La herencia de la duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia: la tragedia familiar que se ha convertido en un juicio multimillonario, drámatico y que ha enfrentado a la familia durante 8 años

Los representantes de los Medinaceli, los Medina y los Feria, las tres ramas de una de las casas nobiliarias más ricas y poderosas de España, tienen que acudir hoy a los juzgados de Sevilla para intentar llegar a un acuerdo sobre la herencia de la duquesa de Medinacelli, ocho años después de su muerte. ¿Acabaremos asistiendo a un juicio multimillonario?

Imagen de uno del pazo de Oca, uno de los palacios que forman parte del legado de Medinacelli. / fundación medinacelli

Silvia Vivas
SILVIA VIVAS

Menos mediática que la casa de Alba, con sus recientes bodas y bautizos de relumbrón y el recuerdo imperecedero de la duquesa Cayetana siempre presente, el ducado de Medinaceli es, en realidad, la segunda casa nobiliaria más importante de España. En los años 30 del siglo XX, de hecho, los Medinaceli podían presumir de poseer más tierra y patrimonio en España que los mismísimos Alba. La XVIII duquesa de Medinaceli, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, conocida en Sevilla como Mimi, poseía 79.146 hectáreas, tres decenas de títulos nobiliarios y jardines, hospitales, castillos y palacios por toda España, el Pazo de Oca en A Estrada y la sevillana Casa Pilatos incluidos. Pues bien, hoy lunes 27 de septiembre, ocho años después de la muerte de la duquesa, en el juzgado de primera instancia número 12 de Sevilla abogados y procuradores se van a reunir para intentar llegar a un acuerdo sobre esta fortuna.

El drama familiar de la herencia de la duquesa de Medinaceli

Mimi fue todo un personaje capaz de ceder sus edificios para que se rodara en ellos Laurence de Arabia o de llevar a la mismísima Grace Kelly a los toros vestida de flamenca. Pero su vida (y su cuantiosa herencia) estuvo marcada por una tragedia familiar: la muerte de sus tres hijos antes de su propio fallecimiento, un hecho que sigue pasando factura a sus herederos ocho años más tarde de su muerte.

De los cuatro hijos que tuvo la duquesa de Medinaceli solo sobrevivió uno, Ignacio Medina, el actual duque de Segorbe y gestor del patrimonio familiar a través de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli. Sus otros hijos, Ana, Luis y Rafael fallecieron antes que la propia duquesa en 2013.

El deseo de Mimi, tal y como afirman que quedó reflejado en su testamento los cinco nietos y bisnietos que se han «rebelado» contra el duque de Segorbe, era incluir a los hijos de sus hijos en la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, la entidad que se encarga de gestionar y conservar el extenso patrimonio familiar desde que se constituyó en 1978.

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Una pelea por la herencia y los títulos que dura ocho años

Pero el deseo de Mimi parece que no se cumplió al completo o al menos eso creen parte de sus herederos. Con el fallecimiento de la duquesa en 2013 se abrió un largo periplo de batallas judiciales entre algunos de sus descendientes y el duque de Segorbe por todo lo que concierne al ducado, desde quién debía ostentar algunos de los títulos de la casa ducal a cómo había que repartir la fortuna.

El contencioso que ahora ha llegado al juzgado numero 12 de Sevilla enfrenta a Ignacio Medina con cinco de sus sobrinos, incluidos Victoria de Hohenlohe, actual jefa de la casa de Medinaceli y sus primos Rafael Medina (duque de Feria), Luis Medina, Victoria Medina (duquesa de Santiesteban) y Casilda Medina (marquesa de Solera).

El motivo del enfrentamiento entre el duque de Segorbe y sus sobrinos se corresponde con el reparto de la herencia. Parecía que todo iba a quedar resuelto cuando el 2018 el duque dio su aprobación a las cuotas a las que ascendía la herencia de cada uno de los nietos y bisnietos de la duquesa que se explicitaban en un acuerdo particional. Según la ley española a la muerte de la duquesa a estos desecendientes les correspondía lo que se conoce como «la legítima»: dos terceras partes de los bienes.

El problema es que antes de morir la duquesa de Medinacelli cedió muchos de los bienes a la Fundación y, al parecer, para conseguir toda la cuantía que les correspondía los herederos debían detraer algunos bienes de esta. El hecho de que los nietos de la duquesa acudieran a los tribunales para hacer su reclamación poder restar parte de los bienes de la Fundación empeoró el enfrentamiento familiar que culminó con el duque expulsando a los cinco demandantes (la actual duquesa de Medinaceli incluida), de la Fundación Casa Ducal Medinaceli.

Esta decisión que se llevó a cabo a través de una votación online contravenía el propio testamento de la XVIII duquesa de Medinaceli en el que exponía que su deseo era que los hijos de sus cuatro hijos debían tener representación en el patronato de la institución. Todos estas disputas, que ya duran demasiado y en las que están en juego obras de arte y patrimonio por valor de millones de euros, son los que se están intentado resolver en un juzgado de Sevilla… aunque todo hace sospechar que el acuerdo entre las partes es imposible y que, al final, habrá juicio millonario de por medio.

21 de marzo-19 de abril

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