Letizia da la bienvenida a sus dos nuevas colaboradoras: primer día en Zarzuela de las periodistas Marta Carazo y Rosa Lerchundi

Dos esperadas incorporaciones al equipo que trabaja mano a mano con los reyes Felipe y Letizia en Zarzuela anuncian el nuevo curso. Se trata de Marta Carazo, la nueva jefa de la Secretaría de la Reina, y Rosa Lerchundi, celebrada nueva directora de Comunicación de Casa Real. Sabíamos desde hace semanas de estos fichajes, pero es hoy cuando se activan in situ en sus respectivas oficinas y con todas sus responsabilidades. Que no son pocas.

El aterrizaje de Carazo y Lerchundi en Zarzuela promete muchos desafíos. La primera debería estabilizarse en una posición que se está revelando un reto, también por la novedad de sus funciones. La coordinación de la agenda institucional de Letizia estuvo en manos de José Manuel Zuleta, duque de Abrantes, durante veinte años. Tras su marcha, tomó el testigo María Dolores Ocaña, abogada del Estado con una gran trayectoria ministerial. Duró apenas un año en su cargo.

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La salida de María Dolores Ocaña, una verdadera sorpresa de puertas de Zarzuela para afuera, se ha producido sin apenas explicaciones y ninguna foto de despedida. Este verano había cierta expectación por comprobar si la abogada acompañaba a Letizia en alguno de sus actos en Palma de Mallorca, pero no se dio la ocasión. Los «motivos personales y familiares» que Ocaña adujo para abandonar la jefatura de la Secretaría de la Reina la obligaron a desaparecer por completo.

Marta Carazo (Madrid, 1973) parece llovida del cielo para llevar a término los deseos de la reina Letizia al respecto de su agenda institucional. Por descontado, se desconocen cuáles son esos deseos y el grado de novedad que entrañarían o si entrañan realmente cambios significativos. Sea como fuere, lo iremos viendo a lo largo del año: se levantará acta de cualquier mínimo cambio en los ya de sobra conocidos eventos en los que participa la reina Letizia.

No se puede decir que Carazo adolezca de dotes diplomáticas y resiliencia para adaptarse a los ritmos lentos y la resistencia al cambio que toda maquinaria institucional posee por defecto. En este sentido, la Casa Real no debe ser tan distinta de Televisión Española, donde la periodista trabajó durante dos décadas. Empezó en la información nacional de TVE, pasó por la sección de Economía, fue corresponsal en Bruselas entre 2020 y 2023 y, hasta junio pasado, presentó el Telediario de la noche.

En 2009, fue precisamente Marta Carazo la encargada de cubrir la información sobre la familia real para la cadena pública, lo que le otorga un conocimiento profundo de la institución. Digamos, además, que la complicidad y la química personal entre esta periodista y Letizia se da por descontada: ya se conocen de los tiempos televisivos de la Reina. Aquí se ha cuidado al máximo el ajuste profesional y personal para que no existan complicaciones y tensiones añadidas a las que inevitablemente se dan en una posición tan exigente.

Ampliar

El reto que tiene por delante Rosa Lerchundi (San Sebastián, 1965) no es menor, pues tiene entre manos la actualización de la comunicación de la Casa Real, algo que va mucho más allá de instalar perfiles en las nuevas redes sociales. De hecho, la presencia de dos profesionales de la televisión en dos cargos clave en el organigrama de Zarzuela desvela la creciente importancia que los reyes Felipe y Letizia otorgan a cómo trasladar su labor a los medios de comunicación y a su propia imagen pública.

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Si, como se ha publicado, la presencia de Lerchundi responde al deseo de los Reyes de imprimir mayor transparencia y fluidez a los mensajes de la institución, el trabajo promete ser complejo. La española es, probablemente, la Casa Real menos proclive a mostrar su vertiente personal ante los medios, con una visión muy profesionalizada de su papel en la estructura del Estado. Sin embargo, la comunicación hoy exige cada vez más desempeño afectivo y personal: las barreras entre lo público y lo privado se han roto para todos.

Rosa Lerchundi viene, precisamente, de una cadena pionera en romper las fronteras entre categorías aparentemente estancas: Telecinco. Si puede hacerlo con medida y gracia para la Casa Real está entre sus retos y desafíos. De momento, lo que tiene por delante es una agenda más que complicada, entre otras cosas, por la celebración de los 50 años de la proclamación del rey Juan Carlos (y la publicación de sus memorias), la reactivación de la agenda internacional (con viajes de Estado a Egipto y China) y los imponderables. Sobre todo, esos imponderables trágicos que tienen que ver con la climatología.

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