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Entre la larga lista de invitados a la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos -futbolistas, toreros, cantantes...- a cada cual más famoso, una de las más esperadas era la de los Beckham. La pareja ha llegado en torno a las cinco de la tarde a la Catedral de Sevilla de la mano a pesar de que no habían confirmado en ningún momento su presencia.
Él sonriente y ella con su habitual rostro serio escondido tras unas grandes gafas de sol, ataviada con un vestido diseñado anteriormente por ella misma para el armario premamá de Meghan Markle. La sorpresa: Victoria Beckham ha imcumplido una de las exigentes normas para asistir a la boda de la presentadora y el futbolista, la de la vestimenta.
Las invitadas debían, no solo ir de blanco obligatoriamente y sin sombreros y pamelas de gran tamaño que no quitase el protagonismo a los novios, también quedaban completamente prohibidos dentro del protocolo las prendas de color blanco, negro, rojo, rosa, naranja y verde.
Unas normas que Victoria se ha saltado al llevar un vestido de corte midi en blanco roto con detalles de cadenas en tono negro. Y por si fuera poco, tacones rosas. El futbolista David Beckham sí ha cumplido con el dress code con un traje de chaqué azul marino.
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