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La temporada final de El cuento de la criada está siendo una de las mejores en los últimos años y su creador, Bruce Miller, ha logrado recuperar la esencia de los primeros años con una historia muy bien contada y unos personajes con los que volvemos a estar conectados. Una trama brillante y un guión sublime que tuvo uno de sus puntos más álgidos en el último episodio, en el que conocimos el final de dos pilares fundamentales de la ficción.
Un capítulo que pone cierre a uno de los arcos narrativos más importantes de toda la serie y que funciona a las mil maravillas como antesala del final apoteósico que está por venir y que todos esperamos. Por supuesto, y si aún no has visto el penúltimo episodio de la última entrega de la producción original de Hulu, es preferible que no sigas leyendo sino quieres llevarte algún que otro spoiler contigo.
El guión de esta obra maestra corrió a cargo del mismísimo Eric Tuchman, guionista principal de la serie ideada por Miller, que desarrolla de manera brillante una historia que encaja perfectamente y que la misma Elizabeth Moss se encargó de dirigir, realizando una labor muy buena tras las cámaras ofreciendo el ritmo y el pulso narrativo que reclamaba un episodio tan emotivo como este.
Este penúltimo capítulo sirve para empezar a marcar el final de Gilead con la muerte de sus comandantes, incluyendo la de Nick Blaine (Max Minghella) y Joseph Lawrence (Bradley Whitford), en la explosión de un avión en el que también viajaba el temido Gabriel Wharton (Josh Charles). Un giro de lo más sorprendente y que lo pone todo patas arriba de cara al esperadísimo final del país y la victoria de la rebelión encabezada por June.
Una despedida brutal para dos de los personajes más interesantes e importantes de la ficción, como lo son Nick y Lawrence. Este último, decepcionado con los demás comandantes por su inhumano comportamiento y entendiendo que no tenían intención alguna de cambiar y que su único objetivo era el de recuperar la esencia de la anterior Gilead, decide participar en el plan orquestado por June y poner fin a la tiranía de Wharton y compañía.
Una evolución en un personaje que quiere redimirse de sus actos y que tiene la intención de limpiar sus pecados, pero que se siente solo y desamparado con el resto del culto, que no tiene interés alguno en cambiar sus dogmas. Es por ello que decide introducir la bomba en el avión en el que viaja la plana mayor, con la intención de escapar y tener la oportunidad de empezar de nuevo. No le da tiempo a escapar tras colocar el explosivo y decide no decir nada y sacrificarse, asumiendo que mientras ellos sigan vivos, no habrá verdadera libertad.
Un avión en el que también viaja como pasajero un Nick que no tiene posibilidad alguna de salvación tras traicionar a su amada June. En el capítulo 6 fuimos testigos de cómo destripaba todo el plan de infiltración de June ante la presión del maligno Wharton para salvarse a sí mismo, dejando a June totalmente rota ante la traición de alguien en el que ella confiaba plenamente y demostrando que, en realidad, era un egoísta que no estaba dispuesto a morir por la causa.
Nick estaba dispuesto a huír a París con ella, la ruta de escape soñada por ambos, sin pararse a pensar qué sucedería con el resto de rebeldes o con las demás mujeres esclavizadas por Gilead. Un comportamiento que hace dudar a June sobre si seguía siendo la misma persona de la que se enamoró, entendiendo que, en el fondo, nunca traicionaría a Gilead o sus principios.
Un desencuentro que explica lo que vimos al final del episodio 9 de la temporada 6, cuando June, que sabe perfectamente lo que va a suceder con el avión, deja entrar a Nick sin avisarle de lo que está por venir. Por un lado, para no poner en riesgo la misión que tiene que acabar con la vida de Wharton y sus secuaces, pero también como un reflejo de que ya no ve a Nick con los mismos ojos y le sitúa como una parte más del problema.
La despedida de estos dos personajes, uno redimiéndose y el otro sufriendo un severo castigo por sus pecados, pone fin a dos de las columnas vertebrales de esta serie en una de las muertes más sorprendentes que nos ha dado la televisión en los últimos tiempos. Todo queda visto para sentencia en el último episodio de una temporada final de infarto de El cuento de la criada que podrás ver en Max la semana que viene.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.