NO TE PIERDAS

La reina Letizia rescata su traje gris de cuadros más elegante de Hugo Boss para la reunión con la Fundación Princesa de Girona

PSICOLOGÍA

Elizabeth Clapés, psicóloga: «Ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarte a él y seguir viviendo»

El miedo es un sistema de alarma que nos avisa de posibles peligros, pero si le tienes miedo a todo, puede convertirse en un obstáculo para disfrutar de la vida.

Ser valiente no significa no tener miedo a nada. Foto de Luan Nunes en Pexels.

El miedo es esa emoción incómoda que todos quisiéramos evitar, pero que inevitablemente nos acompaña durante toda la vida. No aparece porque sí: está programado en nuestro cerebro como un sistema de alarma que nos avisa de posibles peligros. A veces es útil, como cuando evitamos cruzar una calle sin mirar, pero otras, en cambio, se convierte en un obstáculo que nos frena a la hora de experimentar cosas nuevas.

Muchas personas creen que los valientes son aquellos que no sienten miedo, como si existiera una especie de superhéroe inmune a las dudas y temores. Pero nada más lejos de la realidad. La psicóloga Elizabeth Clapés lo deja claro: no se trata de no tener miedo, sino de aprender a vivir con él. Como ella misma afirma, «Ser valiente no es no tener miedo, sino enfrentarte a él y seguir viviendo».

El miedo, en el fondo, es un recordatorio de que estamos vivos, de que hay riesgos y de que necesitamos estar atentos. Lo que cambia es la forma en que lo enfrentamos. Podemos dejar que nos paralice o usarlo como un impulso para avanzar. La valentía no es la ausencia de miedo, sino la decisión de actuar a pesar de sentirlo. Esa es la diferencia entre quedarse atrás o seguir caminando.

La importancia de enfrentar tus miedos

Para Clapés, el valor está en la acción, no en la ausencia de temor. «Todo me da miedo porque yo soy muy contrafóbica. Yo soy una persona supervaliente porque tengo muchos miedos y los voy venciendo», confiesa. Y esa confesión desmonta la idea romántica de que el valiente no tiembla nunca. En realidad, tiembla, duda, pero decide continuar. Ahí está la verdadera fuerza.

En su opinión, quienes carecen de miedos no pueden ser considerados valientes. «Una persona que no tiene miedos no es valiente porque no tiene que enfrentarse a la sensación de enfrentarse a algo con miedo», explica Clapés. El coraje nace precisamente en ese choque entre lo que nos asusta y lo que decidimos hacer igualmente. Esa tensión, aunque incómoda, es el campo de entrenamiento de la valentía.

Ella misma lo ilustra con ejemplos cotidianos: «Yo soy muy valiente porque yo vivo enfrentando miedos constantemente. (…) A mí me da miedo hasta poner gasolina y cuando veo que algo me da miedo digo, pues lo hago. O sea, lo hago con miedo, pero lo hago». Esa actitud es un recordatorio de que no hay que esperar a que el miedo desaparezca. La clave está en convivir con él y seguir adelante.

Cómo aprender a luchar contra el miedo

El miedo, como emoción, cumple una función protectora. El problema aparece cuando se multiplica y empieza a teñir cada aspecto de la vida. Si todo genera temor, llega la parálisis. Por eso es fundamental aprender a diferenciar entre el miedo que nos protege y el que nos limita. No se trata de eliminarlo, sino de ponerlo en su lugar: usarlo como señal, no como cadena que nos inmoviliza.

La psicóloga insiste en que la clave está en actuar, aunque sea con nervios o inseguridad. El truco es empezar con pequeños pasos: atreverte a decir lo que piensas en una reunión, llamar a alguien que has estado posponiendo o atreverte a probar una actividad nueva. Cada experiencia suma confianza y demuestra que, aunque el miedo aparezca, puedes atravesarlo y salir fortalecido.

Otra herramienta útil es cambiar la conversación interna. En lugar de repetir «no puedo» o «me da miedo», plantearlo como un reto: «me da miedo, pero lo voy a intentar». Esa diferencia de lenguaje genera un impacto en la forma de actuar. El miedo no desaparece, pero se transforma en combustible. Así, poco a poco, aprendemos a vivir más libres, aceptando que la valentía es, en esencia, hacer las cosas con miedo.

Temas

Psicología