Adiós a copenhague
Adiós a copenhague
Hay varios royals europeos que tienen las maletas preparadas en la puerta para mudarse, aunque la mudanza más inminente, aunque sea temporal, es la que preparan en Dinamarca los reyes Federico y Mary. Además de ellos, también los grandes duques de Luxemburgo intercambiarán castillo con su hijo mayor cuando abandonen el trono, mientras que Carlos y Camilla planean instalarse en el Palacio de Buckingham en cuanto acaben de renovarlo.
La casa real del país escandinavo acaba de anunciar que, siguiendo una larga tradición, la pareja trasladará su residencia a la Casa de la Cancillería del Palacio de Fredensborg a principios de mayo. Durante la mayor parte del año, Federico y Mary viven en Copenhague, en el Palacio de Federico VIII en Amalienborg, con sus cuatro hijos: el príncipe heredero Christian, de 19 años, la princesa Isabella, de 18, y los gemelos de 14 años, el príncipe Vincent y la princesa Josephine.
La pareja será recibida oficialmente en su nueva residencia, el Palacio de Fredensborg, este 5 de mayo por el alcalde de la ciudad colindante. También se conmemora la ocasión con la actuación de un coro infantil y de una orquesta local. El nombre de este emblemático edificio significa en danés 'castillo de la paz' y conmemora la victoria en la Gran Guerra del Norte (1709-1720).
Durante los meses más cálidos del año, los royals daneses se trasladan habitualmente a este palacio, que se ha convertido en un lugar importante para actos familiares y oficiales. Allí, por ejemplo, es donde se celebró la recepción de la boda de los entonces todavía príncipes Federico y Mary en 2004.
La familia real residirá hasta el otoño en uno de los edificios más singulares del palacio: la Casa de la Cancillería. Construida en 1731, durante el reinado de Christian VI para los ministros y funcionarios del rey. Su arquitectura e interiores son de estilo barroco y fue la residencia principal de los reyes tras su boda hasta 2010, cuando el Palacio de Federico VIII quedó disponible tras una amplia renovación. También fue el hogar de la difunta madre de la reina Margarita, la reina Ingrid, hasta su muerte en 2000.
El pasado mes de enero, la reina Mary habló de las reformas que se han acometido en el palacio de Fredensborg en una entrevista concedida a la edición australiana de la revista Vogue. El monarca y su esposa han instalado recientemente una casa anexa circular renovada, rodeada de un jardín silvestre, detrás de la Casa de la Cancillería.
«Compartí mis ideas de incorporar y replantear el uso del edificio y hacerlo lo más sostenible posible, tanto en su transformación como en su funcionamiento», comentó la royal a la revista, reflexionando sobre su colaboración con el arquitecto visionario y ecologista Anders Lendager y el prestigioso artesano de la madera Kristian Chemnitz Iversen.
«Mi marido y yo seguimos el proyecto de principio a fin, implicándonos en lo que era posible. Es fascinante ver todo lo que se puede conseguir construyendo con lo que ya existe. Todos abordaron la tarea con curiosidad, preguntándose siempre: '¿Cómo podemos hacer esto lo más sostenible posible?'», añadió.
La mudanza de la familia real danesa se produce después de que se hayan producido una serie de celebraciones importantes. Primero era la reina Margarita la que cumplía 85 años y luego el país se vestía de gala para conmemorar el 18 cumpleaños de la princesa Isabella con dos actos públicos en el Ayuntamiento de la ciudad de Aarhus y el Teatro Real Danés.
El 21 de abril, el día del cumpleaños de Isabella, también se celebró una fiesta privada con familiares y amigos, y el palacio compartió nuevos retratos oficiales de la princesa estrenando la tiara de margaritas y un precioso vestido naranja de la diseñadora danesa Carina Grønning.