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La imaginación, el mejor juguete

Guía práctica (juegos sencillos pero efectivos) para que los niños se diviertan y despierten su imaginación este verano.

Un niño haciendo dibujos con sus pinturas. / adobe stock

Joaquina Dueñas
JOAQUINA DUEÑAS

Llegan las vacaciones de verano para los niños que tienen por delante cientos de horas para jugar, pero en un mundo de sobre estímulos que vivimos, parece que los niños necesitan tener todas las horas de su vida ocupadas y repletas de juegos que, en muchas ocasiones requieren, además, un importante desembolso económico. Sin embargo, los niños tienen todo lo que necesitan para disfrutar en su cabeza. ¡La imaginación es el mejor juguete!

Para empezar a ejercitar la imaginación son necesarias son claves a las que estamos muy poco acostumbrados.

Claves:

  • Aburrimiento: Así es, si los niños están todo el tiempo ocupados y dirigidos, no hay espacio para la imaginación. Su gran aliado es el aburrimiento, cuando los niños no saben qué hacer, ¡se lo inventan! Así que deja espacio para que se aburran y miren a su alrededor para descubrir que debajo de la mesa hay un escondrijo secreto donde encontrar el tesoro de un pirata o que sus manos están llenas de magia.

  • Tiempo para pensar: Una vez aburridos, hay que dar tiempo a los niños. Cuando se plantea un juego, no se puede esperar que un niño acostumbrado a que una pantalla le cuente toda la historia empiece en dos segundos a crear la suya propia. Hay que dejarles tiempo para que piensen, para que imaginen y para que inventen tanto a la hora de jugar como ante el papel en blanco para dibujar.

Pues ahora, con el niño aburrido y con tiempo por delante para jugar, aquí tenéis algunas propuestas para empezar:

Propuestas de verano:

  • Caja de cartón: Es el juguete fetiche, uno de los grandes aliados de la imaginación. Igual puede ser un coche que un cohete espacial, la casa de un fantasma o la cueva de un troll. Pon una caja en medio de un espacio abierto y deja que tu hijo invente. Es posible que te sorprenda todo lo que es capaz de hacer solo con eso. Pero recuerda, dale tiempo y libertad para que invente. No intervengas salvo que las ideas sean desconsideradas o inapropiadas, pero primero observa, quizás lo que consideras un mal comportamiento sea un síntoma de algo negativo que le esté pasando al niño.

  • Naturaleza: Seguro que recuerdas aquel exitoso anuncio en el que un niño gritaba entusiasmado al descubrir su regalo: ¡Un paloooo! Pues sí, es un juguete perfecto y la naturaleza está lleno de ellos. Los niños están faltos de naturaleza, entre los árboles, junto al mar, en el río o en una montaña nunca les falta la diversión. Siéntate, relájate y déjale hacer en el campo, verás cómo tu hijo no para de inventar, explorar, descubrir y vivir aventuras.

  • Telas y disfraces: Restos de lana, cortinas viejas o sábanas estropeadas… Ponlo todo en una caja y déjales hacer. Un día serán reyes de la Edad Media y otros superhéroes salvando al mundo. Pueden montar escenario y teatros y seguro que aprovechan mejor los juguetes que ya tienen, utilizando a los muñecos como actores secundarios de su función tan especial.

  • Pinturas: Nunca pueden faltar en tu hogar rotuladores, ceras, acuarelas, pinceles y papel, mucho papel. Una buena opción puede ser un rollo de papel continuo. Puede que te pidan buscar en internet algo para copiar, pero no sucumbas, ayúdales a que sean ellos los que inventen sus propios personajes o coloreen cómo se sienten. Si te unes a ellos quizás descubras una estupenda forma de relajarte y de dejar libre tu mente.

  • Baila: Si pasa el tiempo y ves que tu hijo no reacciona, no desesperes y ¡pon música! El baile es también una forma de expresión, un juego y una manera de inventar y de divertirse. Quizás sea el modo que más se adapte a tu hijo para para despertar su imaginación y su creatividad. Un juego para todos los niños y especialmente para aquellos más inquietos.

  • El cuento de las palabras locas: Coge un diccionario o recorta palabras de un periódico o revista y mételas en una caja. Id sacando palabras al azar para inventar una historia. Cada uno de los niños que juegue tiene que inventar unas frases con una historia que el siguiente tiene que continuar incluyendo las palabras que saque de la bolsa o que aparezcan en la página del diccionario por donde se abra al azar.

  • Las películas: Es el juego tradicional de mímica por equipos y se puede hacer con películas, animales, oficios o lo que queráis. Siempre adaptándolo a la edad de los participantes. Seguro que no parareis de reír en toda la tarde.

  • Conociendo mi cuerpo: Cada día el ocio de los niños es más sedentario, así que el verano es el momento ideal para dar a los niños tiempo y espacio para conocer su cuerpo sus limitaciones y sus capacidades. Anímales a hacer volteretas, a hacer el pino, corretear haciendo la carretilla, jugar a las carreras de sacos o pintar una rayuela.

  • El alfarero: ¿Sabes qué hay escondido en un trozo de barro? Elige un lugar de casa fácil de limpiar y dale un trozo de barro a tu hijo. Después pregúntales qué esconde ese trozo de barro y déjale hacer. Al día siguiente sigue la diversión porque una vez seco, llega el momento de pintarlo y recuerda que no pasa nada y tu hijo no sigue la realidad y pinta a una persona verde o a un árbol rosa fucsia. Se trata precisamente de eso, de darles libertar para crear.

  • Títeres con calcetines: Los calcetines pueden ser todo tipo de personajes. Ahora que ha llegado el calor y que los calcetines del invierno les quedarán pequeños el año que viene se les puede dar una nueva vida pegándoles unos botones por ojos y lana de pelo. Seguro que cuando termine de montar a los diferentes personajes ya tiene una historia rondándole en la cabeza.

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