La postura del lagarto, yoga para estirar y relajar la cadera si pasas mucho tiempo sentada

Tamara Vila Publicado · 9 de noviembre de 2023, 09:24 h

Si eres de las que pasas mucho tiempo sentada y necesitas estirar y relajar la cadera, esto te interesa. El yoga te propone la postura del lagarto, realmente sencilla de ejecutar y sobre todo muy efectiva. Además, vas a trabajar sin darte cuenta isquiotibiales, ingles y cuádriceps. Mucho por tan poco.

La pose del lagarto proporciona ante todo una apertura profunda de la cadera al mismo tiempo que genera un alto grado de concentración y calma. Por eso está especialmente indicado para mujeres que pasan mucho tiempo sentadas frente al ordenador u escritorio en situaciones de estrés.

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Es una obviedad que pasamos largas horas sentadas durante nuestra jornada diaria, lo que tiende a hacer que los flexores de la cadera se pongan tensos y protesten. La postura del lagarto es el antídoto perfecto a pesar de parecer intimidante si tus caderas ya se sienten rígidas y rígidas. Solo tienes que aprender cómo hacerlo bien para disfrutar de sus beneficios.

Hacer la postura del lagarto es muy sencillo, pero conviene ejecutarla con precisión para disfrutar de sus bondades. Comienza en postura de estocada baja y apoya la rodilla trasera en el suelo, deslizándola su avemente hacia atrás para que quede detrás de la cadera. Lleva las manos al interior del pie delantero.

A continuación, saca el pie delantero de modo que el hombro quede ligeramente más ancho y los dedos del pie en ángulo un poco hacia afuera. Baja lentamente los antebrazos hasta el suelo, con los codos por debajo de los hombros, y abraza la parte delantera interna del muslo hacia adentro mientras mantienes la rodilla sobre los dedos delanteros del pie.

Levanta la rodilla trasera del suelo presionando la parte posterior del muslo hacia el techo y pasa la mano por el talón trasero separando las dos piernas. Lleva el pecho hacia adelante, alargando la columna, relaja los hombros y ensancha el pecho. Mantén el cuello estirado y mira ligeramente hacia adelante. Permanece en la postura entre 5 a 10 respiraciones y luego cambia de lado.

Si las caderas apretadas dificultan bajar los antebrazos, no pasa nada. Practica con las manos en el suelo y cuando estés lista, utiliza bloques de yoga, un cojín o una almohada para bajar lentamente a medida que tus caderas ganan movilidad. También puedes usar algo acolchado debajo de la rodilla trasera para aliviar cualquier molestia y evitar demasiada presión sobre la rótula. Puedes enrollar el exterior de tu estera de yoga hacia adentro o colocar una manta debajo de la rodilla trasera.

Ampliar

Coloca las caderas hacia el pie delantero para crear una línea recta desde el pie trasero o la rodilla hasta las caderas, los hombros y la coronilla. Evita hundirte en las articulaciones de la cadera, el codo y el hombro, abrazando la parte delantera interna del muslo hacia adentro, alcanzando la parte posterior del talón y llevando el pecho hacia adelante.

Mantén la parte posterior del cuello relajada y alineada con el resto de la columna. Evita dejar caer la cabeza. Respira lenta y profundamente para liberar la tirantez y la tensión. Además, es importante relajar la mandíbula moviendo los labios o exhalando con un suspiro largo y profundo.

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La postura del lagarto funciona maravillosamente bien en combinación con muchas de las otras poses de yoga para abrir caderas, como Mariposa, Guerrero o Diosa. Abrazar la parte delantera del muslo hacia adentro también fortalece los músculos internos del muslo, lo cual es importante para equilibrar la rotación externa de la cadera en muchas de estas otras posturas de yoga.

Esta postura es un abridor activo de cadera, pero puedes hacerlo más reparador apoyándolo con refuerzos y tomándolo con calma. Al practicar yoga, es importante recordar que no podemos forzar a nuestros cuerpos a ser más flexibles y tratar de empujar o lograr fuerza es a menudo contraproducente. Ante todo, mucha calma.

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