ESCAPADA DE CUENTO
ESCAPADA DE CUENTO
De historias de gestas entre caballeros, princesas y reyes está lleno el imaginario colectivo español. Nuestro país ha sido el escenario por el que han pasado ilustres personajes de la Historia Universal que han ido dejando su huella para que hoy, desde el siglo XXI, podamos mirar al pasado y reconocer a través de ellas los pasos previos que han ido configurando también nuestra historia.
Aunque en mucho puntos del país solo queden restos de lo que fue, otros se han conservado tan bien que pasear por las calles de algunos pueblos sea como trasladarse a épocas. Incluso hay lugares históricos que hoy acogen turistas y que permiten, incluso, poder pasar la noche en ellos y dormir entre los muros de un palacio que ha sido centro y testigo de acontecimientos de gran importancia para nuestra historia.
Esto es lo que ocurre en Benavente, un pueblo de Zamora ubicado en sobre los ríos Órbigo y Esla y muy cercano a la provincia de León, una posición estratégica que ha dado mucho juego a lo largo de los siglos. Por eso, Benavente fue el lugar escogido para levantar una de las fortalezas más importantes de la Península que, si antaño tuvo importantes funciones defensivas, hoy es uno de los Paradores más especiales del país donde es posible pernoctar y disfrutar de los encantos de una historia aún viva entre sus muros.
Para conocer la historia del Parador de Benavente tenemos que remontarnos al siglo XII, cuando los Condes de Benavente mandaron levantar un Castillo Palacio en el lugar donde ya se ubicaba una fortaleza anterior. Su importancia no solo radica en la labor defensiva que llevó a cabo gracias a su localización privilegiada para ello, también en uno de los hechos históricos más relevantes que tuvo lugar entre sus muros.
Y es que este Castillo Palacio fue el lugar escogido por el rey Alfonso IX de León para celebrar las cortes en el año 1202 y donde se llevó a cabo la adhesión de Castilla y León. El entonces castillo de la Mota quedó marcado desde ese momento por este hecho tan relevante que marcó nuestra historia. Pero el relato de este particular castillo no queda aquí, pues en los siglos posteriores su historia y su valor patrimonial no hizo más que crecer.
Prueba de ello es la Torre del Caracol, que hoy se conserva prácticamente intacta. Esta torre de estilo renacentista se levantó en el siglo XVI por órdenes del conde de Benavente, que pertenecía a la casa Pimentel (cuyos escudos aún pueden apreciarse en su fachada). En su interior destaca un precioso artesonado mudéjar que en su momento perteneció al ya desaparecido convento de San Román del Valle. Durante la Guerra de la Independencia buena parte del castillo quedó destruida, tan solo la torre se conservó intacta y en la actualidad, aunque con varios trabajos de restauración a sus espaldas, los visitantes del Parador puedes apreciarla prácticamente como fue creada y concebida siglos atrás.
Pero su bagaje histórico o su arquitectura no es el único atractivo del que puede presumir el Parador de Benavente (y que hace que sea uno de los destinos predilectos para pernoctar si visitas la región). El entorno natural que rodea el antiguo castillo también suma muchos puntos a favor a la hora de crear este encanto único del que presume. Desde sus habitaciones podrás disfrutar de las vistas a los valles del Tera y el Órbigo, rodeados de vegetación frondosa y con el rumor del agua del río como banda sonora de un paisaje bucólico que hace aún más palpable la sensación de estar dentro de un cuento de hadas.
En su interior puedes disfrutar de descansar en estancias de esencia renacentistas, con tapices, lámparas de ensueño y una fuerte presencia del arte mudéjar que conforman un enclave único y de lo más apacible para mimetizarte por completo con la esencia del lugar. Aunque esta región de España se caracteriza por las temperaturas más bien frescas que no restan un ápice de encanto el lugar, los visitantes que acudan los días de más calor podrán disfrutar de un baño en su piscina con vistas al espectáculo arquitectónico y natural.
Si su historia y su belleza te han convencido para pasar unos días en uno de los Paradores más especiales de España, aprovecha la oportunidad para conocer más a fondo Benavente, este pueblo de la provincia de Zamora que no se queda atrás en lo que a riqueza patrimonial se refiere. Uno de esos enclaves de obligada visita es la iglesia de Santa María del Azogue, una construcción que comenzó también en el siglo XII de estilo románico, pero con influencias de otros estilos y épocas que reflejan a la perfección la historia de la zona.
De la misma época es también la iglesia de San Juan del Mercado, de estilo románico y con un gran valor iconográfico. Junto a ella se encuentra el edificio de la Encomienda, una construcción civil del siglo XIX de gran valor arquitectónico. La ermita de la Soledad del siglo XVI, el ayuntamiento de estilo neoclásico o su particular puente medieval que atraviesa el río Esla son algunos de los atractivos turísticos que te ayudarán a vivir la experiencia completa de Benavente, un destino perfecto para amantes de la historia y la belleza que vas a querer volver a visitar.