CONFESIONES ÍNTIMAS
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Corren nuevos tiempos en el pequeño país luxemburgués. Este viernes, 3 de octubre, se produce el cambio en el trono del país. A las 10 de la mañana, Enrique de Luxemburgo firmará su abdicación y su hijo, Guillermo de Luxemburgo será entronizado. Comienza para el Gran Duque saliente y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo una nueva vida que la propia gran duquesa ya ha visualizado y verbalizado en una extensa entrevista realizada para la revista francesa Gala en la que habla sobre su futuro, su pasado y su presente.
La polémica María Teresa de Luxemburgo ha querido, con sus últimas declaraciones, contar su propia vida y, quizás, pasar por alto los momentos en los que su credibilidad ha estado más en entredicho, sobre todo cuando apareció el informe Waringo que evidenciaba lo difícil que resultaba trabajar para ella y la volatilidad laboral del personal de palacio por estas circunstancias.
Sobre cómo será su vida después de dejar el trono, tiene muy claro que, sobre todo, será muy positiva: «Vamos a experimentar una nueva libertad. Mi esposo y yo vamos a vivir una segunda juventud, una segunda luna de miel también. Tenemos la suerte de tener buena salud, así que vamos a viajar y, sobre todo, a disfrutar de nuestra familia».
También ha hablado la mujer del Gran Duque Enrique de Luxemburgo sobre la crianza de sus hijos: «Tuvimos cinco hijos, y criarlos fue un gran reto. Tuvimos que brindarles a cada uno la misma escucha, la misma disponibilidad. No sé cómo lo logramos; nuestras vidas profesionales nos mantenían muy ocupados… Sabiendo que el mayor, Guillaume, iba a suceder a su padre, era esencial evitar cualquier tipo de celos entre ellos»
La Gran Duquesa María Teresa, sin embargo, logró encontrar el camino para evitar cualquier conflicto entre ellos: «La única forma era ser transparente y mantener el diálogo. Siempre les dejé claro que tendrían más libertad que su hermano mayor, que debían apoyarse mutuamente y que Guillermo necesitaría su apoyo. Hoy puedo decirles que mis cinco hijos han alcanzado su máximo potencial y que cada uno está en su lugar. Este es mi gran orgullo... Sin embargo, durante mucho tiempo, sentí una especie de remordimiento. Tenía la sensación de no haber estado lo suficiente presente para ellos».
No siempre fue fácil para ella compaginar su labor institucional con la familiar, pero logró la fórmula para dejar atrás la culpabilidad: «Tras un largo periodo de trabajo en mí misma, tuve un gran avance: decidí disfrutar plenamente del momento presente. Si estaba con mis hijos, estaba realmente con ellos sin pensar en nada más, y viceversa, cuando estaba de visita oficial, solo pensaba en mis deberes como Gran Duquesa».
Fue una gran lección que sigue aplicando en la actualidad: «Me ayudó a reconciliarme conmigo misma... Adopto el mismo principio con mis nietos. Pronto tendré 9 —tienen entre 1 y 19 años— y mantenemos una relación muy cercana. Vienen a verme para pedirme consejo porque tienen mucha confianza en mí. Es una relación muy especial, me encanta».
La Gran Duquesa María Teresa pretende dedicar parte de su tiempo libre a labores humanitarias: «Mi marido y yo también vamos a ser muy activos. Nos dedicaremos a causas que nos importan, como la ecología, que es crucial para mi esposo. Por mi parte, me dedicaré a mi fundación, que ayuda a personas con todo tipo de dificultades, tanto en Luxemburgo como en todo el mundo, y a mi asociación Stand Speak Rise Up!, que fundé con mi amiga Chékéba Hachemi, y cuyo objetivo es acabar con la violación como arma de guerra».
«La violación es un arma que destruye no solo a las mujeres, sino también el tejido social y a las generaciones futuras. Desde nuestra creación en 2019, hemos financiado proyectos para que las supervivientes de violencia sexual y los niños nacidos de violaciones en tiempos de guerra puedan vivir en paz y dignidad. Nuestra prioridad es empoderar a las supervivientes para que sean protagonistas de sus vidas, ayudarlas a alcanzar la independencia financiera y dedicarnos al reconocimiento de la condición social y la educación de los niños nacidos de violaciones. ¿Mi reto? Encontrar los fondos es la clave. ¿Mi misión? Quiero actuar, concienciar y unir a cada vez más personas en torno a esta causa. Soy hiperactiva, ¡así que nunca me rendiré!», concluye.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.