Charlène de Mónaco se convierte en la mejor embajadora del estilo boho-chic con un vestido plisado

Este es el año del boho. La mayoría de las firmas han querido añadir a sus colecciones diseños inspirados en este look tan fluido, fresco y relajado. Un tipo de estilo que funciona muy bien tanto en verano como en invierno y al que se van sumando cada vez más mujeres.

Una de las últimas en caer rendida al estilo boho-chic ha sido la princesa consorte de Mónaco, Charlène. La esposa de Alberto de Mónaco acudió junto a sus hijos a un evento muy especial en la Costa Azul con un vestido plisado en tonos nude y negro impecable.

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Charlène de Mónaco tiene un estilo muy especial y diferente al de otras royals europeas. Aunque ha ido evolucionando su forma de vestir con el paso de los años, suele mantener una estética más clásica y de estilo romántico. La princesa es una de las royals que suele apostar por una imagen sobria, depurada y de vanguardia.

Charlène apuesta por diseño internacional de alto nivel. Dese marcas como Akris (su firma fetiche suiza), Dior, Armani Privé, Stella McCartney o Ralph Lauren. También ha sorprendido con looks de Mugler, Givenchy o Carolina Herrera, especialmente en actos de gala.

En galas o recepciones, suele optar por vestidos de noche con escote asimétrico, capas, drapeados o faldas columna. Nunca recurre al exceso. Su peinado suele ser un recogido pulido o un corte pixie impecable, el maquillaje es neutro y los accesorios, mínimos.

En esta nueva aparición, que ha hecho antes de las vacaciones de verano junto a Alberto de Mónaco y sus hijos, hemos vuelto a ver una Charlène con un estilo cuidado y tendencia. La princesa ha querido apostar por uno de los looks más deseados de la temporada, el boho.

Lo ha hecho en un acto donde se homenajeaba a la princesa Gabriella, la hija de Charlène y Alberto de Mónaco. La pequeña ha vivido un día muy especial, a juego con su madre con un vestido boho de flores, para presenciar un acto donde le han puesto su nombre a una plaza en Carladès (Gabriella ostenta el título de condesa de Carladès).

El Condado de Carladès fue una antigua jurisdicción feudal situada en la región de Auvernia (Francia). En 1643, Luis XIII de Francia concedió el título de conde de Carladès a Honoré II de Mónaco, primer príncipe soberano de la familia Grimaldi tras el reconocimiento oficial de la independencia de Mónaco por parte de Francia. Desde entonces, el título ha estado vinculado a la nobleza de la casa Grimaldi, como uno de los títulos que se otorgan a los príncipes o miembros cercanos de la familia reinante..

Tanto madre como hija han derrochado glamour y frescura a su paso por esta ciudad. Ambas con un estilo propio y adaptado a su edad. Charlène destacaba con un vestido plisado en color nude con detalle de flores estampadas a contraste en color negro. Un diseño muy favorecedor, fluido y fresco de la firma Zimmermann que pertenece a la colección 'Illumination' primavera/verano 2025.

Para acompañar su look de verano, la princesa decidió darle un plus de elegancia al vestido con unos zapatos en punta destalonados con un poco de tacón en color negro. Un tipo de calzado ideal para cuando queremos ir algo más sofisticadas sin acudir a las clásicas sandalias.

Sin embargo, a pesar de llevar un vestido muy bohemio, para el recogido quiso añadir un peinad más pulido. Un recogido clásico con detalle de mechón suelto en la parte delantera y ligeramente ondulado. En cuanto al maquillaje, optó por un acabado natural con tonos suaves en rosado.

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