BRONCEADOS Y CÓMPLICES
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Si hay un evento feliz en la familia Urdangarin Borbón, esos son los partidos de Pablo con el Granollers. En las gradas del estadio catalán hemos visto vibrar, aplaudir y emocionarse a la infanta Cristina, claro, y a todos sus hermanos. Sobre todo a Irene, la que más ha frecuentado la liga Asobal junto a su madre y Johanna Zott, novia del jugador. Ayuda, efectivamente, que Pablo es un gran jugador y que su equipo va tercero en la clasificación.
No hay que ser un genio para adivinar que la infanta Cristina tiene la prerrogativa de acudir a los partidos que Pablo juega en Barcelona, la ciudad en la que ha vivido y a la que viaja prácticamente todos los meses. Quedan, para Iñaki Urdangarin, los partidos que el Granollers juega fuera de casa, en cualquier punto de la geografía española. No siempre convenientes, claro, porque Vitoria queda muy lejos de Puente Genil donde juega el Cajasol, por ejemplo.
Aunque no veamos a Iñaki Urdangarin tan a menudo como a la infanta Cristina en las gradas de los estadios, lo cierto es que el ex duque de Palma está más que involucrado en la carrera deportiva de su hijo Pablo. No podía ser de otra manera, habiendo sido uno de los jugadores más valiosos de la selección nacional y del equipo olímpico, un destino que su hijo persigue. De hecho, el padre aconseja a su hijo, sobre todo en cuanto a la demanda psicológica del deporte de élite.
En la última jornada de la liga Asobal, el Granollers jugó con el Abanca Ademar en el Palacio de los Deportes de León, una localidad ciertamente asequible en coche desde Vitoria. Tanto es sí, que la temporada pasada (el pasado diciembre) fue el lugar que eligieron Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia para acudir a animar a Pablo. Este año volvió a suceder y, de nuevo, el ex duque de Palma no acudió solo, sino con su novia.
Fue comentario general: Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no solo parecían felices, sino que se mostraron de los más cómplices. También en su indumentaria, pues los dos lucieron bronceado veraniego y vistieron de blanco. Como novedad, pudimos ver que Ainhoa se ha cortado la melena y ahora luce un bob de lo más actual. La relación, aunque polémica, parece ya claramente consolidada. Aunque no parezca contar aún con la simpatía de todos los hijos de la infanta Elena.
Que existan tiranteces entre los jóvenes Urdangarin y Ainhoa Armentia no es tanto una noticia como un estado de cosas observable. Apenas existen ocasiones en las que la novia de Iñaki Urdangarin y los hijos del ex duque de Palma se reúnan o, al menos, no vemos imágenes que los documenten. De hecho, las fotografías de su reunión en Vitoria las pasadas Navidades revelaban más tensión que conexión.
No es casualidad que sea Pablo el hijo de Iñaki Urdangarin que más veces se ha encontrado con Ainhoa Armentia, y no solo por la especial conexión deportiva que mantienen padre e hijo. Recordemos que Pablo fue también el primero que reaccionó ante la prensa cuando salieron las fotos que desvelaron el romance de su padre (aún casado entonces con la infanta Cristina). Además, dos años después de aquella polémica exclusiva, también fue Pablo el primero al que el ex duque de Palma presentó a su nueva novia.
Lo cierto es que Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia disfrutaron con el partido, también porque la actuación de Pablo fue sobresaliente. Según narraron las crónicas deportivas, el Granollers ganó al endosarle 39 goles a su equipo rival, cinco de ellos anotados por Pablo Urdangarin. Fue uno de los mejores partidos que ha realizado hasta la fecha, afirmaron los analistas, cosa que al ex duque de Palma y a su novia debió entusiasmar.
No hay visos de que en un futuro inmediato podamos volver a ver a Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia con los hijos del ex duque de Palma, aunque la Navidad está ahí. Y, como cada año tras el divorcio entre el deportista y la infanta Cristina, se espera esa reunión en Vitoria que permita comprobar si las tensiones se aflojan y la familia logra recomponerse.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.