derivada por el uso del medicamento
derivada por el uso del medicamento
Ozempic, Mounjaro, Wegovy son algunos de los nombres con los que se conoce a estos medicamentos indicados para tratar la diabetes, que, además ayudan a la pérdida de peso en casos de sobrepeso (y que también se está utilizando por otras personas para perder esos kilos que sobran de forma rápida). Recetado siempre por un profesional, su uso se ha extendido tanto que en el último año hemos visto muchos casos de pérdidas de peso acusadas en celebrities, que se asocian a este medicamento.
Eso sí, más allá de la pérdida de peso, tenemos que ser conscientes de otro de sus efectos secundarios que es la llamada «Ozempic face». Una consecuencia del uso de este medicamento que hace que se pierda volumen facial, además que aparezca flacidez y se produzca una marcación más acusada de arrugas y líneas de expresión por la rápida pérdida de peso. Este fenómeno se ha convertido en uno de los temas de conversación alrededor de la medicina estética y la doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic y el equipo médico de la Clínica Mira + Cueto explican cómo tratarla.
¿Realmente a qué llamamos Ozempic Face? Debemos de aclarar, como destacan desde el equipo de Mira + Cueto, que esto no se trata de algo «científico, ni debe entenderse como algo novedoso para esculpir el rostro», es decir que no hablamos de una tendencia de medicina estética. Las profesionales añaden que es un término de «esqueletización facial que se produce tras una pérdida de peso importante, de unos 8 o 10 kilos al menos. En el rostro existen desde profundo a superficial distintas estructuras faciales, entre los que se encuentran los paquetes grasos profundos y superficiales, que merman su tamaño con la pérdida de peso global».
Prosigue la doctora Jiménez y destaca que «es un efecto secundario a la desaparición de la grasa en la zona facial» y considera que es un tipo de cara que ya conocíamos «en aquellos corredores de fondo, de muy largas distancias que efectivamente van consumiendo toda su grasa facial». La profesional cree que es algo que a día de hoy «se ve mucho más por el uso de ciertos fármacos como la semaglutida» y que en lo que deriva en el rostro es en una pérdida de «grasa facial, con una sensación de flacidez, hundimiento de mejillas, surcos nasogenianos mucho más marcados, sensación de párpado caído y un aspecto cansado y envejecido». La experta también resalta que «se nota mucho más en aquellas personas que tienen la piel fina o a partir de cierta edad cuando esa capacidad de retraer de forma cutánea disminuye».
En definitiva, lo que se producen con estas pérdidas acusadas es una piel con un aspecto y con unos volúmenes más envejecidos. ¿Hay alguna forma de evitarlo? La doctora Jiménez cree que «una de las cosas más importantes es que la pérdida de peso sea mucho más progresiva de lo que se está realizando». La razón de esto es «para poder mantener una buena ingesta de proteínas, poder mantener una calidad de piel, hidratación en la zona, unas proteínas para que ese fibroplasto pueda seguir manteniendo toda la zona cutánea y que esa reacción de la piel sea de una forma armónica». Destaca que, en estos casos, lo que se produce es «una pérdida de volumen por debajo y toda la cara no ha tenido tiempo de adaptarse».
A los rostros que más afecta, destacan desde Mira + Cueto, es a aquellos «rostros delgados de base que tienen una pérdida ponderal importante, ya que, en pacientes con sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso no suele repercutir en una esquelización facial importante». Eso sí, añade el equipo médico que «se pueden acentuar sombras a nivel de la mejilla por reabsorción de los paquetes grasos a este nivel o acentuarse la flacidez corporal en papada y línea mandibular por pérdida de los paquetes grasos temporales y preauriculares, que suelen ser los primeros en reabsorberse con el proceso de envejecimiento». Concluyen que las razones por las que suele ir el paciente a consulta son «porque su aspecto empieza a ser de cansancio o que se acentúa el descolgamiento principal».
¿Es por este motivo por el que los rostros se ven más envejecidos? En Mira + Cueto explican que «con los déficits volumétricos marcados pasamos de un rostro de aspecto jovial y saludable a un rostro esqueletizado». En este rostro, «se ha atrofiado la grasa facial (que conforma el almohadillado de la cara) y se ven acentuados los rebordes óseos». Por esta razón, añaden las expertas se «transmite aspecto de cansancio por hundimiento de la mejilla a nivel anterior, a veces de tristeza, las sienes se ven hundidas y también favorece la progresión de la flacidez y la rotación de estructuras faciales que aportan un mayor grado de descolgamiento. Todo ello nos hace parecer mayores y nos vemos favorecidos».
Existen tratamientos específicos para ayudar a paliar la conocida como «Ozempic Face». La doctora Elena Jiménez, de Eleca Clinic, destaca «aquellos tratamientos que nos van a ayudar dando volumen en las zonas que se va perdiendo, ayudando con tratamientos estimuladores del fibroplasto como son los polinucleótidos, el ácido hialurónico no reticulado, evitar la exposición al sol, mantener una hidratación interna y externa a nivel facial correcta y, desde luego, reducir la velocidad de la pérdida de peso». La profesional recomienda otros tratamientos, en el caso de que hayamos perdido soporte facial basado en grasa, como la «lipotransferencia de grasa de otras zonas de cuerpo».
¿Qué ocurre si no queremos recurrir a las cirugías? Jiménez destaca otros tratamientos como los «rellenos estructurales, ya sea con ácido hialurónico o con inductores de colágeno tipo hidroxiapatita cálcica». Por último, menciona la estimulación mediante «la radiofrecuencia, el ultrasonido o a veces incluso el láser, pero lo más importante es devolver la estructura, el soporte facial perdido».
Coinciden en Mira + Cueto con el ácido hialurónico y mencionan que hay pacientes que no quieren optar por inyectables. En este tipo de casos recomienda, «un adecuado estudio de la anatomía del paciente e individualizado el tratamiento para aplicar las cantidades en puntos estratégicos». Con ello conseguimos «rejuvenecer el rostro aportando jugosidad y efecto buena cara si perder naturalidad».
¿Y si se recupera el peso? La doctora Jiménez menciona que «muchas veces esa zona de grasa que se ha perdido vuelve otra vez a colocarse en su sitio, pero hay veces que no porque por el proceso de pérdida de grasa tan rápido se ha asociado un envejecimiento y a lo mejor, o en algunos casos, no va a recuperar exactamente los mismos volúmenes que existían previamente». Por ello, finaliza destacando que es esencial «hacer una valoración médica individualizada, controlar la velocidad de pérdida de peso e ir aportando el soporte facial necesario para evitar esa sensación de cara vacía, ya sea ese soporte, ya sea mediante grasa propia del paciente de otras zonas del cuerpo o mediante rellenos estructurales».