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Eva González le dedica unas tiernas palabras a su cuñada Irene Rosales en uno de sus peores momentos

Eva González sorprende a Irene Rosales con esta bonito mensaje de apoyo en las redes sociales.

Eva González le manda un cariñoso mensaje a su cuñada Irene Rosales. Pincha en la imagen para saber que parejas de famosos rompieron y volvieron.

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Eva González le manda un cariñoso mensaje a su cuñada Irene Rosales. Pincha en la imagen para saber que parejas de famosos rompieron y volvieron. gtres.
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Irene Rosales, la mujer de Kiko Rivera, se ganó todo nuestro cariño tras haber participado en 'GH VIP 6'. Y es que, aunque había sido un poco ajena y esquiva con los focos, desde su paso por la casa de Guadalix, todo cambió en completo para la joven que ahora se ha convertido en una habitual en 'Viva la vida'. Hace poco, Irene recibía un duro golpe, el fallecimiento de su madre, y ayer, Eva González, su cuñada, le sorprendió con este mensaje.

Este pasado día de la madre, Irene se emocionaba al recordar a su madre con esta bonita carta en la que se podía leer: "3 de mayo, dentro de 3 días hace 3 meses que ya no estás con nosotros, ¿pero sabes que? Me siento protegida por ti, mi ángel".

"Eso me llena de vida, me das la fuerza suficiente para ser tan buena mamá como tú", continuaba diciendo muy emocionada, a lo que añadía: "Allí donde estés, feliz día de la madre.Daria la vida por volverte a besar. Te echo tanto de menos".

Su cuñada Eva González, ha sido uno de los grandes apoyos que la joven ha tenido durante este trágico momento. Es por ello, que la presentadora hacía emocionarse a Irene tras escribirle: "Mil besos cuña, ella os cuida cariño". Y es que si algo es más que evidente, es que a pesar de sus diferencias, la familia se apoya en los peores momentos.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.