MECENAS DE FOTÓGRAFOS
MECENAS DE FOTÓGRAFOS
Ha sido una semana de anuncios para Marta Ortega, la críptica y silenciosa presidenta no ejecutiva de Inditex. La heredera del imperio de Amancio Ortega abandonó su pazo en A Coruña para inaugurar en Madrid la tienda de Zara en la calle Serrano que ha sufrido una renovación completa y la adición del Zacafé, un oportuno espacio en el que tomarse un café de especialidad tras comprar alguna prenda. También incluye un espacio de 400 metros cuadrados llamado Apartamento, un despliegue de la estética Zara a lo ancho de las estancias de una vivienda.
La tienda de Serrano de Zara puede considerarse una 'flagship store', o sea, la tienda insignia de la compañía, al menos en territorio nacional. Aquí han de testarse y mostrarse las ideas más significadas y vanguardistas en el terreno del 'shopping' y, de hecho, quien se acerque a ella va a poder vivir una experiencia de compra más cercana a una 'concept store' que a una franquicia al uso. Por algo Marta Ortega, acompañada por su hijo mayor, Amancio (12 años), dejó su casa gallega para inaugurarla.
No es esta, sin embargo, la noticia sobre Marta Ortega que aquí nos ocupa. El empeño expositivo de la hija de Amancio nos interesa más que la incitación a la compra de su compañía. Nos referimos a su trabajo en la Fundación Marta Ortega Pérez (MOP), el lugar donde la presidenta de Inditex exhibe su sensibilidad creativa, en el campo que además más le interesa: la fotografía de moda.
En su inauguración, Marta Ortega anunció un espacio que se dedicaría a mostrar obra de los maestros de la fotografía de moda, una línea editorial a la que se ha mantenido fiel desde 2022. Por las salas de MOP han pasado nombres propios incontestables de esta disciplina a medio camino entre lo artístico y lo comercial: Peter Lindberg, Steven Meisel, Helmut Newton, Irving Penn y David Bailey. Evidentemente, el anuncio de que Annie Leibovitz será la sexta fotógrafa elegida por la presidenta de Zara sorprende.
«Annie posee un talento mágico para captar el aura de las personas que retrata. Su genio reside en su capacidad para encontrar continuamente esos momentos, esas verdades, que no están a la vista de nadie más», explica Marta Ortega en el avance de 'Wonderland', la exposición dedicada a Annie Leibovitz que se podrá visitar del 22 de noviembre al 1 de mayo en MOP. Y añade:
«Me entusiasma que sea la primera mujer en presentar su trabajo dentro de nuestro programa de grandes exposiciones de fotografía en A Coruña. A lo largo de su carrera, ha sido una extraordinaria representante de las mujeres de todas las edades. En particular, sus imágenes de mujeres mayores son de una dignidad y belleza sin parangón».
El nombre de Annie Leibovitz debe sonarnos a todos a estas alturas del año, pues es la última retratista de los reyes Felipe y Letizia gracias a un encargo de Banco de España que ha tenido una importante reverberación internacional. La fotógrafa estadounidense, globalmente famosa por su trabajo para las revistas Rolling Stone o Vanity Fair, retrató a Isabel II dos veces y a prácticamente toda la realeza de Hollywood. Y es la viuda de Susan Sontag, ensayista con una proyección popular inusitada.
¿Podría ser que Marta Ortega se inspirara en la ocurrencia de Banco de España de encargar un retrato a los reyes Felipe y Letizia a Annie Leibovitz, con motivo de la primera década de la proclamación del monarca? Entendemos que estas exposiciones se organizan con mucho tiempo de antelación y puede que no coincidieran ambas ideas. Pero lo cierto es que no tenía nada fácil la tarea de darle continuidad a su serie de grandes maestros, sobre todo si pretendía romper al fin la sucesión de nombres masculinos con una fotógrafa a su nivel.
En los manuales de historia de la fotografía de moda no caben apenas mujeres o, mejor, no hay tantas fotógrafas que puedan acceder al título de maestras, a la altura de Lindberg, Newton o Penn. Es algo que sucede en otra gran disciplina en la que el autor, prácticamente demiurgo, mira a través del objetivo para crear su propio mundo: el cine. Pero si en el arte cinematográfico sí se han recuperado y realzado académica y mediáticamente las películas de las pioneras, en la fotografía no parece darse el mismo impulso. No se habla lo suficiente de Louise Dahl Wolfe, Regina Relang o Sarah Moon.
Evidentemente, la fama global de Annie Leibovitz la convierte en una apuesta segura, aunque incluso se pueda discutir su adscripción a la fotografía de moda. ¿No puede ser, más bien, una retratista? Aunque la indumentaria es un factor clave en sus sesiones y juega un papel fundamental a la hora de alcanzar su estilo sofisticado y barroco, cuesta encuadrarla como una creadora que proponga un concepto para hablar únicamente de moda. Aquí el olfato comercial de Marta Ortega no ha fallado: prefiere sacrificar la ortodoxia programática a renunciar a un nombre de fama global.
No hay moda, si acaso ropa de cama, en el retrato más conocido de Annie Leibovitz: la famosa sesión realizada a John Lennon y Yoko Ono en su apartamento, pocas horas antes del asesinato del cantante en 1980. Más aún: la misma Leibovitz admite que nunca se ha considerado una fotógrafa de moda. Eso sí: si hay una fotógrafa capaz de llenar las salas de la Fundación Marta Ortega, esa puede ser Leibovitz, más con el efecto llamada que logra ser la última retratista de la reina Letizia. Digamos, además, que es la fotógrafa mejor pagada del mundo.