Una fecha especial para Enrique Ponce y Paloma Cuevas... que este año ya no lo ha sido tanto

El 25 de octubre era un fecha más que señalada para Enrique Ponce y Paloma Cuevas. Un día marcado en sus calendarios desde hace 24 años y que, sin embargo, este 2020 ha dejado de tener peso para ellos. De hecho, las pocas imágenes que el diestro colgaba en su Instagram (antes de reinventarse como 'instagramer' para empatizar con su nueva pareja), solían verse ese día en los años sucesivos.

Ayer, Paloma y Enrique hubiesen celebrado 24 años de matrimonio. Casi un cuarto de siglo desde que se dieran el 'sí, quiero' en la Catedral de Valencia, recibiendo la bendición papal ante unos 1.000 invitados entre los que había rostros tan conocidos como María Teresa Campos, Eugenia Martínez de Irujo, Massiel y Fran Rivera.

Ya no habrá 25 de octubre que celebrar. Todos lo sabemos. Su amor se ha esfumado y, ahora, los festejos en pareja son tan solo un recuerdo del pasado. Pero, ¿ cómo pasaron el día de ese primer aniversario sin sentido para ellos? Ella, en Madrid. Después de haber pasado unos días en Córdoba, alejada del foco mediático que siempre supone estar en la capital.

" Esos momentos en los que la 'voz' del mar le susurra a tu alma son pura magia", escribía ayer al lado de una imagen en la que aparece radiante. Sonriente. Dejando patente que está pasando página. O, al menos, que quien quiera buscar el resquicio más mínimo de dolor en su gesto, va a darse de bruces contra un muro impenetrable.

¿Él? Después de las críticas que ha recibido por airear su nueva historia de amor en las redes, por el daño que haría a Paloma su falta de tacto (uno de los más duros con él fue Bertín Osborne, que considera una "humillación" lo que le ha hecho a su exmujer en estos meses), había curiosidad por ver cómo pasaba ese día.

Silencio. Nada de nada. Lo último que encontramos en ese Instagram al que le ha dado brío desde que se destapara su romance con Ana, es un vídeo de TikTok, precisamente junto a ella, colgado hace una semana. Ni una sola imagen que diera pie al morbo y la especulación. Ponce está muy centrado en grabar ese disco con el que ampliar sus horizontes laborales y no se sabe nada de él desde hace días.

Enrique ha podido trabajar estos días tranquilo y en soledad, puesto que las redes de Soria indican que esta ha aprovechado estos días para hacer una escapada a Bilbao con unas amigas. También discreta en todo lo que ha mostrado en ese aniversario de su pareja y la ex de este, era inevitable mirar por si descubría algún detalle que pudiera encender las antorchas de la polémica. Pero no...

Mientras tanto, en medio de este clima de silencio, Cuevas sigue esperando que el padre de sus hijas estampe su firma en esos papeles de un divorcio que se ha anunciado como de mutuo acuerdo... pero que no termina de materializarse para poder poner un punto y final rotundo a una historia que veíamos idílica hasta que se anunció una separación que rompió más corazones que los de los protagonistas estrictos de la noticia.