Pino Montesdeoca, modelo y actriz: «Me gustaría dar un mensaje a las jóvenes, no pasa nada por hacerse mayor»

Pino Montesdeoca y yo nos conocemos desde hace años y, por este motivo, entrevistarla es algo que me hace particular ilusión. Un perfil habitual es las citas de la moda, que ha roto moldes en los estándares de la moda habituales por su estatura y su edad, demostrando que la diversidad cada está cada vez más consolidada. Más allá de su aspecto, hablar con ella es siempre una aventura porque se trata de una persona que no tiene miedo a afrontar las adversidades y que es capaz de reinventarse allá donde vaya.

De su infancia en Canarias y posterior matrimonio que la llevó a Suecia, a su actual carrera como modelo y actriz, pasando por todos los reveses que ha vivido en su vida, se habla en su libro «La edad es un número. La actitud lo es todo». Una emocionante lección de que tenemos que aprender a mirar a la vida a la cara para conseguir salir adelante. Pino es la mujer de las mil facetas y hablamos con ella sobre autoestima, belleza, lucha y sobre cómo salir adelante pase lo que pase.

Una de las cosas más llamativas cuando conoces a Pino Montesdeoca es que siempre va con una sonrisa a todas partes, que va unida a un aura muy especial. Leyendo su libro y conociendo mucho más ciertas parcelas de su vida, esto es sorprendente. Para ella es una cuestión de que «en la vida son todo decisiones y la mía fue la actitud, estar abierta a todo» y añade «por supuesto que me enfado como todo el mundo, estoy triste, tengo días difíciles, pero en vez de hundirme o estar amargada he tomado la decisión de que me cuesta menos la otra».

El libro surge porque la editorial La Esfera del Libro contacta con ella, pero para Pino no es ajeno el escribir, «siempre lo he hecho, pero claro, yo escribía notas y las voy dejando para leerlas y darme cuenta de las chorradas que puede uno pensar en momentos diferentes». Eso sí, destaca que «escribir con una fecha límite, sabiendo que la gente tiene acceso a leer lo que tú sacas del alma, eso no me gustó mucho». La razón de esto es que simplemente «he estado construyendo a esa persona que soy hoy por decisión propia y por qué la vida te lleva por ahí», considerando que se trata de «un recorrido a través de una vida donde voy contando emociones, que son muy parecidas a las que sentimos todos. Una muerte, un viaje, un trabajo, todo eso lo sentimos todos».

A través de este recorrido conocemos sus viajes alrededor del mundo, sus distintas facetas, a su familia y los problemas a los que se ha tenido que enfrentar. Si hablamos del aprendizaje que ha extraído del libro es que «escarbar en el alma es una tarea muy complicada porque cuando es para ti la puedes usar. Hacia los demás pienso en el respeto hacia otras personas y a lo mejor, aunque cuente la parte bonita de mis emociones, puede que no les guste y, evidentemente, es algo igual que en la vida». Por esta razón, concluye que «escribir un libro no tiene por qué ser desnudarte delante de gente, sino saber de qué estás hablando» y añade que «otra cosa también es saber gestionar cosas que tienes dentro cuando empiezas a escarbar en tu alma, cosas que pensabas que no hacía falta gestionarlas».

La faceta por la que se ha hecho Pino reconocida es la moda. Menciono que es un referente de la moda silver y ella es contundente: «yo no entiendo muy bien lo de la moda silver, porque entre silver y dorado nunca voy a saber de qué color son mis canas, pero hay mujeres que no se dejan sus canas o no las tienen y tienen mi edad. Por lo tanto, prosigue, «nos gusta poner una etiqueta para poder poner a la gente en su sitio». Por este motivo, le pregunto cómo se siente en una industria en la que priman a un público más joven, para la canaria dice que «es una paradoja porque es el mundo de la moda es el que ha abierto las puertas y puedes ver a mujeres increíbles que ya pasan de los 50, de los 60, de los 70 e incluso gente que pasa de los 80».

Proseguimos charlando y le pregunto por su vínculo con la moda española, donde Montesdeoca cuenta con grandes amigos. Para ella «la moda es una forma de expresión maravillosa, donde cada vez tenemos más referentes para poder expresarnos». Antes no era sí y reconoce «en mi vida antigua, la moda era superficial, estúpida y banal pero cuando iba al armario elegía lo que iba a ponerme para que los demás pudieran leer mi personalidad, entonces, sí que era importante». Centrándose en nuestro país considera que «tenemos una cantera maravillosa, con gente que sabe hacer las cosas bien y con ganas de hacerlas mejor todavía. Me gusta nuestra manera porque vas a París, Londres o Milán y no tenemos que compararnos». ¿Cuál es la razón? «Todo lo que hacemos los españoles lo hacemos a nuestra manera. Tiene sello de identidad y es importantísimo que la moda española siga ahí y que tenga una identidad muy propia».

La belleza también forma parte de Pino ya que ha trabajado con grandes marcas de belleza. ¿Cómo ha cambiado su relación con su imagen y su cuerpo? La modelo y actriz dice que «es un continuo cambio. Empezando por los 14 con la primera menstruación, luego cuando eres madre se cambia el cuerpo y a los 40 ves otras cosas, es un continuo cambio, ¿qué se le va a hacer? Voy a cambiar, no puedo permanecer.» Por ello, le pregunta si queda camino por recorrer en los sectores de la moda y de la belleza y considera que «queda un camino largo por recorrer en todo. Todo lo que se va ganando hay que mantenerlo y en el mundo de la moda estamos empezando una nueva era, pero existe un protocolo que es importante seguir para que no se desmadre».

A la hora de vestir, Pino tiene un estilo muy reconocible que combina la elegancia con un punto macarra. ¿Qué destaca del mismo? «A mí lo que me gusta es tener movimiento, que pueda mover manos, piernas o… que me pueda subir a un árbol». Dentro de su estilo, también intenta que sea intergeneracional, no se ata a su edad, y destaca «hay mujeres elegantes que son estáticas, pero a mí no creo que el movimiento me quite elegancia, hago lo que pienso que me gusta y si les gusta a los demás, genial».

Si hablamos de belleza, ya que Pino tiene una muy reconocible, menciona que «me levanto a las cinco de la mañana y a veces duermo ocho horas y normalmente no». Tiene dos rituales, uno de mañana y otro nocturno, pero para ella lo importante es el momento de estar en contacto consigo misma «con mi vela, mi música». Un momento único en el que aplicar los productos que sabe que son buenos para su piel, pero en el que «si me estoy toqueteando, yo estoy bien. No es un truco, es algo que hacen todas las mujeres». ¿Hay algo que le hubiese gustado saber de joven? En este punto es clara y destaca «si yo hubiese sabido lo que sé hoy, cuando era joven no hubiese pasado por las cosas que pasé y no podría ser la tipa que soy hoy. Es como si le das todo a un niño y nunca le dejas que fracase o se frustre».

Con toda la sabiduría y consejos que hemos visto en su libro, pregunto a Pino por el mensaje que quiere transmitir a esas mujeres que cumplen años y que sienten que eso hace que se alejen sus sueños o su inspiración. No quiere mencionar un consejo específico porque cada mujer tiene su esencia, pero recomienda «no te dejes presionar ni por tus propias presiones, que son las peores, ni por las del exterior que al fin y al acabo les importan un pimiento a todos. La única esperanza que yo le puedo dar a las mujeres maduras es que se fastidien y aprenda solitas».

A las jóvenes sí que quiere dejarles un mensaje: «no pasa nada por hacerse mayor». Añadiendo que «cada década es absolutamente increíble. Si te desconectas un poco de las expectativas que tú tienes sobre un cuerpo y empiezas a sacarle partido, vas a ser más felices». Por este motivo, destaca «no tengan miedo a hacerse mayores porque en cada década vas a sentir cosas absolutamente increíbles».

A Pino Montesdeoca no se le resiste ningún proyecto que se le ponga delante y el cine es su última pasión. Le pregunto por sus sensaciones y cree que «es un reto enorme» porque «primero hay que aprenderse un guion y luego vas ahí de principiante y quieres mantener tu dignidad, por lo que hay que ir a tiempo, preparada y con buena actitud, aunque me quede en blanco». Concluye es «un reto enorme, pero a mí me gustan los retos».

Unido a esto va una constante reinvención profesional, ¿cómo la planteamos en la madurez? Una persona como ella que ha hecho tantas cosas y tan dispares, sabe mucho sobre los cambios. En esta parcela pasa a nuestras vidas personales y dice que las personas «nos reinventamos todo del tiempo. Antes te hablé de los procesos que una mujer pasa y estamos reinventándonos constantemente». Entonces, ¿existe un secreto? «Muchas veces no te queda otra. ¿Qué hago? Me muero o sigo hacia adelante. Lo hacemos todo el tiempo, cuando nos mudamos, cuando tenemos hijos, cuando adoptamos un perro o un gato. Estamos todo el tiempo reinventado el estado de bienestar que tuvimos antes».

Cerramos la entrevista hablando de sueños y de si queda alguno por cumplir. «Yo no sueño» dice Pino Montesdeoca, «sueño por la noche, pero no sueño con nada que me pueda ocurrir, yo vivo esto, el presente, estar hablando contigo. Esto es lo que yo vivo y si pasan cosas bien pero no espero por ellas». En definitiva, una filosofía de vida práctica y muy realista de una persona que todavía tiene muchísimo que ofrecer.