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Los problemas de fertilidad en España se han convertido en algo más común de lo que queremos creer. Un ejemplo de ello es que, según los datos de la Sociedad Española de Fertilidad, en nuestro país los tratamientos de reproducción asistida han crecido un 28% en los últimos cinco años. ¿Por qué somos menos fértiles (o al menos lo parece)? En realidad, muchas de la parejas que acaban acudiendo a esos centros no se dan cuenta hasta que llega ese momento de lo poco que saben sobre cómo funciona la fertilidad (en especial la femenina). Y es que el conocimiento sobre nuestra capacidad para tener hijos está llena de tabúes, mitos y verdades a medias. ¿No lo crees? Pues lee los tres mitos que vienen a continuación y comprueba si tú también creías que eran ciertos.
Sin problemas. Muchas mujeres piensan que son fértiles simplemente porque sus ciclos son regulares y sus revisiones ginecológicas normales. Pero las citologías y las ecografías rutinarias no se realizan para determinar la fertilidad, sino para buscar anomalías y descartar posibles problemas ginecológicos. Y en cuanto a tener la regla cada 28 días como un reloj, un ejemplo: a los 45 años, la reserva ovárica de la mujer está casi agotada, pero sigue teniendo la menstruación o sea que no te fíes de ella.
Ya has tenido a tu primer hijo y piensas que, como has tenido uno concebir otro será fácil. Pero en algunos caso, desgraciadamente, la fertilidad femenina no funciona así. De hecho, se llama infertilidad secundaria a la que afecta a las parejas que, después de tener un hijo, desarrollan problemas reproductivos, en muchos casos por complicaciones en el embarazo anterior.
A estas alturas casi todo el mundo tiene claro que, a mayor edad de la madre, menores son las probabilidades de embarazo. Pero ¿y el padre? La edad también afecta a la calidad de los espermatozoides. La OMS calcula que entre un 30% y un 50% de los hombres en edad fértil tiene un semen de una calidad inferior a los estándares necesarios para lograr un embarazo.