El mejor look de la investidura de Donald Trump no fue el de Melania: el espectacular vestido con historia de Ivanka Trump

La jornada de investidura de Donald Trump no solo ha sido un acto político que ha traspasado fronteras y del que se han hecho eco en todos los medios, también se ha convertido en una pasarela de estilismos que quedarán para el recuerdo. Vestidos hechos a medidas, looks de gala y mucho estilo royal han protagonizado estos actos en los que Ivanka Trump he conseguido acaparar las miradas, incluso por encima de Melania Trump.

A pesar de que la primera dama deslumbró primero con un look sobrio con sombrero y después arrasó con un vestido de gala hecho a medida, podríamos decir perfectamente que la mejor vestida de ese baile inaugural fue Ivanka. La hija del ya presidente de los Estados Unidos se pasó el juego con un diseño inspirado en Audrey Hepburn.

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Bailando Unchained Melody de The Righteous Brothers junto a su marido, Jared Kushner, Ivanka consiguió robar todo el protagonismo a una Melania que sabía que tenía el foco puesto sobre ella con un vestido muy especial. Y es que, la que también asesora política había elegido un diseño con significado e historia que no ha tardado en hacerse viral.

Siguiendo la tendencia de usar piezas de archivo y de homenajear a prendas y rostros que han sido icono en la historia de la moda, el cine o la música, Ivanka confió en Givenchy para lucir un calco del vestido que llevó Audrey Hepburn en la película Sabrina. Sí, era una prenda excatamente igual al que Hubert de Givenchy creó para la actriz en 1954.

No es la primera vez que Ivanka hace referencia a personajes que han marcado un antes y un después, pues ya le vimos un vestido muy similar al azul de gala de Grace Kelly en Atrapa a un ladrón. Mezcla el estilo Old Hollywood con una apariencia digna de royal europea y el resultado es una matrícula de honor estilística que ha sido en muchas ocasiones destacada.

Pero, ¿por qué Audrey Hepburn? Según ha explicado un portavoz de la Casa Blanca en la revista Vogue, «durante mucho tiempo, Audrey Hepburn ha sido una inspiración personal para Ivanka, que considera un gran privilegio honrar su legado de esta manera, y está increíblemente agradecida al equipo de Givenchy por hacer realidad este momento».

Además de esa supuesta pasión por Hepburn, la elección de la firma francesa por parte de Ivanka podría ser también un guiño a los Arnault, la familia francesa que es dueña de LVMH -un inmenso conglomerado entre los que están Louis Vuitton, Christian Dior, Bvlgari, Moet Chandon, Sephora o la propia Givenchy- y que estuvo presente en el acto de investidura de Trump.

El vestido es un diseño de color blanco adornado con bordados florales en negro. De palabra de honor, ceñido a la cintura y con un largo por los tobillos, destaca por llevar una sobrefalda con cola que sale de la cintura y que va adornada con un volante negro.

A diferencia de cómo lo lució Audrey en la película, Ivanka lo combinó con unos guantes negros, en vez de blancos. En cuanto al calzado, la hija de Trump optó también por unos salones de color negro y dio importancia a las joyas con piezas. Optó por un magnífico collar de diseño de flores de Leviev con diamantes de forma mezclada que ascienden a 50 quilates y que tenía unos pendientes a juego.

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