UN GRAN LINAJE ARISTOCRÁTICO
Si hay algo que caracteriza a los dos hijos varones de Carolina de Mónaco es que tienen unas vidas mucho más convencionales que la de su madre. La princesa Grimaldi ha pasado por tres estados sentimentales distintos: divorciada de Philippe Junot; viuda de Stefano Casiraghi, y separada de Ernesto de Hannover. Andrea Casiraghi, por lo contrario, está felizmente casado con Tatiana Santo Domingo, mientras que Pierre Casiraghi ha formado una paraja estable con Beatrice Borromeo, hija a su vez de Carlo Ferdinando Borromeo y Paola Marzotto, heredera de la rica familia industrial del textil Marzotto.
La misma máxima puede aplicarse a Beatrice Borromeo, su vida ha sido mucho más tranquila en términos sentimentales que la de sus progenitores, especialmente de su padre, el conde de Arona, que pertenece a una larga estirpe aristocrática, pues es hijo del conde Vitaliano Borromeo, segundo príncipe de Angera.
Carlo Ferdinando Borromeo tienecinco hijos de dos mujeres diferentes. Su pedigrí no ha impedido que el aristócrata haya tenido una vida alejada de los valores más conservadores. Su madre fue Ita Taverna, hija de los condes de Landriano y dama de la reina de Italia. Y por vía paterna, el aristócrata desciende nada menos que de San Carlos Borromeo, cardenal y arzobispo de Milán en el siglo XVI.
Como decimos, Carlo Borromeo, que nació en 1935, contrajo matrimonio con la modelo alemana Marion Zota, a la que sacaba diez años, en 1975. Al año siguiente nació su primera hija, Isabella Borromeo, y en 1977 fueron padres de Lavinia, que heredó el nombre de su bisabuela.
Paola Marzotto, madre de Beatrice Borromeo
La historia de este matrimonio fue un tanto azarosa porque a los cuatro años del nacimiento de su segunda hija, el conde comenzó una relación sentimental con Paola Marzotto, descendiente de una de las familias más ricas de italia y que en los últimos años se ha volcado en dos de sus pasiones, la fotografía y el activismo para luchar contra el cambio climático y para preservar el medio ambiente.
De este romance nació su primer hijo, Carlo, pero la pareja se separó y decidió regresar con su mujer, con quien tuvo una hija más, Matilda. Sin embargo, la estabilidad matrimonial dura muy poco y Borromeo regresa a Paola Marzotto cuando esta niña tiene apenas un año. Fue entonces cuando concibieron a Beatrice Borromeo.
Paola Marzotto siempre ha tratado a los cinco hijos como si fueran suyos y ha fomentado la unión de los hermanos. Los cinco han estado siempre muy unidos y han mostrado también su cariño y lealtad a su progenitor, con quien han celebrado de manera habitual sus cumpleaños.
Que el conde italiano compaginase durante cinco años a las dos mujeres más importantes de su vida hubiera podido considerarse un escándalo si nos estuviésemos ciñendo a los valores más conservadores, pero en ciertos ámbitos de la alta sociedad se suele ser más laxo en este tipo de cuestiones, lo que explica la armonía entre los cinco hermanos, que fueron educados en el respeto mutuo.
Ha sido Beatrice Borromeo la que más notoriedad ha alcanzado de los cinco hijos del aristócrata por su matrimonio con Pierre Casiraghi, también por su trabajo como periodista. Es una mujer muy inquieta intelectualmente que ahora colabora con su ex cuñado, Dimitri Rassam, ex marido de Carlota Casiraghi, en la preparación de una serie sobre la familia Grimaldi. Juntos se les ha fotografiado en Barcelona en fechas recientes.
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