FELICIDAD

Mario Alonso Puig, experto en desarrollo personal, sobre la gestión de las emociones: «Un dolor compartido pesa menos»

El aislamiento y la soledad aumentan los niveles de cortisol, lo que también contribuye a disminuir la esperanza de vida.

Cuando te sientes mal, lo mejor es compartirlo con alguien de confianza. Foto de Alina Matveycheva en Pexels.
Mario Alonso Puig, experto en desarrollo personal, sobre la gestión de las emociones: «Un dolor compartido pesa menos»
Sara Flamenco
Sara Flamenco

Uno de los pilares clave de la felicidad del ser humano es la relación con sus semejantes. El contacto social, comunicarnos con los demás y sentir su apoyo, es algo muy importante, aunque a veces lo menospreciemos. De hecho, aislarte del mundo durante mucho tiempo puede generar sentimientos de tristeza, ansiedad o incluso depresión, por lo que es necesario cultivar nuestras relaciones sociales.

Pero, ¿qué pasa cuando tienes un problema? En estos casos, existen dos tipos de personas: los que buscan el apoyo de los demás, y los que se aislan de todo el mundo. ¿Os imágináis qué reacción es peor? «La reacción más natural es aislarnos, pensando que así evitaremos ser una carga o mostrar nuestra vulnerabilidad», explica el experto en bienestar, Mario Alonso Puig. «El aislamiento rara vez calma; más bien, profundiza el malestar», continúa.

La soledad te hace vivir menos

La vida no siempre es fácil ni está compuesta sólo por buenos momentos. Hay situaciones tristes, baches emocionales y etapas en las que nos sentimos mal. Y es en ese momento cuando tenemos que pedir ayuda. «Cuando nos sentimos pequeños o frágiles», cuando nos tenemos que dejar abrazar por esos seres queridos. «Lo mejor que podemos hacer es abrirnos a alguien de confianza«, asegura Puig.

«Expresar lo que llevamos dentro no sólo aligera la carga, sino que nos recuerda algo esencial: no estamos solos. Un dolor compartido pesa menos«, recuerda el especialista. Y no sólo lo dice él, sino que un reciente estudio publicado en la revista Health Psychology, le da la razón. Estos investigadores llegaron a la conclusión de que el aislamiento social produce mayores niveles de soledad, y la combinación de ambos, se asocia un mayor riesgo de mortalidad.

Sí, según este estudio, aislarse de los demás tiene efectos negativos en nuestra salud mental. Aumenta el riesgo de padecer depresión, ansiedad, deterioro cognitivo e incluso aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades como el Alzheimer, sobre todo en personas mayores. Por no hablar, claro, de que, en casos graves y prolongados, la soledad indeseada puede llevarte a ideas suicidas al sentirte poco valorado y rechazado constantemente.

Es por eso que Puig no sólo te anima a compartir tu dolor con alguien de confianza, sino a convertirte en esa persona en la que alguien se apoye. «Si conoces a alguien que está pasando por un momento difícil, lo más valioso que puedes ofrecer es tu presencia: escuchar sin juzgar, acompañar con cercanía, y estar ahí. Eso, muchas veces, es lo que más sana», asegura.

¿Significa eso que nunca podemos estar solos? Por supuesto que no. Aprender a estar a solas y en paz, es muy importante, y una ocasión perfecta para conocerse mejor a uno mismo. Pero una cosa es la soledad elegida, durante un tiempo, y otra aislarte de la sociedad, ya sea de manera voluntaria (aparentemente) o por obligación. Si algún día te sientes mal, no te encierres en tu habitación; cuéntaselo a algún amigo o a alguien de confianza.

Relaciones sociales, la clave de la felicidad

La Universidad de Harvard lleva más de 80 años estudiando los caminos que nos llevan a la felicidad. Esta investigación, que ahora mismo dirige Robert Waldinger, llegó a la conclusión de que las relaciones sociales sólidas y de calidad son la clave para la felicidad y la salud a lo largo de la vida. No, no son los logros materiales o el éxito profesional los que más contribuyen a una vida plena, sino las conexiones humanas significativas.

Según aseguran, la soledad y el aislamiento son focos de estrés, puesto que si te ocurre algo en tu vida que hace que te suba el cortisol, y no tienes a nadie con quién compartirlo, estos niveles de cortisol permanecerán altos, aumentando tu frecuencia cardíaca y tu tensión arterial. Y estos factores desgastan el organismo de manera progresiva, contribuyendo al deterioro de diferentes sistemas corporales.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.