Premios Oscar: los looks de la alfombra roja, al detalle

La gran noche del cine es también la gran noche de la moda. Y es que la alfombra roja de los Oscar es la más esperada del año, con permiso de la gala del MET, tanto por el número de estrellas que se suceden, como por el desfile de alta costura que se puede ver a la entrada del Dolby Theatre de Los Ángeles.

Sin embargo, en esta 88ª Edición, hemos visto una de las alfombras rojas más descafeinadas que se recuerdan en los últimos años. Ni grandes atentados contra el buen gusto, ni vestidazos de ensueño dignos de suspiros y desvelos de las 'fashionistas'.

Cierto es que desde que Lady Gaga se ha vuelto sofisticada, las alfombras rojas tienen mucha menos emoción y esta noche, la actriz-cantante ha vuelto a ser una de las más glamourosas de la noche. Quién nos lo iba a decir hace unos años... Cate Blanchett no ha deslumbrado como de costumbre, nos han faltado ' Brandgelina' (aunque en su lugar hemos contado con Leo -diCaprio- y Kate -Winslet), Alicia Vikander se ha coronado con look de Vuitton que parecía inspirado en la Bella, Julianne Moore, Rooney Mara y Jennifer Lawrence han sido las mejores embajadoras de sus firmas de cabecera (Chanel, Givenchy y Dior, respectivamente), los brillos, los escotes palabra de honor y las siluetas sirena han vuelto a llevarse el protagonismo, y el blanco se ha impuesto al negro como rey de la noche.

Eso sí, si para algo ha servido esta edición de los Oscar ha sido para ampliar el catálogo de diseñadores de la 'red carpet'. Es cierto que hemos visto looks de Chanel, de Dior, de Prada, de Gucci, de Marchesa, de Zuhair Murad, de Valentino, de Armani, de Versace, de Ralph Lauren o de Calvin Klein. No podía ser de otra forma. Pero nos gusta que las actrices (y sus estilistas) salgan de la zona de confort 'fashionista' que ofrecen las grandes marcas, y apuesten, con acierto o no, por nombres menos conocidos en el panorama internacional como Galia Lahav, Portia&Scarlett, Galvan, Elizabeth Kennedy, Dennis Diem, SAFFiYA o Christian Siriano.

En definitiva, una alfombra roja correcta, sin más, y eso no termina ser del todo bueno cuando se trata de la gran noche del cine... y de la moda.