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¿Pensabas que la vagina era la parte del cuerpo con la que podías experimentar el máximo placer? Pues, no es así. Después de haber conocido el método Kivin para llegar al orgasmo de una forma más rápida, el orgasmo de pezón ya es una realidad y son muchas las mujeres que lo han experimentado.
De hecho, un estudio realizado por Barry Komisaruk, psicólogo de la Universidad de Rutgers, desveló que al masajear los pezones se activaba la misma región del cerebro que al estimular la vagina.
Puede que te parezca algo increíble, pero tiene su explicación. El pezón, al igual que el clítoris, es una zona muy sensible que cuenta con numerosas terminaciones nerviosas y al estimularlo, las mujeres podemos llegar al clímax.
Y digo podemos porque, por desgracia, no todas logramos sentir ese placer. Al igual que ocurre con el orgasmo vaginal, el clitoriano o con la estimulación del punto G, puede que no siempre se llegue al orgasmo, pero merece la pena intentarlo, ¿no crees?
Hay diversas formas de estimular el pecho para alcanzar un orgasmo de pezón. Se pueden pellizcar con suavidad, lamerlos con movimientos circulares o, incluso, succionarlos para activar las terminaciones nerviosas que te llevarán directa al Olimpo del placer. ¡Tú decides!
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