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pueblos con misterio

Este es el pueblo marinero con más encanto de las Rías Baixas: cruceiros, brujas y la mayor concentración de hórreos de Galicia

Pontevedra esconde uno de los pueblos más bonitos y mágicos del norte de España en el que las historias de meigas se mezclan con una preciosa muestra de arquitectura tradicional.

Combarro, Pontevedra Turismo Poio

Galicia es una de las comunidades autónomas más mágicas de España. El halo de misterio y un encanto mágico envuelve sus localidades en las que las leyendas y tradiciones se han convertido en seña de identidad de la región. Y aunque esta característica sea aplicable a toda la zona, en algunos pueblos este encanto se magnifica hasta convertirse en su principal atractivo.

Este es el caso de Combarro, un pueblo marinero ubicado en Pontevedra en el que las historias de meigas y las leyendas creadas entorno a ellas se mezclan con los mejores ejemplos de arquitectura tradicional gallega. El resultado, uno de los pueblos más bonitos y agradables de visitar de las Rías Baixas en el que no solo podrás conocer más en profundidad la cultura gallega, también podrás deleitarte en un escenario único perfecto para visitar en vacaciones.

Combarro se ubica en la parte norte de la ría de Pontevedra, muy cerca del centro de la ciudad, y destaca por ser un pueblo pequeño de callejuelas estrechas con los edificios marineros como protagonistas. Su casco antiguo, situado a la orila de la ría, lo conforman calles empedradas y casas mariñeiras en piedra y madera, pero también edificios que se remontan a la Edad Media y que conviven con la esencia marinera gallega que se ha mantenido intacta a lo largo de los años.

Junto a estas viviendas típicas de la región, Combarro sobresale por dos tipos de construcciones que marcan la estética de la localidad: los cruceiros y los hórreos. Los cruceiros hacen referencia a grandes cruces de piedra que se colocaban tradicionalmente en cruces de camino o cerca de algún templo religioso. En Combarro hay un total de ocho cruceiros, en su mayoría ubicados en el centro histórico, hechos en granito y con una particularidad: todos cuentan con una imagen de la Virgen que mira hacia el mar.

Hórreos de Camborro, Pontevedra Turismo Poio

Pero el verdadero emblema de este pueblo marinero son los hórreos. Tradicionalmente, estas construcciones hacían las veces de almacén donde guardaban alimentos. Los hórreos se elevan sobre plataformas de piedra redonda con el fin de que roedores y demás animales de la zona no pudiesen atacar la comida. Combarro cuenta con el mayor número de hórreos de Galicia, entorno a 70, que configuran la silueta del pueblo. Cuentan con la particularidad de que ninguno es igual que otro, lo que contribuye a crear una estética aún más especial, y muchos de ellos se encuentran colocados junto al mar, reflejándose en el agua en una imagen digna de ver.

Las plazas también juegan un papel fundamental en la formación del casco antiguo de Combarro. Una de las más especiales es la Plaza da Fonte, donde se ubica uno de los cruceiros más antiguo del pueblo, datado del siglo XVIII. Otra plaza de renombre presidida también por un cruceiro es la de San Roque, que se encuentra en la calle homónima que es una de las más famosas del pueblo. En la Rúa de San Roque se encuentra también la iglesia dedicada a este santo, un templo marinero de lo más especial.

Plaza de San Roque, Combarro Turismo Poio

Combarro, tierra de meigas y leyendas de amor prohibido

El mar, las casitas de pescadores o las construcciones identitarias de la cultura gallega son caldo de cultivo para que Combarro sea tierra de leyendas. Y es que otra de las características más populares de este pueblo es que es refugio de meigas, brujas autóctonas de Galicia responsables del encanto de localidades como esta, pero también objeto de terror para mucho (de ahí que los cruceiros, más allá de su fin práctico, estén tan presentes como elementos de protección para los habitantes).

Pero, a pesar del halo de misterio y terror que desprenden estos seres, las meigas también son objeto de una de las leyendas románticas más populares de la zona. Hablamos de la relación tormentosa entre una meiga y un marinero. Según cuenta la tradición, en Combarro vivía Aldara una bruja buena a la que, sin embargo, todo el mund temía. Un día llegó a la costa Xoán, naúfrago de un barco portugués que fue encontrado por Aldara y quedó al cuidado de ésta hasta que, finalmente, surgió el amor entre ambos.

Pero la condición de bruja de ella levantó habladurías en el pueblo, que obligó a los amantes a esconderse entre los hórreos para dar rienda suelta a su amor. El romance se frustró cuando Xoán desapareció en el mar, según dice, preso de una maldición. Aldara pasó el resto de su vida esperándole sentada en las rocas e implorando al mar un regreso que nunca pasó. Según afirman algunos marineros del pueblo, todavía puede verse una figura femenina en los días de niebla sobre las aguas, quien dice que es Aldara que no se cansa de esperar el regreso de ese amor frustrado que nunca pudo ser.

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