DIAS DIFÍCILES

La nueva vida de Patricia Llosa: su emotiva agenda tras la muerte de Mario Vargas Llosa

Aunque estaban divorciados, Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa pasaron juntos los últimos años del premio Nobel de Literatura.

Patricia Llosa fue un apoyo fundamental para el Nobel de Literatura. gtres
La nueva vida de Patricia Llosa: su emotiva agenda tras la muerte de Mario Vargas Llosa
Juanra López
Juanra López

Tras la muerte de Mario Vargas Llosa, la primera aparición pública de Patricia Llosa tuvo lugar el 22 de abril cuando acudieron al puerto de El Callao, en Perú, donde hacía escala el Juan Sebastián Elcano, barco escuela en el que está realizando su instrucción la princesa Leonor. Patricia subió a la embarcación acompañada por dos de sus hijos, Gonzalo y Morgana.

Días más tarde, Patricia Llosa viajó con su hijo, Álvaro Vargas Llosa, a la Feria del libro de Buenos Aires, una ciudad con la que el escritor peruano tenía muchos vínculos. En esta ocasión se presentó el libro Vargas Llosa, su otra gran pasión, escrito por Pedro Cateriano. Asistieron unas 120 personas entusiasmadas por recordar el legado ideológico del escritor.

«Él se batió por la causa de la libertad», manifestó Álvaro Vargas Llosa, muy orgulloso de su padre, de quien recordó era gran admirador de la figura de Jorge Luis Borges. Asimismo, aseguró que «a él le gustaba la controversia, de alguna forma, era una persona en cierta forma hecha para ella».

Sin duda, Vargas Llosa no fue un hombre tibio en sus declaraciones públicas ni en sus artículos, que dieron la vuelta al mundo. Su mujer, Patricia Llosa, estuvo a su lado en los años cruciales de su carrera como escritor y fue esencial para su ascenso en el olimpo de los grandes escritores, por eso es lógico que sea ella quien dé un paso al frente para honrar su memoria.

Patricia fue el gran amor de Vargas Llosa

Aunque aún queda muy cerca el fallecimiento del autor, su familia quiere mantener vivo su legado. En efecto, el pasado 13 de abril las letras de habla hispana se pusieron de luto. Ese día murió Mario Vargas Llosa, a los 89 años de edad. Premio Nobel de Literatura y uno de los autores en español más leídos en todo el mundo, estuvo arropado en los últimos años de su vida por la que fue el amor de su vida, su ex mujer, Patricia Llosa, y sus tres hijos, Álvaro, Morgana y Gonzalo, quien fuera pareja de Genoveva Casanova, además de sus nietos.

Patricia Llosa vivió momentos muy duros cuando el autor de La tía Julia y el escribidor y La fiesta del chivo comenzó una relación sentimental con Isabel Preysler, que no acabó en los mejores términos. Fueron unos años en los que Vargas Llosa tuvo una enorme exposición mediática, mientras su ex mujer se refugiaba en sus hijos que hicieron piña con ella.

Álvaro Vargas Llosa, un gran apoyo para su padre. GTRES

Una vez rompieron Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, guerra mediática de por medio, tanto su ex mujer como sus tres hijos en común hicieron piña en torno al escritor cuya salud había declinado en los últimos tiempos. Cuando anunció su retirada de las letras fuera una conmoción absoluta y en los últimos tiempos había estado recorriendo algunos de los lugares de Perú que aparecían en su extensa producción literaria.

En el momento de su muerte, Mario Vargas Llosa, estuvo acompañado por Patricia Llosa y sus familiares más cercanos, pero fue Álvaro, el primogénito, quien pronunció las últimas palabras de despedida de su progenitor, por decisión de sus hermanos, como él mismo desveló en una carta en El País.

Sin duda, el vacío que ha dejado Mario Vargas Llosa en su familia ha sido enorme, pero como dijo su hijo, Álvaro, será recordado a través de su gran legado, cada vez que se lea uno de sus libros, de sus artículos… Su obra está más viva que nunca y seguirá recibiendo reconocimientos a través de los años.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.