Cinco años de su muerte

Las joyas de la infanta Pilar que han heredado los Gómez-Acebo: una legendaria tiara, esmeraldas y muchas perlas

El joyero de la difunta hermana del rey Juan Carlos contenía numerosas piezas de gran valor, que ya han pasado a ser propiedad de sus hijos.

La infanta Pilar y sus hijos en una imagen de 1974. getty images
Las joyas de la infanta Pilar que han heredado los Gómez-Acebo
Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

El 8 de enero de 2020, a los 83 años, fallecía la infanta Pilar, la hermana mayor del rey emérito Juan Carlos. Su muerte se producía en la clínica de Madrid donde ingresó después de que su salud se hubiera deteriorado desde que se le diagnosticase un cáncer de colon a comienzos de 2019. Su funeral se celebró en la más estricta intimidad en el cementerio de San Isidro, donde reposa junto a su marido, Luis Gómez-Acebo, fallecido en 1991 a los 56 años a causa de un cáncer linfático.

El quinto aniversario de su fallecimiento ha coincidido con las Navidades más difíciles para la familia Gómez-Acebo, que este año decían adiós a dos más de sus miembros. A la muerte repentina de Fernando, en marzo, se unía poco después la de Juan, en agosto. Han sido meses durísimos para los tres hermanos que les sobreviven: la primogénita, Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo.

Los tres han debido además lidiar este tiempo con la finalización del correcto reparto de la millonaria herencia de los duques de Badajoz. En el testamento figuraba un gran patrimonio inmobiliario repartido entre Madrid y Mallorca y gestionado a través de la sociedad familiar San Jacobo, acciones o muebles antiguos. Pero también la gran colección de joyas de la tía de Felipe VI, que incluía piezas de gran valor histórico y que hemos visto lucir tanto a Pilar de Borbón como a sus nueras y otros familiares.

El joyero de la infanta Pilar: perlas, zafiros y amatistas

Famosa por su carácter ahorrador, la royal acumuló a lo largo de los años una importante cantidad de joyas, fruto de herencias y regalos diversos. Muy aficionada a las perlas, al igual que su abuela, la reina Victoria Eugenia, estas ocupaban un lugar destacado en su joyero. Entre ellas, brillaba especialmente un collar que le regaló Alfonso XIII por su boda y que ella ha lucido en todos los enlaces de sus hijos y sobrinos.

La boda de Laura Ponte y Beltrán Gómez-Acebo. gtres

Otra de sus piezas más notables fue la espectacular tiara de zafiros y diamantes heredada de su madre, la condesa de Barcelona, y que inicialmente fue propiedad de su abuela, la infanta María Luisa. Doña Pilar se la prestaría a sus nueras, Bárbara Cano y Laura Ponte, para sus 'sí, quiero' con Bruno y Beltrán Gómez-Acebo. Su valor se calcula en más de 200.000 euros.

Otras joyas históricas que ahora ya pertenecen a sus hijos son el collar de diamantes y zafiros que eligió para la proclamación del rey Juan Carlos, unos pendientes de esmeraldas que pertenecieron a Isabel II o la insignia de amatistas que le regalaron por su puesta de largo en Estoril.

Una valiosa tiara en usufructo

Aunque esta pieza no ha formado parte de la herencia de la infanta Pilar, durante un tiempo formó parte de su joyero la famosa tiara rusa, la más antigua de la Familia Real. Esta joya fue creada por el diamantista español Francisco Marzo para la reina María Cristina en platino, perlas y diamantes y está inspirada en los tocados rusos.

La boda de Pilar de Borbón y Luis Gómez-Acebo. archivo abc

La fallecida royal la lució en su boda con Luis Gómez-Acebo en 1967, en el Monasterio de los Jerónimos de Belem, en Lisboa. Años después, la utilizó de nuevo su hija Simoneta en su boda con José Miguel Fernández Sastrón, el 12 de octubre de 1990, en Palma de Mallorca.

Sin embargo, tras morir su madre, el ahora monarca emérito llegó a un acuerdo con sus hermanas y la tiara rusa pasó al joyero de la casa real, donde se ha convertido en una de las grandes favoritas de la reina Letizia. La última vez que la vimos lucirla fue en la cena de gala con motivo de la visita a los reyes de Holanda.

HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.