Tenía 66 años
Tenía 66 años
Nick Scott tenía 66 años cuando murió de repente en la India, en 2017. Aristócrata, vividor y bebedor, Nick llevaba 15 años con la millonaria suiza Chantal Hochuli, primera mujer de Ernesto de Hannover, marido de Carolina de Mónaco. Según reconocieron sus propios amigos, vivió su vida al límite y esto le llevó a la muerte. Pocos meses después, en julio, estaba prevista la boda en Hannover del primer hijo de Chantal y Ernesto de Hannover, el príncipe Ernesto jr., heredero del título, con la diseñadora Ekaterina Malysheva. La alegría de aquel evento familiar, que reunió a casi todas las casas reales de Europa, se unió con el luto para Chantal.
Nick estudió en Eton, como todos los aristócratas británicos (o casi todos), y se formó en la Royal Navy. Era un reconocido y prestigioso paisajista y jardinero, conocido también por su elegante apariencia, que cuidaba con los trajes mejor cortados. Nick se encontraba en La India, donde había acudido con su pareja como invitado a la boda del hijo del Maharajah de Jaipur. Se había trasladado al Himalaya para practicar trekking durante algo más de una semana.
Alcohólico en tratamiento, su médico le había advertido de que corría un serio peligro si probaba de nuevo el alcohol. Pero el aristócrata hizo caso omiso durante el viaje. Entró en coma como consecuencia de una pancreatitis aguda y falleció poco después. El viaje que se había organizado para disfrutar entre amigos acabó en tragedia. El avión medicalizado enviado para asistirle llegó demasiado tarde. El aristócrata fue incinerado en La India.
Scott estuvo casado con Charlotte, una conocida decoradora, que había nacido en Madrid, pero se educó en Londres. Charlotte es conocida en la alta sociedad británica y española por el hotel rural de lujo que abrió, en 1992, en la provincia de Sevilla, en Cazalla de la Sierra, tras restaurar una casona en ruinas. Se llama Hotel Trasierra y en él celebró su despedida de soltera Ekaterina Malysheva.
Charlotte tuvo cuatro hijos con Nick –Gioconda, George, Jackson y Amber– y tres de ellos trabajan con ella. El hotel es conocido por sus retiros de yoga y por sus ilustres clientes, como Bryan Ferry, Kate Moss o Sarah Ferguson. Además, George estuvo saliendo durante algunos meses en 2009 con la aristócrata española Alejandra de Rojas, hija de la fallecida condesa de Montarco.
Chantal recibió la traumática noticia coincidiendo con los preparativos de la boda de su hijo mayor, que se casó el 8 de julio de ese año en el castillo familiar de Marienburg, en Alemania. Su hijo menor, Christian se acababa de prometer con la diseñadora peruana Alessandra de Osma, pocos días antes del fallecimiento de Scott. Chantal celebró la pedida de mano en su casa de Londres. Chantal y Ernesto de Hannover se divorciaron en 1997, tras 16 años de matrimonio. Ella rehízo su vida con Scott y él con la princesa Carolina de Mónaco, con la que se casó en 1999.
Chantal ha llevado desde entonces una vida muy discreta, a diferencia de su exmarido, que sale cada cierto tiempo en la prensa por sus altercados con periodistas o sus salidas de tono por sus excesos con el alcohol. Curiosamente, las dos parejas conocidas de Chantal han tenido problemas por esta causa. A diferencia de Ernesto de Hannover, que tiene muy mala relación con su hijo mayor y heredero –de hecho, no acudió a su boda–.
Chantal guarda una inmejorable relación con sus dos hijos. Desde el fallecimiento de Nick Scott, no se ha vuelto a saber nada de la vida sentimental de Chantal. Vive dedicada a sus hijos y a sus nietos. Tampoco se sabe qué relación guarda con su exmarido. Chantal era de las mejores amigas de Carolina de Mónaco, y el inicio del romance entre Carolina y Ernesto no debió resultarle fácil.