¿LA DESPEDIDA DE PALMA?

Lo que no se vio de la recepción en Marivent: Letizia sucumbe a la presión, Leonor maravilla y la reina Sofía reaparece, más delgada

La anual recepción en Marivent de la familia real anunció novedades, pero la más sorprendente fue la aparición de la princesa Leonor y la infanta Sofía. Los reyes Felipe y Letizia, al fin, respondieron al clamor popular.

Los reyes Felipe y Letizia, junto a sus hijas y la reina Sofía en la recepción de Marivent. LIMITED PICTURES
Lo que no se vio de la recepción en Marivent: Letizia sucumbe a la presión, Leonor maravilla y la reina Sofía reaparece, más delgada
Elena de los Ríos

Los cambios anunciados hace semanas en la anual recepción de los Reyes en Mallorca invitaban a imaginar un punto de inflexión en Marivent. Y, de hecho, así ha sido. No porque los monarcas hayan tenido que estrechar la mano a un número de invitados sensiblemente menor (han sido, de nuevo, 600) ni tampoco por contemplar a Felipe VI en guayabera. Al final, la princesa Leonor y la infanta Sofía asistieron por primera vez al famoso cóctel en las terrazas del palacio de verano de los Borbón. Otra cita que, desde este año, se incorpora a su agenda de apariciones.

Nadie tenía muy claro si las jóvenes aparecerían este año en la recepción, aunque cumplidos los 18 la presión mediática para que lo hicieran no había dejado de aumentar, sobre todo desde el fin de curso de ambas. Las escasas ocasiones en las que Leonor y Sofía se dejan ver en público es ya argumento frecuente de tertulias y crónicas, con lo que podemos inferir que una deslumbrante reina Letizia tuvo que dejar momentáneamente a un lado su deseo de restringir al máximo el tiempo de exposición pública de sus hijas.

Este asunto, las apariciones de Leonor y Sofía en la agenda oficial o vacacional, volverá a suscitar comentarios de todo tipo a lo largo de la semana, si se confirma que la recepción en Marivent ha sido la última del verano. En estos días en Palma no ha habido ni paseo por el mercadillo, ni vuelta por el centro ni visita a enclave cultural o asociación benéfica. Todo se ha limitado a una noche de cine y la visita sorpresa de Leonor al Real Club Náutico de Vela de Palma, para desear suerte a su padre, regatista en la Copa del Rey Mapfre de Vela.

Había expectación por departir con Leonor y Sofía, por primera vez presentes en la recepción de Marivent. LIMITED PICTURES

Con todo, no se descarta que la familia real al completo decida realizar alguna de estas actividades de aquí al jueves, día que tienen previsto iniciar sus vacaciones privadas, en destino desconocido. Como casi siempre, los periodistas destacados en Palma deberán estar alerta porque pueden recibir en cualquier momento la llamada que advierta de una salida. Un sistema que, quizá, puede mejorarse para incluir algún tipo de previsión. Tal vez la nueva directora de comunicación de Casa Real, Rosa Lerchundi, tenga nuevas ideas al respecto.

No fue, la de Leonor y Sofía, la única presencia sobresaliente anoche, aunque las jóvenes causaron sensación. En realidad, la aparición que más cariño y afecto concitó fue la de la reina Sofía. La emérita fue duda hasta algunas horas antes de comenzar la recepción, pues este año decidió quedarse con su hermana, Irene de Grecia, en Zarzuela. La tía Pecu, como la llaman en familia, está delicada de salud, hasta el punto de disuadir de su veraneo anual a la madre del Rey. Sin embargo, no quiso perderse esta recepción, a la que lleva acudiendo 52 años, sin faltar ninguno.

La reina Sofía apareció delgada pero sonriente

Evidentemente, no es un buen momento para la reina Sofía y, aunque se vistió de vivos colores veraniegos con uno de sus típicos conjuntos de camisola y pantalón, su delgada silueta reflejaba la seriedad del momento en Zarzuela. Eso sí: no dejo de lucir su característica sonrisa, sin duda contenta de compartir un año más estos momentos con su familia: hasta la fecha, el único evento que reunía a los cuatro en público eran los Premios Princesa de Asturias. No hay que decir que los reyes Felipe y Letizia y sus hijas estuvieron en todo momento pendientes de ella.

La reina Letizia se acercó a saludar cariñosamente a la reina emérita Sofía. LIMITED PICTURES

Por lo demás, la velada transcurrió sin variación: hasta tuvimos una vez más la foto del perro guía que la reina Letizia se inclina a acariciar. La formación real fue saludando a los invitados que llegaban a Marivent con la cordialidad y rapidez habitual. De hecho, en algo más de 20 minutos 'fulminaron' la fila. Eso sí: no pudieron evitar conversar algunos minutos más con 'el otro rey de Mallorca', el tenista Rafa Nadal, quien conversó con mucho cariño a la reina Sofía. Acompañaban al jugador de baloncesto Rudy Fernández, acompañado de su esposa, la modelo Helen Lindes.

Letizia invitó de nuevo a sus íntimos

Hubo más celebridades en la lista de invitados, aunque los que no faltaron fueron los invitados fijos de la reina Letizia, acaso aquellos con los que comparte más minutos en el cóctel: el director del Atlàntida Film Fest, el festival al que la reina Letizia asiste cada verano, Jaume Ripoll, y el cantante Jaime Anglada. Además, departieron en las terrazas de Marivent y disfrutaron del cóctel el chef Koldo Royo o el cantautor Pablo Erroz, además de distintas personalidades de la política mallorquina.

Este año, el encargado de maravillar a la familia real y sus invitados con una cena cóctel con mucho sabor local fue el chef Andreu Genestra, al frente del restaurante que lleva su nombre en el hotel Zoëtry Mallorca, en Llucmajor, con una estrella Michelin. Según avanzó él mismo en la revista 'Hola', cocinó algunos de sus platos estrella: gamba roja, el cochinillo de la raza autóctona 'porc negre' (base de la mejor sobrasada) o un escabeche de aceituna con berenjena.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.