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No se llegó a casar, pero Mariah Carey parece dispuesta a convertir su ruptura de James Packer en un auténtico proceso de divorcio con desencuentro judicial incluido. Si hace unos días nos enterábamos de que el magnate australiano había roto su compromiso con la cantante, ahora los medios estadounidenses aseguran que ella le habría demandado y le pide ni más ni menos que 50 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.
Según ha publicado la web 'TMZ', la artista entiende que ha dejado de ingresar ciertas cantidades a causa de su relación. Por ejemplo, haberse mudado de Nueva York a California porque Packer quería estar más cerca de sus hijos y que Carey asegura que tuvo que cancelar una gira por Latinoamérica tras sufrir un incidente con su novio en un barco.
Todo apunta a que serán los tribunales quienes dicten sentencia en una relación que parecía acabar con una boda por todo lo alto –muy del gusto de Carey- a tenor del anillo de diez millones de dólares que Packer regaló a la cantante para pedirle que se casara con él. La ruptura se produjo hace unos días y la prensa australiana asegura que habría sido el millonario quien dio por finalizado el noviazgo. Entre los motivos, apuntan a que él no vería con buenos ojos los gastos astronómicos de la diva y su gusto por exhibir públicamente su vida ante los medios de comunicación y a través de su’reality’, Mariah’s World.
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