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Contrariamente a lo que muchos pudieran pensar, no se obtiene de las ovejas. Esta fibra, que es una de las más exclusivas del mundo, se consigue gracias al pelaje de unas cabras que viven en la cordillera del Himalaya y que, tras soportar gélidas temperaturas durante el invierno, son esquiladas cuando el clima se vuelve templado. Si bien es cierto que es en la cordillera asiática donde se sitúa el origen de la especie, actualmente gran parte de la producción proviene de Mongolia. En cualquier caso, se trata de un producto tan escaso que resulta muy codiciado. Piensa que para hacer un jersey se necesita el pelaje de entre 4 y 5 cabras.
El cashmere tiene un rizado natural que hace que convertirlo en hilo sea mucho más fácil, por lo que está menos tratado y su tacto resulta extremadamente suave y delicado. La combinación de esa forma con el diámetro de la fibra le confiere, además, un brillo muy particular. El más usado es el hilo de 2 cabos, por su uniformidad y resistencia, como este de cuello vuelto y forma recta que puedes ver a continuación.
Ahora, el gigante de Inditex ha lanzado una colección limitada de cashmere reciclado cuya producción tiene un menor impacto medioambiental; consume menos agua, menor energía y menos recursos naturales y ya está disponible en tienda.
Echa un ojo a The Brubaker, una empresa que, al evitar intermediarios, ofrece precios competitivos y cuyos jerseys, 100% cashmere de Mongolia, se tratan en Italia y se producen en Galicia.