Quién es Paola Marzotto, la madre de Beatrice Borromeo que no se entiende con Carolina de Mónaco: no usa título, fue madre soltera y vivió una relación bígama

Aunque las enemigas íntimas en Mónaco son la princesa Carolina y la primera dama del Principado, Charlène Wittstock, existen otras mujeres con poca sintonía con la mayor de los Grimaldi. Hablamos de Paola Marzotto (Venecia, 1955), cosuegra de la mujer que más poder tiene en la polémica familia monegasca y un personaje que ha vivido gran parte de su vida en rebeldía, por no decir en escándalo. Algo imperdonable para la princesa de Hannover, ahora en las antípodas de la madre de Beatrice Borromeo.

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Es de dominio público que Carolina Grimaldi ha hecho esfuerzos ímprobos por ostentar un título que la ponga un grado por encima de la princesa Charlène y su hermana, la princesa Estefanía. De hecho, no se divorcia de Ernesto de Hannover para no dejar de ser princesa de Hannover ni el muy preciado Su Alteza Real que conlleva. Charlène y Estefanía son, sin embargo, Su Alteza Serenísima.

Además, puso en marcha todas sus conexiones con el poder para que el Vaticano anulara su primera matrimonio y reconociera a sus tres hijos, de forma que contaran en la línea de sucesión al trono. ¿Entendería a su cosuegra, Paola Marzotto, quien ni siquiera lleva públicamente su título de condesa de Marzotto? Seguramente no. Ni entendería que no le diera importancia a lo aristocrático ni entendería su escandalosa vida sentimental, gran parte de ella en rebeldía.

Para entender la libérrima vida de Paola Marzotto, madre de Beatrice Borromeo y cosuedra, por tanto, de Carolina de Mónaco, hay que conocer a su madre. La condesa Marta Marzotto fue una de las socialites más perseguidas de Italia que pasó de modistilla a modelo y de ahí, a diva y musa de la 'dolce vita'. Su suerte cambió cuando conoció al conde Umberto Marzotto, del que se llevó tras el divorcio un apellido y cinco hijos.

Marta Marzotto hizo las delicias de la prensa rosa de la época gracias a un ir y venir de amantes que incluyeron a artistas como Renato Guttuso o políticos comunistas como Lucio Madri. Por eso, no es nada extraño que su hija mayor asumiera una manera nada convencional de entender las relaciones sentimentales. Al menos, de la relación que la unió a Carlo Ferdinando Borromeo Arese, conde de Arona y padre de Beatriz Borromeo.

Carlo Borromeo (1935) estaba casado cuando conoció a una jovencísima (20 años más joven) Paola Marzotto, hija del conde Marzotto y perteneciente a una de las familias más adineradas de Milán, dueños de Valentino, Missoni y Hugo Boss, entre otras marcas. De hecho, tenía ya dos hijas (Isabella y Lavinia) con la modelo alemana Marion Zota, diez años más joven que él. El flechazo fue inevitable, y el conde dejó a su familia para iniciar una relación sin papeles con Paola.

La relación fue felicísima entre 1981 y 1983, hasta el punto de que tuvieron a su primer hijo, Carlo. Sin embargo, el conde de Arona tuvo dudas y decidió volver con su mujer, pero sin dejar del todo a Paola. En la práctica, durante algunos años mantuvo a los efectos una relación bígama, con dos mujeres que no se hablaban entre ellas pero que se quedaron embarazadas del mismo hombre en fechas similares.

Marion Zota tuvo a Matilda, su hija menor, en 1983, mientras que Paola Marzotto tuvo a Beatrice Borromeo en 1986. Eso sí: Paola ha tenido siempre el estatus de amante eterna del conde de Arona, mientras que Zota ha ejercido siempre de esposa oficial. «Mi madre siempre nos consideró a los cinco hijos como suyos. Zota no. Es alemana. No es muy expansiva», explicó en alguna entrevista Beatrice.

Si la trayectoria sentimental de Paola Marzotto es original, su biografía profesional es apasionante. La condesa Marzotto estudió Psicología y Antropología en Roma, pero su primera vocación fue el periodismo (algo que le traspasó a su hija Beatrice Borromeo) y, sobre todo, la fotografía. Fotógrafa autodidacta desde los 20 años, logró convertirse en una de las tres fotógrafas con acceso al mítico rodaje en Filipinas de 'Apocalypse Now', la película de Francis Ford Coppola.

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Antes de la pandemia, Paola Marzotto decidió trasladar su residencia a Punta del Este, el llamado Saint-Tropez de Uruguay, donde posee una mansión colonial bautizada Dama de noche que construyó para su madre, en 2010. Ambientalista convencida, activista en los últimos tiempos, se dedica hoy plenamente a la fotografía de la naturaleza, con la intención de colaborar en la preservación del planeta.

Cuidado, porque su obra no es intrascendente ni meramente amateur. Su última exposición conocida, 'Antarctica, Meltin Beauty' (Antártida, belleza que se derrite), ha pasado por la prestigiosa Bienal de Venecia y recaló en Madrid en la Universidad Politécnica el pasado febrero. Paola Marzotto conoce bien la capital española, pero lo que puede sorprender es que tiene muchos y buenos amigos en Asturias: ha veraneado en Ribadesella varios años.

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