda de volantes y una chaqueta tipo torera bordada.

Victoria Matossian llevó para su boda un diseño de Jorge Vázquez. INSTAGRAM @mrjorgevazquez

Completaba el diseño un fajín bordado a juego con la chaqueta. Pero las grandes protagonistas eran las joyas: la espectacular tiara y los pendientes de esmeraldas de su abuela, que han lucido casi todas las mujeres de su familia. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Pedro Apóstol, en Fuente el Saz de Jarama, cerca de Madrid.

Las joyas pertenecieron a Isabel II. Eran siete broches florales que la reina María Cristina adquirió a la testamentaria de su suegra. Posteriormente encargó a la joyería Ansorena una estructura de plata para fijarlas y poder lucirlas como diadema. Además, encargó varias piezas a juego para acompañarla: pulseras, un collar, un broche y pendientes, según explicaron en su momento en la web Spanish Royal Jewels. El aderezo pasó a la Infanta María Teresa, por su boda con el Príncipe Fernando de Baviera, hijo de la Infanta Paz, en 1906 y desde entonces ha permanecido en la familia.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.