Empieza la era Top Gun de Leonor: así será su vida aprendiendo a pilotar cazas en la base murciana del Ejército del Aire

Corría el 17 de agosto de 2023 cuando una princesa Leonor vestida con camisa azul, vaqueros blancos y zapatillas comenzaba su primer año de formación castrense en la Academia Militar de Zaragoza, con el objetivo de ser la futura capitana general de las Fuerzas Armadas españolas. Ahora, tras superar esta etapa y la posterior en la Armada que incluyó su paso por la Escuela Naval de Marín y su crucero de formación a bordo del Juan Sebastián Elcano, la hija mayor de los reyes Felipe y Letizia está a punto de afrontar su tercer capítulo con su ingreso en la Academia General del Aire (AGA) de San Javier, en Murcia.

Tras cerrar su formación naval recibiendo de manos de su padre la Gran Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco y disfrutar de sus vacaciones de verano, será el 1 de septiembre cuando la alférez Leonor se incorpore a unas instalaciones renovadas con nuevas infraestructuras y medios. Allí, según ha asegurado el director de la academia, el coronel Luis González Asenjo, se integrará en el cuarto curso y será tratada «como una alumna más».

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El origen del que será nuevo hogar durante los próximos meses de la futura reina de España se remonta a 1927, cuando se comenzó a construir una base aeronaval en Santiago de la Ribera para proteger estratégicamente a la flota establecida en el puerto de Cartagena. No fue hasta 1943 cuando la base aérea de San Javier se convirtió en sede de la Academia General del Aire, con la función de formar a los futuros oficiales en los aspectos militar, aeronáutico, cultural y físico.

La princesa Leonor seguirá allí los pasos de su familia, ya que tanto el rey Felipe VI como su padre, el rey Juan Carlos I, realizaron su formación militar en San Javier, donde recibieron los preceptivos despachos de aviador militar. El ahora rey emérito se formó en el curso 1958-1959 y nuestro actual monarca, hizo lo propio en el curso 1987-1988.

Tras dos años de estricta rutina militar desde Zaragoza hasta Marín, la princesa Leonor ya está más que acostumbrada a estrictos horarios y rutinas y en la Academia General del Aire no será diferente. La jornada comienza cada día a las 6:30 horas. A las 7 desayunará con sus compañeros y media hora después darán comienzo las clases teóricas, las reuniones previas a los vuelos o la formación en los simuladores de vuelo de última generación.

La comida tiene lugar a las tres de la tarde en el comedor de alumnos, para continuar con las clases de cuatro a seis. Tras finalizar la jornada lectiva, la princesa de Asturias dispondrá de horas libres para estudiar, hacer deporte o disfrutar de tiempo de ocio hasta la hora de la retreta, a las diez de la noche. Los fines de semana podrá pernoctar fuera de la Academia, a condición de que no abandone el país. Todo ello mientras compatibiliza su formación con la agenda institucional que dicte la casa real.

Leonor compartirá con otras tres cadetes una habitación de cuatro camas en el pabellón donde se alojan todas las alumnas. En total, en este curso habrá 483 alumnos en el primer curso en la academia. Es especialmente reseñable que este año hay más mujeres que nunca, algo que destacó la ministra Margarita Robles durante en su encuentro con una representación de estudiantes, a los que felicitó, animó y pidió «trabajar duro».

La ministra de Defensa quiso poner de relevancia la importancia del papel de la Princesa Leonor en las fuerzas armadas por lo que va a representar en el futuro y también porque supone un llamamiento especial a la gente más joven y pone en valor el mundo militar. Durante su visita, advirtió a un grupo de alumnos: «Este año vais a estar un poco en el punto de mira, porque vais a tener de compañera a la princesa«, pero »va a ser una más«, les aseguró.

Por su parte, el coronel Luis Felipe González Asenjo destacó las principales novedades en cuanto a las infraestructuras de la academia, como el nuevo edificio simulador, la rehabilitación de alojamientos y la reforma de aulas, entre ellas, una específica dedicada al pilotaje de drones y al espacio.

Ambos resaltaron la importancia de los simuladores de última generación, que ofrecen un gran realismo de vuelo, además de los nuevos aviones de entrenamiento de turbohélice: los Pilatus PC-21 de fabricación suiza. Aunque no hay una fecha específica para el primer vuelo de la princesa Leonor, el coronel Asenjo explicó que los alumnos suelen tardar entre un mes y mes y medio en despegar por primera vez junto a su instructor.

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