HISTORIA DE UN LUCHADOR
HISTORIA DE UN LUCHADOR
Mucho se ha hablado sobre la presión que sufren los deportistas de élite (también algunos famosos como Aitana han alzado la voz al respecto), pero el catalán Ricky Rubio lo puso de manifiesto en 2023 cuando acaparó todos los titulares (deportivos y no) tras anunciar que no jugaría el Mundial de Baloncesto con la selección española. La razón fue cuidar su salud mental, una decisión valiente que generó un gran impacto en el mundo del deporte. Con ello, Rubio demostró que, por encima del rendimiento, está el bienestar personal, abriendo un necesario debate en el ámbito profesional.
Han pasado dos años en los que el deportista catalán no ha hablado más del tema hasta ahora: este domingo, Jordi Évole se sienta con él para hacer un repaso a su vida, antes y después del baloncesto. Y lo hace en un lugar muy especial: la pista del pabellón de El Masnou, el lugar donde comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del baloncesto cuando aún era un niño.
Durante la charla revisitará algunos momentos importantes de su trayectoria como su debut con 14 años con el Joventut de Badalona y su llegada a la NBA, pero también analizará su relación con el éxito y el fracaso o la presión que le generaba su desmedida autoexigencia: «Si repaso mi carrera no estoy satisfecho porque nunca me ha parecido suficiente».
Desde muy joven, Ricky Rubio fue considerado una joya del baloncesto español. Con solo 14 años debutó en la ACB con el Joventut de Badalona, dejando claro que su talento era especial. Su paso al FC Barcelona consolidó su estatus de promesa europea, y en 2009 fue elegido en el puesto número 5 del draft de la NBA, algo histórico para un jugador español.
En la NBA ha construido una carrera sólida, jugando para franquicias como Minnesota Timberwolves, Utah Jazz, Phoenix Suns y Cleveland Cavaliers. Siempre destacó como base por su visión de juego, liderazgo y defensa. Aunque su etapa en EE. UU. ha sido prolongada, él mismo ha declarado su intención de cerrar su carrera en Europa.
Un punto clave en su vida fue la pérdida de su madre, Tona Vives, en 2016 a causa del cáncer de pulmón. Aquel golpe emocional marcó un antes y un después para Ricky. En su memoria creó la Ricky Rubio Foundation, centrada en apoyar la investigación del cáncer y promover la salud mental entre jóvenes y deportistas.
En una carta publicada en The Players' Tribune, Rubio compartió el dolor vivido tras perder a su madre. Contó cómo seguía intentando llamarla o enviándole mensajes. Sus palabras conmovieron al mundo y mostraron una cara muy humana del deporte de élite.
«Mamá murió unas semanas después. Cuando alguien que amas muere, es como si una niebla te envolviera. Así fue para mí. Me sentí tan sin dirección. La primera temporada después de su muerte, me despertaba y pensaba en llamarla. Me hizo querer romper mi teléfono. Pero no pude borrar su número. Incluso le envié mensajes de texto a veces. Todavía lo hago. Durante un tiempo, sentí que me estaba volviendo loco, como si estuviera hablando conmigo mismo», se sinceraba Ricky
No todo ha sido brillante en su trayectoria: las lesiones han sido obstáculos constantes. En 2012 sufrió una rotura de ligamentos que lo alejó un año de las canchas y le impidió participar en los Juegos Olímpicos de Londres. Dos años más tarde, un esguince de tobillo también lo obligó a operarse y perderse casi toda la temporada.
En 2021, una nueva rotura del ligamento cruzado frenó su mejor momento con los Cavaliers. Volvía a ser un jugador importante, pero la lesión lo dejó fuera del Eurobasket 2022. Estos parones forzosos han afectado su rendimiento en la NBA, pero también han demostrado su capacidad para reinventarse una y otra vez.
Fuera de las canchas, Ricky mantiene un perfil muy discreto. Hace años que comparte su vida con Sara Colomé, empresaria de Badalona, con quien tuvo a su hijo Liam. Su vida familiar ha sido un apoyo fundamental durante los momentos más duros, y la estabilidad personal ha sido clave en su proceso de recuperación emocional. Ella siempre se ha mantenido en un segundo plano y muy rara vez aparece en las redes sociales del jugador. Solo en 2019, cuando la selección española logró ganar el Mundial de baloncesto de China, pudimos ver a la pareja celebrándolo a lo grande en la Plaza de Colón de Madrid.