NO TE PIERDAS

La reina Letizia rescata su traje gris de cuadros más elegante de Hugo Boss para la reunión con la Fundación Princesa de Girona

fitness

Yoga para el desequilibrio hormonal: consejos, trucos y mejores posturas

El desequilibrio hormonal en tu cuerpo puede manifestarse en forma de diversos problemas de salud. ¿Por qué no intentar solucionarlo practicando el yoga? ¡Funciona! Aquí tienes consejos, trucos y las mejores posturas para ayudarte.

Mujer practicando yoga. PEXELS

El desequilibrio hormonal te puede fastidiar mucho la vida. A cualquier edad, pero todavía más a partir de los 40 o 50. Te es difícil lidiar con el mal humor, cada jornada se te hace un mundo, los sofocos acaban contigo, no puedes dormir, te deprimes… ¿Has pensado en el yoga? Realmente te puede ayudar mucho más de lo que crees si conoces consejos, trucos y las mejores posturas.

El sistema endocrino está compuesto por un conjunto de glándulas productoras de hormonas. Las hormonas producidas son esenciales para llevar a cabo prácticamente todas las funciones del cuerpo, desde el mantenimiento de los niveles de energía, el metabolismo, la función sexual, el estado de ánimo, el crecimiento y el desarrollo.

Cuando hay un desequilibrio hormonal, puedes desarrollar una amplia variedad de síntomas, como dolores de cabeza, problemas de piel, insomnio, fatiga, aumento o pérdida repentina de peso y pérdida muscular, por nombrar solo algunos. En las mujeres, las irregularidades en el ciclo menstrual y el flujo sanguíneo son muy comunes. Piensa en el desequilibrio hormonal como la receta de un plato: el exceso o la falta de cualquier ingrediente influye.

Es fácil ver por qué mantener el sistema endocrino funcionando a un ritmo óptimo es esencial para una buena salud. Además, si bien cada glándula del sistema endocrino tiene funciones específicas y puede causar ciertos síntomas si está desequilibrada, todo el sistema endocrino está conectado y trabaja en conjunto. Si una glándula está desequilibrada, es probable que también afecte a otras glándulas del sistema. El yoga te puede ayudar más de lo que crees a mantener el equilibrio de todo el sistema.

Yoga y hormonas

Ciertas posturas de yoga pueden estimular el sistema en general y ayudarlo a mantener una función óptima. Esto conduce a una producción y distribución constantes de estas hormonas por todo el cuerpo. El enfoque del yoga en la respiración también es beneficioso para estimular el sistema endocrino, ayudándolo a funcionar de manera más eficaz.

Además, hay que tener en cuenta que el desequilibrio hormonal también se produce debido al estrés. El papel del yoga en la reducción de este ha sido ampliamente documentado mediante diversos estudios científicos a lo largo de los años. Incorporar pranayama y técnicas de meditación también aumentará los beneficios de tu práctica de asanas, incluido el plano físico.

Bhujangasana o postura de la cobra

Esta es una de las mejores posturas de yoga para ayudarte a equilibrar las hormonas. Acuéstate boca abajo con los pies juntos, las palmas de las manos justo debajo de los hombros, los codos rectos hacia atrás y abrázalos contra los costados. Inhala para levantar el pecho del suelo. Lleva los hombros hacia atrás y levántalos solo hasta el ombligo.

Mujer practicando yoga en casa. PEXELS

Asegúrate de que los codos sigan abrazando los costados. No los dejes extenderse hacia los lados. Mantén el cuello en posición neutra, no lo levantes demasiado. La mirada debe permanecer en el suelo. Ahora inhala y exhala profundamente en la postura de la cobra durante cinco respiraciones largas y luego regresa a la posición inicial.

Setubandhasana o postura del puente

La postura del puente es otra asana genial para tratar el desequilibrio hormonal. Comienza acostada boca arriba, flexiona las rodillas y mantén los pies separados a la altura de las caderas sobre la colchoneta, asegurándote de que las rodillas y los tobillos estén en línea recta. A continuación, coloca las manos a los costados, inhala y presiona los pies contra el suelo, levantando suavemente las caderas.

Ahora levanta lentamente la espalda baja, media y alta de la colchoneta. Gira suavemente los hombros hacia adentro, tocando la barbilla con el pecho sin bajarla, apoyando el peso en hombros, brazos y pies. Mantén la postura durante cinco respiraciones profundas y, mientras exhalas, libera suavemente la asana y vuelve a bajar las caderas.

Malasana o postura de la guirnalda

En esta tercera postura sugerida comienzas separando los pies aproximadamente a la anchura de la colchoneta y girando ligeramente los dedos de los pies hacia afuera. Flexiona las rodillas y baja las caderas hacia el suelo para hacer una sentadilla. Si los talones se levantan del suelo, coloca una manta o toalla enrollada debajo. Sitúa los brazos por dentro de las rodillas, doblando los codos para presionar contra los muslos y juntando las palmas de las manos. Mantén la columna recta, las caderas en dirección al suelo y los hombros relajados, alejados de las orejas. Permanece en malasana durante aproximadamente 10 respiraciones profundas.

Temas

Ejercicio Yoga