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REY DE LOS HELENOS

La increíble historia de Jorge I de Grecia, bisabuelo de la reina Sofía: rey prematuro, 8 hijos y muerto por un disparo

El rey Jorge I, nacido príncipe de Dinamarca, fue el primer soberano de la dinastía Glucksburg que reinó en Grecia. Es el bisabuelo de la reina Sofía y uno de los reyes constitucionales más importantes de Europa. El destino, tras cincuenta años en el trono, fue cruel: murió asesinado por un vagabundo.

La reina Sofía en una imagen de su juventud. GTRES

Jorge I de Grecia, bisabuelo de la reina Sofía, era un príncipe de Dinamarca, con apenas 17 años, cuando la Asamblea Nacional de Grecia, que acababa de deponer al anterior monarca, Otón I, le ofreció convertirse en rey de los Helenos. Las grandes potencias de la época, que protegían a Grecia, Reino Unido, Francia y Rusia, apoyaban la idea. Cristian Guillermo Fernando Adolfo Jorge, que había nacido en Copenhague el 30 de marzo de 1863, era el segundo hijo del rey Cristian IX de Dinamarca y de Luisa, princesa de Hesse-Kassel.

En 1852, el padre de Jorge había sido designado heredero del rey Fernando VII de Dinamarca, que carecía de descendencia, y todos los miembros de su familia se convirtieron en príncipes y princesas de Dinamarca. Los hermanos de Jorge emparentaron con importantes casas reales: además de Federico, que sucedería a su padre en el trono danés entre 1906 y 1912 y se casó con Luisa de Suecia.

Alejandra se convirtió en reina consorte del Reino Unido al contraer matrimonio con el futuro Eduardo VII, Dagmar fue la emperatriz María Fiódorovna Románova, consorte de Alejandro III de Rusia y madre de Nicolás II, Thyra, que tuvo un hijo de soltera siendo muy joven, se casó con Ernesto Augusto de Hannover, y Valdemar hizo una prestigiosa carrera en la Marina.

Por esta razón, Cristian IX fue siempre considerado el «abuelo de Europa», al igual que la reina Victoria del Reino Unido. Jorge I se convertiría en el rey que más años reinó en Grecia, cincuenta. Sus descendientes reinaron en el país, con numerosos intervalos de exilio, hasta el golpe de Estado de 1967.

Jorge I, rey de los Helenos

Jorge que había comenzado una carrera en la Marina Real Danesa, vio en el trono de Grecia una gran oportunidad de escribir su destino y no quedar relegado a un puesto siempre segundón. Así fue como la dinastía ​de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg, una rama menor de la Casa de Oldenburgo, llegó al trono de Grecia y su legado dura hasta hoy, aunque Grecia ya no sea una monarquía desde 1974. La designación de Jorge, que reinó con el nombre de Jorge I, tuvo lugar el 30 de marzo de 1863 y se convirtió en «rey de los Helenos», no de Grecia.

Jorge I murió asesinado de un disparo por la espalda. GETTY IMAGES

Se celebró una ceremonia de entronización en Copenhague, el 6 de junio de 1863, y el nuevo rey llegó a Atenas el 30 de octubre de 1863, tras visitar Rusia, Francia y Reino Unido. Aprendió inmediatamente a hablar griego y se le podía ver vestido de manera sencilla recorriendo las calles de la ciudad. La Asamblea popular acordó poco después una nueva Constitución y Jorge fue despidiendo a sus consejeros daneses para evitar que pensaran que estaba influenciado por ellos.

Jorge trató de gobernar una monarquía constitucional, pero la inestabilidad parecía crónica en el país, con un alto índice de analfabetismo. Entre 1864 y 1910 se convocaron 21 elecciones generales y se formaron 70 gobiernos diferentes, el más largo de los cuales duró un año y medio. La guerra con el imperio otomano y la reclamación de varias islas que permanecían en manos de las grandes potencias enturbiaron el reinado. Pero, Jorge se convirtió pronto en un rey muy popular, tras jurar la constitución.

Su relación con las principales casas reinantes ayudó al rey y a su pequeño país, aunque en muchas ocasiones lo pusieron en el centro de las luchas políticas europeas. Sin embargo, la prosperidad de Grecia fue aumentando durante las últimas décadas del siglo XIX y el país fue enorgulleciéndose de su papel en el escenario internacional. Los Juegos Olímpicos reaparecieron en Atenas en 1896 y el propio rey presidió la ceremonia de apertura ese verano.

Ocho hijos en su matrimonio

Jorge viajaba con frecuencia Rusia para ver a su hermana Dagmar, que acababa de convertirse en esposa de Alejandro III y, por tanto, en Zarina. Fue durante una de estas visitas cuando Jorge conoció a la gran duquesa Olga Konstantínova Románova, hija del gran duque Konstantin Nikolayevich, hijo del zar Nicolas I y de la princesa Alexandra de Saxe-Altenburg. Contrajeron matrimonio en San Petersburgo, el 27 de octubre de 1867.

Olga solo tenía entonces 16 años. La pareja tuvo ocho hijos: Constantino –casado con Sofía de Prusia y bisabuelo de la reina Sofía–, Jorge, Alejandra, Nicolás –padre de Marina de Grecia, casada con el duque de Kent–, María, Olga, Andrés –padre del duque de Edimburgo– y Cristóbal.

En la intimidad, Jorge hablaba en alemán con su esposa y en inglés con sus hijos, que estaban siendo educados por «nannies» inglesas. La familia pasaba mucho tiempo en Tatoi, la propiedad de las afueras de Atenas que la reina había adquirido, en 1870, a imagen de las mansiones campestres rusas. Construyeron un palacio, una granja danesa y una bodega. Allí fue enterrada su hija Olga, fallecida al poco de nacer, en 1880, en el cementerio real. El rey también adquirió la villa de Mon Repos, en la isla de Corfú, para pasar los veranos.

El cruel sesinato de Jorge I

A raíz de la Primera Guerra con los Turcos, que perdieron los griegos de forma humillante, Jorge I sufrió un intento de asesinato, en 1898, mientras paseaba con su hija María en un carruaje descubierto. Como resultado de las desavenencias políticas, un grupo de militares intentó un golpe de Estado, pero el rey insistió en apoyar al Parlamento. Sin embargo, acabó cediendo ante la petición de redactar una nueva Constitución y se celebraron nuevas elecciones.

Cuatro años más tarde estalló la Primera Guerra de los Balcanes, en la que Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria lucharon contra los otomanos, consiguiendo una rotunda victoria. Se convocó un desfile en Salónica, la segunda ciudad más importante de Grecia, que había sido rescatada de manos turcas. El rey se paseaba por la ciudad apenas sin protección.

El 18 de marzo de 1913, fue tiroteado por la espalda casi a quemarropa por Alexandros Schinas, del que se dijo que pertenecía a una organización socialista y que declaró, cuando fue arrestado, que había matado al rey porque éste se negó a darle dinero. Jorge I murió en el acto. El gobierno negó que hubiera una motivación política en el atentado y explicó que Schinas era un vagabundo alcohólico. Tras ser arrestado, el asesino fue torturado y murió tras caer de una ventana de la comisaría.

El cuerpo de Jorge, que pensaba abdicar en su hijo tras cincuenta años en el trono, estuvo cinco días expuesto en la catedral metropolitana de Atenas, cubierto por las banderas griega y danesa, antes de ser enterrado en el cementerio real de Tatoi. Fue el final de uno de los reyes constitucionales más exitosos de su época. Le sucedió su hijo primogénito, Constantino, que reinó como Constantino I.